Presentamos el caso de una paciente mujer de 42 años de edad, que fue remitida a nuestro servicio por disfagia esofágica progresiva a sólidos, de 5 años de evolución. Refirió reiterados episodios de impactación alimenticia, que cedieron espontáneamente sin necesidad de extracción endoscópica. Como antecedentes personales presentaba infección por VIH desde hace 10 años, con un tratamiento que cumplÃa parcialmente, un episodio de candidiasis esofágica 3 años previos a la consulta por la cual recibió tratamiento antifúngico que mejoró parcialmente el cuadro, consumo de alcohol de 200g/dÃa durante 10 años y tabaquismo. Se realizó una videoendoscopia alta observando sectores con luz dilatada y otros estrechos, sin contenido alimentario. Se encontraron múltiples orificios pequeños, de entre 2 y 4m de diámetro, con diferentes profundidades, a la semiologÃa la mucosa estaba indurada (figs. 1 y 2). Se tomaron múltiples biopsias con resultados inespecÃficos, pero descartaron esofagitis eosinofÃlica. Se inició tratamiento con inhibidores de bomba de protones con mejorÃa de la disfagia a las 24h. Se otorgó el alta hospitalaria y se indicó seguimiento en infectologÃa y gastroenterologÃa.
La seudodiverticulosis intramural esofágica es una rara enfermedad benigna, descrita inicialmente por Mendel en el año 19601. En estudios retrospectivos radiológicos, esta situación se observó en el 0,15% de los estudios esofágicos2. Hay poco más de 250 casos publicados, con un leve predominio en varones a partir de la sexta década de la vida. Consiste en pequeñas invaginaciones saculares de la pared esofágica con afectación segmentaria (de predominio proximal) o difusa3. La patogénesis es desconocida, pero se cree puede ser el resultado de la obstrucción de la luz por la inflamación de las glándulas submucosas o por la fibrosis de la pared esofágica. Se la han asociado con enfermedad por reflujo, diabetes mellitus, candidiasis esofágica, acalasia, Mallory Weiss, consumo de alcohol y tabaquismo4. El sÃntoma predominante es la disfagia esofágica, presente hasta en el 80% de los pacientes y en ocasiones puede producir impactación alimentaria; sin embargo, puede ser asintomática. El tránsito baritado esofágico es un método de diagnóstico más sensible, en el que se observan orificios estrechos y pequeñas evaginaciones en la pared esofágica en continuidad con la luz. Estas lesiones se observan por gastroscopia, solo en un 20% de los casos5,6. La tomografÃa computarizada se caracteriza por un engrosamiento difuso de la pared esofágica que puede simular gas intramural, e irregularidades en la luz del órgano. En la mayorÃa de los casos, el diagnóstico histológico solo es posible a partir de muestras quirúrgicas, donde se observa dilatación de los conductos excretores de las glándulas submucosas. El informe histológico de las biopsias endoscópicas, usualmente muestran una esofagitis inespecÃfica. La infección por Candida se reconoce en un elevado porcentaje de los casos, como en esta paciente, pero se desconoce si cumple un rol etiológico o es incidental y debe tratarse si se diagnostica ya que mejora los sÃntomas7. La principal complicación es la estenosis, la cual se describe en hasta el 80-90% de los casos, pero la disfagia ocurre independientemente de este hallazgo. Algunos autores describieron una mayor prevalencia de cáncer de esófago en esta enfermedad; sin embargo, no existe evidencia bibliográfica que la apoye como condición premaligna. Otras complicaciones como fÃstula esofágica o perforación son raras. El tratamiento consiste en instaurar medidas para controlar la enfermedad por reflujo, la abstinencia de alcohol y el tratamiento con antibióticos para las infecciones asociadas. En los pacientes con estenosis se ha informado de que la dilatación endoscópica proporciona una mejora de los sÃntomas y en ocasiones es necesaria la cirugÃa8. En el seguimiento a largo plazo, no se observa una regresión de los seudodivertÃculos, a pesar de la mejorÃa clÃnica y el tratamiento adecuado.