La ectopia tiroidea subdiafragmática es un hallazgo muy infrecuente, del cual hemos identificado únicamente 15 casos tras una revisión de la literatura médica. Su manejo no se encuentra establecido, si bien es frecuente su extirpación por la sospecha de enfermedad neoplásica. Presentamos el caso de una mujer de 76 años que presenta una ectopia tiroidea mesentérica en forma de masa retroperitoneal extirpada quirúrgicamente y que evolucionó de manera favorable.
The presence of subdiaphragmatic thyroid tissue is a very rare finding. We reviewed the literature and found only 15 published cases. The most appropriate management of this entity has not been established, but surgical removal is common to exclude malignancy. We present the case of a 76-year-old woman with an ectopic mesenteric thyroid gland forming a retroperitoneal mass that was surgically removed. Outcome was favorable.
La ectopia de tejido tiroideo ha sido descrita con una frecuencia de 0,17 casos por cada 1.000 pacientes1, con predominio en la línea media cervical. La ectopia tiroidea infradiafragmática es un hallazgo extremadamente infrecuente, presentando los casos publicados un predominio en mujeres. Únicamente uno de ellos cursó con alteración de la función tiroidea.
Presentamos el caso de una mujer de 76 años, estudiada por una masa retroperitoneal de 5cm diagnosticada de ectopia tiroidea tras su resección.
Observación ClínicaUna mujer de 76 años, con antecedentes personales de hipertensión arterial y depresión, fue estudiada por un cuadro de molestias abdominales inespecíficas de predominio en epigastrio de un mes de evolución, que en ocasiones se acompañaban de dolor de tipo cólico.
La TC muestra una masa de 5cm de diámetro en el espacio aortocavo, inmediatamente por debajo de la tercera porción duodenal, con delimitación nítida y captación heterogénea del contraste. Produce una compresión y engrosamiento en la pared duodenal, con alteración en su contorno mucoso. La lesión se encuentra bien delimitada, en contacto con vena cava inferior, sin aparentes signos infiltrativos (fig. 1) Ecoendoscópicamente se describe, en el espacio interaortocava y en íntimo contacto con la vena cava inferior, aunque sin aparentes signos infiltrativos, una masa de 5cm bien delimitada, heterogénea y que no parece estar en contacto con la glándula pancreática ni con el marco duodenal.
Los parámetros analíticos no mostraban alteraciones significativas, incluyendo TSH y tiroxina libre dentro de la normalidad.
Se lleva a cabo PAAF mediante ecoendoscopia, con resultado de material cuantitativamente insuficiente y, posteriormente, punción-biopsia mediante ecografía abdominal. El estudio anatomopatológico de la muestra obtenida por la segunda técnica detecta la presencia de tejido tiroideo folicular maduro, sin ser completamente concluyente, indicándose la necesidad de descartar teratoma.
Se completa el estudio con la realización de una ecografía tiroidea, que muestra una glándula de tamaño normal sin imágenes nodulares significativas (objetivando una imagen parcheada hipoecoica de 5mm en el lóbulo derecho que no se considera relevante). El resto de los estudios realizados, que incluyeron gastroscopia y colonoscopia, no apreciaron alteraciones en los tramos explorados del tracto digestivo.
Ante los datos obtenidos se decide, tras presentar el caso en sesión multidisciplinaria de oncología digestiva, realizar laparotomía. Durante la intervención se descubre un tumor retroperitoneal adherido a la cara anterior de la vena cava, que se consigue extirpar con margen libre respetando dicho vaso (fig. 2). No se demuestra la existencia de otros hallazgos en la cavidad abdominal.
El examen anatomopatológico de la pieza describe una lesión nodular bien delimitada por una cápsula fina, de 4,5 por 6,5cm de diámetro que contiene en su interior tejido tiroideo con un patrón de predominio macrofolicular. También existen áreas microfoliculares, así como nidos sólidos con células con morfología en anillo de sello con una vacuola con contenido eosinófilo similar al coloide, descritos como alteraciones de la foliculogénesis. No se aprecian alteraciones nucleares ni inclusiones intranucleares (fig. 3). Tinción inmunohistoquímica positiva para tiroglobulina (fig. 4). La pieza es etiquetada de tiroides ectópico intraabdominal micro-macro folicular.
Tinción inmunohistoquímica para tiroglobulina del tejido descrito en la figura 3. Patrón marcadamente positivo.
La glándula tiroides se desarrolla a partir de la hoja germinativa endodérmica como una proliferación epitelial en el suelo de la faringe, entre el tubérculo impar y la cópula, en el punto que dará lugar al agujero ciego. Posteriormente desciende anteriormente al intestino faríngeo, permaneciendo comunicada con la lengua por medio del conducto tirogloso, que posteriormente desaparece. Prosigue su descenso por delante del hueso hioides y los cartílagos laríngeos, hasta alcanzar su posición definitiva en la séptima semana de la embriogénesis.
La ectopia tiroidea infradiafragmática es un hallazgo muy poco frecuente. Una revisión de la literatura médica a través de la base bibliográfica Pubmed nos ha permitido localizar únicamente 15 casos publicados, situados en diversas ubicaciones: glándula suprarrenal2–4, vesícula biliar5,6 y grasa perivesicular7, mesenterio de intestino delgado8, páncreas9,10, hilio hepático11–13, región posterior a bazo y estómago14, submucosa duodenal15 y aparato reproductor femenino16,17. De todos ellos, únicamente uno cuenta con una presentación similar al caso que nos ocupa, es decir, como masa retroperitoneal8.
Cabe destacar que la gran mayoría de los casos publicados se producen en mujeres (13/15, 87%) y entre los 50 y los 70 años. De los casos a los que se ha tenido acceso, únicamente uno de ellos describía alteración de la función tiroidea8, desajuste que se corrigió tras la extirpación de la masa. Dicho caso, según se ha mencionado previamente, presentaba una localización similar al nuestro, si bien la paciente que nos ocupa presentaba una función tiroidea normal.
Entre las explicaciones para la ectopia tiroidea subdiafragmática señaladas con mayor frecuencia en la literatura médica se encuentran el descenso excesivo del conducto tirogloso y la diferenciación anómala de precursores endodérmicos, comunes a algunos de los tejidos en los que se ha hallado la ectopia y a la glándula tiroidea. Sin embargo, esto no parece aplicarse a nuestro caso, ya que la masa descrita no dependía de ningún órgano de origen endodérmico y el mesenterio se origina en la hoja esplácnica del mesodermo.
En cualquier caso, ninguna de las 2 teorías ha sido confirmada.
En conclusión, la ectopia tiroidea infradiafragmática es un hallazgo extremadamente inusual, pudiéndose deducir de los casos descritos que presenta predominio en el sexo femenino y puede cursar con alteración de la función tiroidea, si bien esto es infrecuente. El manejo más adecuado de esta anomalía no se encuentra establecido; en los casos revisados, al igual que en el nuestro, se tiende a la extirpación, al no poder descartarse en muchas ocasiones el diagnóstico de neoplasia maligna.
La sintomatología presentada por la paciente que motiva este caso no parece estar justificada por el diagnóstico de ectopia tiroidea, tratándose esta última de un hallazgo casual.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.