Los tumores del apéndice cecal representan un subconjunto de neoplasias colónicas cuyo diagnóstico precoz supone un desafío clínico. Representan el 0,5% de todos los tumores gastrointestinales y su pronóstico depende del tipo de lesión, siendo la variedad más frecuente el tipo carcinoide1. La participación del apéndice en la endometriosis es rara, ya que constituye solo el 3% de todos los casos de endometriosis, y aún menos frecuente es su aparición intraluminal, dificultando su diagnóstico y llegando a simular enfermedad tumoral apendicular2. Con relación a esta última situación, queremos presentar el caso de una mujer de 43 años con antecedentes de hipotiroidismo debido a tiroiditis autoinmune y gastritis atrófica con tumores neuroendocrinos gástricos resecados mediante endoscopia, que en una TAC de doble contraste de seguimiento se diagnostica de una lesión lobulada en el ciego adyacente a la válvula ileocecal, con captación de contraste de aproximadamente 27×21×20mm, sugestiva de lesión tumoral (fig. 1).
Imagen de endometriosis que simula lesión carcinoide cecal. Corte transversal y coronal de la TAC de doble contraste donde se diagnosticó de una lesión lobulada en el ciego adyacente a la válvula ileocecal de aproximadamente 27×21×20mm, sugestiva de lesión tumoral carcinoide. La flecha verde indica dicha lesión.
La paciente no presentaba clínica abdominal, pérdida de peso, rectorragia o alteración del ritmo deposicional, tampoco alteraciones analíticas y su exploración física era anodina.
Se complementó el estudio mediante colonoscopia evidenciándose un ostium apendicular protruyente con aspecto inflamatorio del que se realizó una biopsia, moviéndose dicha protrusión de forma global. La anatomía patológica de la biopsia informa de colitis congestiva crónica con edema de la propia lámina y actividad aguda mínima, con eosinofilia local moderada. El caso se presentó en el comité multidisciplinario y debido a los antecedentes del paciente se decidió realizar una cirugía oncológica de la lesión.
Se realizó hemicolectomía derecha laparoscópica, sin observarse ninguna alteración extraluminal o exofítica, siendo dada de alta a domicilio al sexto día postoperatorio.
La anatomía patológica informa de lesión tumoral en el ostium apendicular compatible con endometriosis en la base de la implantación del apéndice cecal, descartando enfermedad tumoral maligna. La paciente se encuentra asintomática en los seguimientos posteriores de revisión.
La endometriosis es la presencia de glándulas y estroma endometrial fuera de la cavidad uterina cuya patogenia genera controversia, postulándose 3 teorías: la metaplasia celómica, la menstruación retrógrada y la ectopia endometrial por difusión a través de vasos linfáticos y sanguíneos3.
Puede clasificarse como pélvica o extrapélvica, siendo la pélvica limitada a las trompas de Falopio, ovarios y peritoneo pélvico cercano, mientras que la extrapélvica incluye la endometriosis intestinal en sistema urinario, piel, pulmones, hígado, incluso cardiaca4.
La endometriosis del tracto gastrointestinal representa del 3 al 15% de los casos5, y se localiza con mayor frecuencia en la región rectal-sigmoidea, presentando en ocasiones una sintomatología inespecífica, incluyendo rectorragia, hematoquecia, dolor y obstrucción que puede llevar a realizar un despistaje de procesos tumorales.
La participación del apéndice en la endometriosis es infrecuente, representando entre el 2-3% de las endometriosis digestivas y un 1% del porcentaje global de las endometriosis5, muchas de ellas diagnosticadas tras la realización de una apendicectomía por sospecha de apendicitis. El caso que describimos, debido a los antecedentes digestivos de la paciente, pruebas de imagen y anatomía patológica inespecífica, orientamos el caso ante una posible lesión tumoral apendicular, probablemente un tumor carcinoide, al ser este el de mayor frecuencia1. Se decidió realizar una hemicolectomía derecha laparoscópica, y es finalmente en el resultado anatomopatológico cuando se revela el verdadero diagnóstico, una endometriosis en la base de implantación cecal.
La literatura describe la afectación por endometriosis apendicular fundamentalmente a nivel del cuerpo y punta, afectando a la capa serosa o submucosa, siendo muy infrecuente su afectación endoluminal5 y su localización en el ostium apendicular. Su similitud en las pruebas de imagen con un tumor carcinoide, junto con su localización, y el carecer de una imagen patognomónica para su diagnóstico, dificultan la sospecha de esta enfermedad previa a su cirugía. Si bien en nuestro caso, la endometriosis se encontraba en el ostium apendicular, esta puede presentarse como apendicitis aguda, perforación intestinal, intususcepción o como hemorragia digestiva baja, puede llegar a simular procesos oncológicos como mucoceles apendiculares o tumores carcinoides. Resaltamos el barajar entre las opciones diagnósticas de lesiones ileocecales y apendiculares a la endometriosis, si bien constituye un desafío diagnóstico preoperatorio, pero puede ayudar a evitar cirugías radicales o innecesarias.