Malacoplaquia es un proceso seudotumoral inflamatorio crónico1 muy poco frecuente que afecta en más del 75% de los casos al tracto genitourinario y con mucha menos frecuencia al tracto gastrointestinal, el hÃgado, el sistema nervioso central y la piel. El término malacoplaquia fue acuñado por Michaelis y Gutman en 19022 para describir un proceso inflamatorio granulomatoso que se presentaba como nódulos o pequeñas placas de color amarillo y consistencia blanda en el tracto urogenital. En 1958 se publicó por primera vez fuera del tracto genitourinario y desde entonces se ha descrito, también, asociado a otras enfermedades, como tuberculosis1, sarcoidosis1, neoplasias3, enfermedad celiaca4, tratamientos con esteroides o trasplante de órganos2.
Histológicamente se caracteriza por la presencia de un infiltrado difuso de histiocitos (células de Hansemann) que acumulan en sus citoplasmas estructuras granulares basófilas y cuerpos de Michaelis-Gutman (fig. 1). Estos últimos son estructuras intracelulares o extracelulares «en diana» con una parte central densa y capas laminares concéntricas calcificadas.
Presentamos el caso de una mujer de 70 años sin antecedentes personales de interés, salvo hiperlipidemia y bronquiectasias crónicas que consulta por un cuadro de dolor abdominal, vómitos, diarrea y diaforesis. La paciente habÃa seguido 15 dÃas antes tratamiento con ciprofloxacino por sobreinfección de sus bronquiectasias por Proteus mirabilis, de modo que se inicia tratamiento empÃrico con metronidazol intravenoso ante la sospecha clÃnica de colitis seudomembranosa. Se realiza una primera rectosigmoidoscopia, y se visualiza el recto de aspecto edematoso con áreas violáceas y amplias membranas blanquecinas que cubren prácticamente la totalidad de la mucosa, con el diagnóstico endoscópico de colitis seudomembranosa. La detección de toxina de Clostridium difficile fue negativa, asà como el cultivo para Shigella y Salmonella. Esta primera biopsia demostró material fibrinopurulento compatible con fondo de úlcera o seudomembrana.
Una semana más tarde se repite la endoscopia (rectoscopia), y se observa una mucosa granujienta y friable con úlceras; en este caso, la biopsia demostró entremezclados con el tejido de granulación, histiocitos espumosos, histiocitos con material granular basófilo en sus citoplasmas, microcalcificaciones concéntricas y estructuras eosinófilas extracelulares compatibles con cuerpos de Michaelis-Gutman. El diagnóstico histológico fue malacoplaquia.
A los 7 dÃas se realiza una colonoscopia reglada y endoscópicamente persisten las úlceras serpinginosas; de nuevo el diagnóstico endoscópico fue colitis seudomembranosa y el diagnóstico anatomopatológico fue malacoplaquia; un nuevo cultivo para Salmonella y Shigella resultó negativo. A los 10 dÃas se realiza una última colonoscopia de control; se observan úlceras serpinginosas con seudomembranas amarillentas similares a las descritas en exploraciones previas, aunque con menor afectación. La evolución de la paciente fue favorable tras el tratamiento antibiótico recibido.
ClÃnicamente, la malacoplaquia es muy difÃcil de sospechar por su baja incidencia y su presentación con un cuadro inespecÃfico que puede variar desde pacientes asintomáticos a cuadros de diarrea, dolor abdominal5, seudoapendicitis6, hemorragia u obstrucción.
Existen descritos 3 patrones endoscópicos para la afectación intestinal por malacoplaquia: en placas o nódulos blancos5, como lesiones polipoides6, o como grandes masas, todos estos con mucosa Ãntegra. En nuestro caso cabe destacar 2 aspectos: por una parte, la presencia de úlceras y seudomembranas en todas las endoscopias realizadas, una imagen no descrita hasta el momento, y, además, la asociación de malacoplaquia a un cuadro de colitis asociada a la toma de antibióticos, tampoco descrito en la literatura médica consultada.