Queremos agradecer a Fernández-Pineda et al1 sus oportunas consideraciones sobre las diferencias estructurales, clínicas y pronósticas existentes entre el hemangioma del adulto (malformación venosa hepática, cuyo tratamiento se ha detallado previamente2) y los hemangiomas infantiles. Los hemangiomas capilares infantiles están compuestos por una mezcla compleja de las células endoteliales clonales asociadas a los pericitos, a las células dendríticas y a los mastocitos, suelen ser congénitos y generalmente se asocian a lesiones vasculares cutáneas. Los factores proangiogénicos principalmente involucrados son basic fibroblast growth factor y vascular endothelial growth factor. En cambio, los hemangiomas del adulto son vasos dilatados revestidos por una monocapa de células endoteliales.
Coincidimos con Fernández-Pineda et al en que los hemangiomas del adulto no precisan ningún seguimiento específico y solo han de tratarse si provocan síntomas, generalmente por compresión y efecto masa a nivel abdominal.
Respecto al tratamiento de los hemangiomas infantiles con propranolol, recomendamos la lectura de Léauté-Labrèze et al3.