195 - APLICABILIDAD DE UN PROCESO DE DEPRESCRIPCIÓN DE INHIBIDORES DE LA BOMBA DE PROTONES DE USO CRÓNICO EN PACIENTES HOSPITALIZADOS: PROYECTO "DESPIBP". RESULTADOS PRELIMINARES
1Servicio de Aparato Digestivo, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza. 2Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IIS Aragón). 3Unidad de Investigación Traslacional, Hospital Universitario Miguel Servet, Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS), Zaragoza y CIBEROBN, Instituto de Salud Carlos III, Madrid.
Introducción: Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) se encuentran entre los fármacos más prescritos. Su perfil de seguridad es elevado, pero su uso prolongado se ha asociado a complicaciones como infecciones entéricas y fracturas. Se recomienda una indicación ajustada a las directrices de sociedades científicas.
Objetivos: Evaluar la aplicabilidad de un algoritmo de deprescripción en pacientes hospitalizados con consumo crónico de IBP. Establecer la frecuencia de pacientes que mantienen la deprescripción, los factores asociados al abandono y la seguridad del procedimiento.
Métodos: Estudio prospectivo con inclusión consecutiva de pacientes ingresados en el Servicio de Aparato Digestivo (SAD) del Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza), que consumían IBP de forma continua desde al menos 8 semanas antes. Se clasificó la prescripción en adecuada o inadecuada según criterios de la Asociación Española de Gastroenterología. Aquellos con prescripción inadecuada que aceptaron participar en el estudio cumplimentaron el Cuestionario Gastrointestinal Corto (CGC). Fueron criterios de exclusión: CGC ≥ 13, consumo de IBP ocasional (≤ 2 veces/semana), comorbilidad grave (ASA IV o superior), déficit cognitivo avanzado, embarazo e ingreso hospitalario inferior a 24 horas. Los pacientes sin criterios de exclusión fueron incluidos en el proceso de deprescripción basado en las recomendaciones de la Sociedad Canadiense de Atención Primaria, con seguimiento a 4, 12 y 24 semanas para valorar reaparición de síntomas, necesidad de reintroducir el IBP y su motivo. El protocolo fue aprobado por el Comité de Ética.
Resultados: Entre septiembre y noviembre de 2018 ingresaron en el SAD 530 pacientes, de los que 269 (51,13%) consumían IBP. Cuatro rechazaron participar y 107 cumplían algún otro criterio de exclusión. Se incluyeron 158 pacientes, 56,7% varones, con edad media 74,7 (DE 11,6) años. La prescripción fue adecuada en 125 pacientes (79,11%), siendo la toma de antiagregantes en > 60 años la indicación más frecuente (60,12%). La prescripción fue inadecuada en 31 pacientes (19,62%), la mayoría por polimedicación (58,06%); 17 cesaron de inmediato el tratamiento, 12 lo redujeron gradualmente hasta suspenderlo y 2 pasaron a pauta a demanda. El sexo no fue factor de riesgo para prescripción inadecuada (p = 0,976), pero sí la edad > 75 años (p = 0,049). Se dispone información de seguimiento a las 4 semanas de 27 pacientes, de los cuales 18 (66,66%) mantenían la deprescripción vs 9 que habían reanudado el IBP a la dosis previa (5 sin causa justificada). Un paciente reintrodujo el IBP a demanda, por lo que también se consideró deprescrito. Ningún paciente presentó efectos adversos graves atribuibles a la deprescripción.
Conclusiones: La indicación inadecuada de IBP es elevada en pacientes que precisan ingreso hospitalario. La aplicación de un algoritmo de deprescripción es una estrategia segura y efectiva para reducir el consumo inadecuado de IBP a medio plazo.