Valorar la influencia de la erradicación de Helicobacter pylori sobre las concentraciones basales de gastrina y pepsinógeno I y II en pacientes con úlcera gástrica, realizando un seguimiento de un año, así como estudiar la utilidad de estas determinaciones para confirmar la erradicación de H. pylori tras el tratamiento.
MétodosSe estudiaron prospectivamente 56 ulcerosos gástricos con infección por H. pylori. Al inicio se realizó endoscopia con biopsias para estudio histológico y test de ureasa, prueba del aliento con 13C-urea y extracción de sangre para la determinación de gastrina y pepsinógeno I y II (mediante radioinmunoanálisis) y serología. La histología, la prueba del aliento y las determinaciones analíticas se repitieron transcurridos 1, 6 y 12 meses de la finalización del tratamiento erradicador.
ResultadosLa erradicación se obtuvo en el 82,1% de los casos. En aquellos pacientes en los que se erradicó H. pylori, el valor medio de gastrina al inicio fue de 75,5 ± 39,1 pg/ml, mientras que al mes de la finalización del tratamiento descendió hasta 49,2 ± 21 pg/ml (p < 0,0001) sin evidenciarse posteriores descensos. En el caso del pepsinógeno I y II los valores iniciales fueron de 104 ± 58 y 15,8 ± 10 ng/ml, respectivamente, mientras que al mes disminuyeron a 77 ± 42 y 7,3 ± 4 ng/ml, respectivamente (p < 0,0001) y a los 6 meses a 72 ± 41 y 6,7 ± 3 ng/ml, respectivamente (p < 0,01), sin objetivarse posteriores variaciones. El área bajo la curva ROC para el diagnóstico de la erradicación mediante el descenso de los valores hormonales fue de 0,70 para la gastrina, 0,78 para el pepsinógeno I, 0,93 para el pepsinógeno II y 0,92 para el cociente pepsinógeno I/II. Transcurridos 6 y 12 meses de la finalización del tratamiento se demostraron diferencias (p < 0,05) entre las cifras medias de gastrina y pepsipepsinógeno I y II de los pacientes con histología normal y las de aquellos que presentaban gastritis crónica.
Conclusionesa) la erradicación de H. pylori se asocia con un descenso precoz en las concentraciones basales de gastrina y un descenso progresivo en las concentraciones basales de pepsinógeno I y II; b) en los pacientes con úlcera gástrica la comprobación del descenso en las concentraciones basales de pepsinógeno II es un método útil, precoz e indirecto para la confirmación de la erradicación, y c) los valores de gastrina y pepsinógeno I y II podrían ser útiles en la estimación de la mejoría de la gastritis a los 6 meses de finalizar el tratamiento.
To study the influence of Helicobacter pylori eradication on basal gastrin and pepsinogen I and II levels in patients with gastric ulcer over a 1-year follow-up period, and to assess the usefulness of these values in confirming H. pylori eradication after treatment.
MethodsFifty-six patients with gastric ulcer and H. pylori infection were prospectively studied. At the beginning of the study, endoscopy with biopsies for histologic examination and urease testing was carried out, as were 13C-urea breath test and blood samples for determination of gastrin and pepsinogen I and II values by radioimmunoassay and serology. Histologic study, 13C-urea breath test and laboratory determinations were repeated at months 1, 6 and 12 after completion of eradication treatment.
ResultsH. pylori infection was eradicated in 82.1% of patients. In patients with successful H. pylori eradication, the initial mean gastrin value was 75.5 ± 39.1 pg/ml, while at 1 month after treatment this value decreased to 49.2 ± 21 pg/ml (p < 0.0001). No further reductions were noted. Initial pepsinogen I and II values were 104 ± 58 and 15.8 ± 10 ng/ml, respectively, whereas at month 1 after treatment these values were 77 ± 42 and 7.3 ± 4 ng/ml, respectively (p < 0.0001) and were 72 ± 41 and 6.7 ± 3 ng/ml respectively at month 6 (p < 0.01); no further variations were observed thereafter. The area under the ROC curve which reveals eradication through reductions in hormonal values was 0.70 for gastrin, 0.78 for pepsinogen I, 0.93 for pepsinogen II and 0.92 for the pepsinogen I/II ratio. At months 6 and 12 after treatment completion, differences in mean gastrin and pepsinogen I and II values between the patients with normal histologic findings and those with chronic gastritis were significant (p < 0.05).
Conclusionsa) H. pylori eradication is associated with an early fall in basal gastrin values and a progressive decrease in basal pepsinogen I and II values. b) In patients with gastric ulcer, determination of the decrease in basal pepsinogen II levels is a useful and early non-invasive method for confirming eradication. c) Determination of gastrin and pepsinogen I and II values may be useful for assessing improvement in gastritis 6 months after treatment completion.