Los adenomas colorrectales y los pólipos serrados constituyen los 2 tipos de lesiones premalignas mejor caracterizadas en el desarrollo de cáncer colorrectal. Por este motivo, su identificación y tratamiento, así como el seguimiento de los pacientes que las han presentado, constituyen los objetivos fundamentales en el campo de la prevención de esta neoplasia. Las estrategias de vigilancia pospolipectomía actualmente recomendadas no son homogéneas entre las diferentes sociedades científicas y muestran limitaciones, lo que conlleva que no siempre resuelvan algunas de las situaciones más frecuentes de la práctica clínica. Una de las limitaciones de las recomendaciones vigentes para el seguimiento de adenomas y pólipos serrados es que basan su periodicidad únicamente en factores dependientes del tipo y características de las lesiones, sin tener en cuenta factores de riesgo personales como la diabetes o el síndrome metabólico. Por otro lado, tampoco contemplan los escenarios en los que se detectan estos 2 subtipos de lesiones de forma simultánea. Por último, la incorporación de nuevas modalidades diagnósticas en las unidades de endoscopia digestiva conlleva un aumento en la identificación de lesiones, cuyo impacto clínico es controvertido y supone un incremento de la demanda de exploraciones de vigilancia. Algunos estudios presentados en el congreso de la AGA (American Gastroenterological Association) tratan de aportar nueva evidencia en relación con el seguimiento de pólipos colorrectales, con el fin de optimizar la aplicabilidad e idoneidad de las estrategias de vigilancia actuales.
Colorectal adenomas and serrated polyps are the best characterised premalignant lesions involved in the development of colorectal cancer (CRC). Therefore, the identification and removal of these lesions, as well as post-polypectomy surveillance of affected patients, are key goals in the field of CRC prevention. Current post-polypectomy surveillance strategies differ among the various scientific societies and have several limitations that hamper their application in clinical practice. First, current surveillance intervals are based only on polyp characteristics, excluding other potential clinical conditions, such as diabetes or metabolic syndrome. Second, serrated polyps and adenomas are considered separately, but there is no recommendation in cases of the simultaneous occurrence of both types of lesion. Third, the incorporation of endoscopic technologies implies an increase in polyp detection, whose clinical impact is controversial and directly affects the number of scheduled colonoscopies with an indication of surveillance. Some of the studies presented at the AGA (American Gastroenterological Association) meeting aimed to provide new evidence on the follow-up of colorectal polyps, with a view to optimising the applicability and suitability of current surveillance strategies.