Mujer de 53 años, fumadora, sin otros antecedentes, que refiere disfagia y pérdida de peso. En la esofagogastroduodenoscopia se observa mucosa esofágica de aspecto polipoide cubierta por placas blanquecinas y una fístula hacia el árbol bronquial (fig. 1). El estudio histológico de las biopsias objetiva hifas y esporas y descarta malignidad. El cultivo de las biopsias muestra crecimiento de Candida glabrata; además, la PCR para virus del herpes simple es positiva. Se realizan tomografía computarizada y videodeglución, que confirman una fístula de 8mm que comunica el esófago y el bronquio izquierdo (fig. 2). El único factor de riesgo para candidiasis que presenta la paciente es la malnutrición.
Inicialmente recibe tratamiento con fluconazol intravenoso y nutrición parenteral. Ante la ausencia de mejoría se coloca prótesis bronquial (fig. 3) y sonda de gastrostomía. No se coloca prótesis esofágica por la ubicación muy proximal de la fístula. A los dos meses es ingresada por una neumonía, por lo que finalmente se decide tratamiento quirúrgico de la fístula.
La esofagitis candidiásica habitualmente afecta a la mucosa; hay pocos casos descritos de candidiasis transmural, y suelen asociarse a inmunosupresión grave1,2. La necrosis es la causa de la mayoría de complicaciones, y se relaciona con la sobreinfección viral1. El tratamiento se basa fundamentalmente en la colocación de prótesis esofágica y/o bronquial.