Varón de 84 años, admitido en el Servicio de Urgencias por cuadro de hematemesis, inestabilidad hemodinámica y requerimiento transfusional. Tras reposición volémica se realizó gastroscopia precoz, que mostró una úlcera en cara anterior de bulbo duodenal con sangrado «en jet», que se trató con endoclip, y una solución de continuidad en el área fibrinada. Se completó estudio con una TC abdominal urgente en la que se evidenciaba aerobilia en vía biliar intrahepática y colédoco, así como un nivel hidroaéreo en la vesícula biliar, hallazgos compatibles con fístula de la úlcera duodenal con vía biliar. Se consensuó con el Servicio de Cirugía un tratamiento conservador, dada la comorbilidad del paciente y la ausencia de alteraciones analíticas (figs. 1-2).
Una fístula bilioentérica es una comunicación anormal del árbol biliar hacia el tracto gastrointestinal. Puede aparecer tras una cirugía o espontáneamente en el contexto de patología biliar. Más rara es la aparición de este tipo de fístulas como complicación de una enfermedad ulcerosa péptica1.
La clínica varía desde la ausencia de síntomas hasta los propios de la enfermedad ulcerosa péptica o biliar. En los casos asintomáticos, el diagnóstico suele ser incidental en el curso de un estudio endoscópico o radiológico. La presencia de aerobilia en ausencia de manipulación de la vía biliar orienta hacia el diagnóstico de esta complicación2.
El tratamiento suele ser quirúrgico mediante resección de la fístula y reparación de la perforación. No obstante, debería individualizarse según la situación clínica y comorbilidad del paciente: en ocasiones es suficiente la combinación del tratamiento médico y endoscópico hasta conseguir la cicatrización ulcerosa3.
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