Se desarrollaron diez aleaciones Zn – Al – Cu divididas en dos partes, de acuerdo a dos zonas presentadas en los diagramas isopléticos de Hans (Villas et al., 1995). Se incrementó el porcentaje de Cu y Al paulatinamente. Posteriormente se desarrollaron pruebas de macrodureza y de ese análisis se obtuvieron dos ecuaciones que permiten pronosticar y diseñar aleaciones de una dureza determinada de acuerdo a su porcentaje en peso de cada elemento, con un error menor que 5%. Como se demuestra en este trabajo, con estas ecuaciones es posible desarrollar aleaciones sustitutas base aluminio por una aleación base zinc o viceversa, teniendo la misma dureza para cada tipo de aleación y eliminando el problema del cambio volumétrico debido a la presencia de la fase ε.
Ten alloys Zn – Al – Cu were developed in two parts, in agreement to two zones presented in the isopleth diagrams (Villas et al., 1995). The percentage of Cu and Al was systematically varied. Subsequently, hardness measurements were performed. These measurements allowed establishing two equations that predict the hardness with an error lower than 5%. With these equations, it is possible to obtain alloys that replace Al base alloys by a Zn base alloy, having the same hardness. This implicates also the elimination of the volumetric change in the presence of ε phase.
En la última década, las aleaciones de Al han sido, después del acero, las más utilizadas a nivel mundial. Algunas de éstas se usan para fabricar cubiertas protectoras de vapor, agua marina, engranes, bujes y otros materiales expuestos a fricción. También son de gran interés industrial y de investigación. Algunas aleaciones binarias ricas en zinc, con alto contenido de aluminio, modificadas con pequeñas cantidades de elementos de aleación (Cu, Mg y/o Si), presentan propiedades interesantes. Por ejemplo, el Zn-Al tiene propiedades similares a las de ciertos bronces, que son empleados para bujes sujetos a la abrasión, además estas aleaciones pueden elaborarse por medio de distintos procesos, lo que las hace aún más atractivas para su estudio (Aragón et al., 2007; Ahmed, 2006; Mohammed, 2011; De Micco et al, 2007; Chen et al, 2004).
No obstante, los inconvenientes que presentan estas aleaciones son, por un lado, la inestabilidad dimensional (Temel y Yasin, 2009) debido a la transformación de la fase metaestable ε (CuZn4), dentro de la fase estable τ¿ por la reacción de las cuatro fases (α + ε → τ¿ + η), lo cual origina una expansión irreversible de 4 a 5%. Recientemente se ha pretendido cambiar la fase ε por la fase θ y de esta forma eliminar el problema de la expansión volumétrica, aunque esto tendría un cierto costo en la densidad de la aleación debido al aumento de la cantidad de Zn.
Sin embargo, la República Mexicana cuenta con abundantes recursos para producir zinc, de ahí que uno de los objetivos de este trabajo es obtener aleaciones base Zn, capaces de poder sustituir las aleaciones base Al con las mismas propiedades mecánicas, en particular la macrodureza. Por otra parte, otro de los objetivos es obtener una serie de ecuaciones que pronostiquen de acuerdo a su porcentaje en peso de cada elemento la macrodureza.
Desarrollo teóricoLa base para la selección de las aleaciones utilizadas fue de acuerdo a dos criterios, el primero fue tener siempre en una misma zona cada una de las series, y el segundo que una de las series fuese rica en Zn, en la mayoría de sus muestras y la otra en Al. Para cumplir con el primer criterio se utilizaron 5 diagramas isopléticos de Hans (Villas et al., 1995), escogiendo dos zonas compuestas por las fases (η–τ–α), la cual tiene un alto contenido de Al y la zona (ε–α) que tiene un alto contenido de Zn. La figura 1 muestra la zona compuesta por las fases (η–τ–α) de forma achurada, mientras que la zona sombreada de color negro está conformada por las fases (ε–α).
El diagrama isoplético Zn-Al con 5% de Cu muestra la zona compuesta por las fases (η – τ – α) y de color obscuro la zona compuesta por (ε – α) (Villas et al., 1995)
Las aleaciones que se eligieron, de acuerdo a los criterios antes mencionados, se pueden ver en dos líneas totalmente rectas, como se muestra en el diagrama ternario en la figura 2.
Cada una de las series utilizadas puede modelarse por medio de una regresión lineal y obtener las siguientes ecuaciones para cada una:
Donde Zn(η–τ–α) y Zn(ε–α) es la fracción en peso de zinc y Cu(p) es el porciento en peso de cobre. En las tablas 1 y 2 se muestran los porcentajes en peso de cada una de estas aleaciones.Las aleaciones se desarrollaron por colada convencional y posteriormente se colocaron dentro de un horno convencional a 360°C, durante 240 horas, con el fin de asegurar la eliminación de la estructura dendrítica. Una vez realizado el proceso de homogenización se realizó un análisis metalográfico convencional de las muestras para observar la eliminación de la estructura de colada. La dureza de las muestras, se obtuvo mediante el uso de un macrodurómetro en la escala Rockwell B.
El hecho de modelar el porcentaje en peso de cada elemento químico de las aleaciones, por medio de dos ecuaciones, permite relacionar a éstas con los resultados de dureza.
Discusión y análisis de resultadosLas figuras 3a y 3b, muestran la probeta M3 en estado de colada y después del proceso de homogeneizado, en estas metalografías se puede apreciar cómo desaparece la estructura dendrítica.
En la figura 4 se muestra el gráfico de la dureza de la serie (η–τ–α) vs el porcentaje en peso de Cu en forma logarítmica. Las razones para emplear la función logarítmica son primero, obtener una regresión lineal que se ajustará mejor a los resultados y segundo, debido a que no es posible matemáticamente tener un logaritmo 0, esta función se ajusta mejor a la realidad de una aleación ternaría, en la cual sería imposible tener cero por ciento en uno de los tres elementos, de otra forma sería binaria. La tabla 3 muestra las mediciones de macrodu- reza en Rockwell B.
De la gráfica de la figura 4 se obtiene una ecuación lineal por medio de una regresión lineal:
dondeCon este modelo se puede pronosticar la dureza de acuerdo al porcentaje en peso de cada uno de los elementos.
Para observar la efectividad de las ecuaciones 1 y 3 se hicieron dos pruebas a 2 y 0.5% de Cu(p). Se obtuvieron los porcentajes de cada elemento y con la ecuación (1):
Prueba 1
Prueba 2
La dureza de cada una de estas pruebas se pronosticó con la ecuación (3):
Prueba 2En la tabla 4 se presentan los resultados experimentales con los resultados teóricos antes obtenidos.
La diferencia entre los valores pronosticados y experimentales es de 3%, por lo que se puede tomar como una buena referencia para obtener la dureza a partir de las ecuaciones (1) y (3).
El rango en el porcentaje de Cu está limitado por la misma ecuación (3). Debido a que es imposible tener durezas negativas, el porcentaje de Cu debe ser mayor a 0.01123%. El valor máximo de contenido de Cu se obtiene por la ecuación 1, el cual sería de 51.56%.
En el caso de la ecuación de dureza de la zona (ε–α) es
Utilizando la ecuación (4) se comparan las durezas experimentales con las pronosticadas, como se muestra en la figura 5, con una R2 de 0.9537; lo cual muestra que al igual que en el caso anterior, se tiene una ecuación que proporciona un pronóstico con un error menor que 5%.
Comparación de la dureza experimental contra el pronóstico obtenido por la ecuación 4
Por último, otra utilidad que tienen las ecuaciones 3 y 4, es la de obtener la equivalencia de dureza, de acuerdo con el porcentaje de Al o Zn. Para demostrar esto se tiene por ejemplo la muestra M8 y la muestra M3, que tienen casi la misma dureza, pero diferente porcentaje de Al y Zn (tabla 5).
La muestra M8 tiene un mayor contenido de Zn, pero utiliza la tercera parte de Aluminio que la muestra M3, es decir, se sustituye el Al por el Zn.
ConclusionesSe demuestra en este trabajo la posibilidad de obtener una serie de ecuaciones (1) y (2), que modelan el porcentaje de cada elemento para cada una de las aleaciones. Es viable obtener otra serie de ecuaciones (3) y (4), que permiten pronosticar la dureza con 5% de error, con respecto al experimental. Esto permitirá diseñar y crear aleaciones a la medida.
También se demostró que es posible sustituir el Al por el Zn y tener las mismas propiedades mecánicas (dureza), de tal forma que se puedan reducir los costos de algunas aleaciones o darle otras características específicas.
Citación estilo Chicago Villegas-Cárdenas, José David, Alejandra Camarillo-Villegas, Antonio Juanico-Lorán, Raúl Espinosa-Rojas, Carlos Camacho-Olguín. Predicción de la dureza de la aleación Zn- Al-Cu de acuerdo a su composición en peso. Ingeniería Investigación y Tecnología, XIV, 03 (2013): 311–316.
Citación estilo ISO 690 Villegas-Cárdenas J.D., Camarillo-Villegas A., Juanico-Lorán A., Espinosa-Rojas R., Camacho-Olguín C. Prediccion de la dureza de la aleacion Zn-Al-Cu de acuerdo a su composición en peso. Ingeniería Investigación y Tecnología, volumen XIV (número 3), julio-septiembre 2013: 311–316.
Es maestro en ciencias e ingeniería de materiales por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Ha sido docente e investigador en la Universidad Politécnica del Valle de México, sus áreas de investigación son manufactura, materiales no ferrosos y modelación.
Es ingeniera Química por la UAMI y maestra en ciencias e ingeniería, con especialidad en química de los materiales por la UAMA. Fue asesora de las empresas MUEBLA y FOLMEX. Actualmente es profesora e investigadora de la UPVM. Su área de especialización es corrosión de elementos no ferrosos.
Es ingeniero físico por la Universidad Autónoma Metropolitana y maestro en ciencias e ingeniería de materiales con especialidad en física de materiales (nanotecnología) por la UAM. Ha sido docente, investigador y director de laboratorios en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y académico en la UAM. Actualmente es profesor-investigador del Grupo de Nanotecnología de la Universidad Politécnica del Valle de México. Áreas de investigación: nanoeducación, estado de la nanotecnología en México, nanoformaciones y nanoerosión por irradiación iónica, difracción de rayos X, modelado matemático en nitrurado, síntesis y caracterización de nanoestructuras de carbono.
Ha laborado en empresas como Sosa Texcoco, Nacobre, SpiraxSarco Mexicana y ventas, instalaciones y servicio, con experiencia en ingeniería de procesos, fundición de aleaciones no metálicas, instalación y puesta en marcha de maquinaria y equipos de proceso en empresas químicas, petroquímicas y manufactureras, así como en ventas de equipo de control e instrumentación. Actualmente es profesor investigador de la Universidad Politécnica del Valle de México en el área de nanotecnología.