En la editorial del primer número de este año de nuestra revista, se valoraba la propia revista Inmunología como seña de identidad de la SEI, junto con el congreso anual y la web1. Los tres elementos son herramientas aglutinadoras de comunicación entre todos los socios, pero siempre intentando proyectar la imagen de nuestra sociedad más allá del núcleo de sus miembros. Con un patrón similar a estos «elementos identitarios», hace escasamente 2 años, la junta de la SEI planteó en forma de concurso público un nuevo reto, esta vez centrado sobre todo en el tercio de socios con actividad asistencial: la implantación de un programa de garantía de calidad para Laboratorios de Inmunología Diagnóstica (GECLID-SEI)2. Esta implantación se definió en aquella convocatoria de junio-julio del 2009 y la misma tenía una serie de plazos ambiciosos que pretendían conseguir la puesta en marcha del programa en el 2011. El reto, por su complejidad, dimensiones y ambición en cuanto a planteamientos, parecía difícil de cumplir. Aún así, se realizó la convocatoria y a partir de allí cada uno de los pasos posteriores previstos en ella se han completado sin demoras significativas sobre lo planificado, y lo cierto es que a fecha de hoy (la primera mitad del año 2011) los resultados obtenidos superan incluso las más altas expectativas: GECLID es hoy ya una realidad. El trabajo de los dos co-responsables del programa, Alfredo Corell y M. Carmen Martín, junto con el buen hacer y la ilusión puesta por los miembros de la Comisión para la Calidad de la Inmunología Diagnóstica (CCID) y los miembros de los distintos Comités Asesores (CA) de GECLID (CA-Autoinmunidad, CA-Inmunoquímica, CA-Inmunología Celular y CA-Histocompatibilidad) y sobre todo la participación de más de 30 centros distintos, hacen real a fecha de hoy aquella apuesta. Y en un periodo en el que se pone en duda incluso el futuro de nuestra especialidad, elementos que consoliden y den visibilidad a la actividad asistencial en inmunología son de especial relevancia.
El trabajo de años realizado hasta ahora por los talleres (que en algunos casos superan ya las 2 décadas desde su creación) ha sido el elemento impulsor clave de GECLID. Y de hecho el programa, que empezó las actividades de intercomparación propiamente dichas en enero de 2011, ha mostrado su eficacia y buen hacer en los resultados presentados durante los distintos talleres del congreso de Pamplona. Eso no quiere decir que los talleres no hayan mantenido su actividad anual y mucho menos que tengan que desaparecer. Al contrario, los talleres se refuerzan al desprenderse de la «carga» que supone la necesaria pero repetitiva intercomparación de parámetros, que en gran parte está asumiendo ya GECLID. El trabajo de los talleres debe ser y será por siempre el impulsor de GECLID, ambos existen gracias a y por la SEI, que es quien integra talleres y GECLID. Esta integración es parte de las fortalezas de GECLID como así se estableció en las bases de su convocatoria. Es evidente que el taller está en cierto modo en periodo de redefinición, pero su labor impulsando estudios de cooperación entre los participantes que mejoren el trabajo diagnóstico de nuestros Servicios y Unidades asistenciales de inmunología es y debe seguir siendo un elemento central y distintivo de la inmunología diagnóstica en nuestro país. Aquellos que mostraban sus reservas en cuanto a la continuación de los talleres con la instauración del programa GECLID deben ahuyentar sus dudas; ¡al contrario! con GECLID los talleres son «más libres» y recobran un potencial que en los últimos años estaba encorsetado por la necesidad ineludible de desarrollar la intercomparación analítica (las certificaciones y acreditaciones las solicitan y los talleres en algunos casos eran la única opción en la Inmunología diagnóstica). En este sentido el impulso de esta nueva etapa con GECLID dota a los Grupos de Trabajo Asistenciales (GTA) de unas oportunidades hasta ahora impensables, pues pueden nutrir de ideas y opciones de colaboración a los talleres. De alguna manera, los talleres tienen ahora el soporte de GECLID y de los correspondientes GTA de la SEI (el GEAI de Autoinmunidad que ya tiene unos años, o los nuevos Grupos de Trasplante e Histocompatibilidad, de Inmunodeficiencias o de Inmunoquímica) apareciendo expectativas que sin duda alguna promoverán la colaboración entre todos los participantes abriendo nuevos aspectos que, sin olvidar la mejora continua de la calidad, enriquecen nuestra actividad diagnóstica. Seguro que quedará patente en la reunión que el próximo año realizarán los talleres, los GTA y GECLID en Madrid durante el mes de junio de 2012 (no es posible llevar a término estos encuentros en el congreso ECI de Glasgow).
Por otro lado, GECLID está demostrando que su objetivo no es sólo la intercomparación analítica, sino que está brillando de manera muy especial a través de su programa de formación. Si bien en el futuro como está planificado también se ampliarán los parámetros analíticos que se intercompararán en cada subprograma (e incluso durante el 2012 veremos la aparición de «programas pre y post-analíticos» tan trascendentales para mejorar y evitar errores en el trabajo diario), sin duda la apuesta por la formación es y debe ser un elemento fundamental para la mejora de la calidad diagnóstica. Este aspecto es un elemento a incorporar en todos las unidades y servicios asistenciales; las herramientas aportadas y sobre todo los contenidos son de un indudable nivel (algunos opinan que incluso de un nivel demasiado alto). Posiblemente, estos contenidos son ya el elemento diferenciador que sitúa a GECLID entre los mejores programas de garantía de calidad en inmunología. Para comprobarlo lo mejor es participar, pues sólo con la participación podremos darnos cuenta de lo mucho que aportan realmente.
GECLID está aún lejos de la necesaria madurez. Varios son los retos pendientes: a) muchos centros con inmunología diagnóstica por motivos distintos (costumbre, sistema concursal de adjudicación, reticencias iniciales) no participan aún en GECLID, incluso siendo participantes «clásicos» de los talleres; b) Portugal ya participa en GECLID a través del programa de histocompatibilidad, pero aún queda lejos el deseable «salto transoceánico» hacia conseguir participantes iberoamericanos; c) las empresas (colaboradoras conceptualmente imprescindibles de cara a que el proyecto sea sumativo, no excluyente) están en fase «de tanteo» en cuanto a su colaboración, y d) aunque otras sociedades (SIC, SEQC, …) tienen consolidados programas aparentemente similares y con indudable tradición, claramente la cooperación entre todos puede hacer que la propuesta sea aún más potente e integradora. Y para todos estos retos solo existe una estrategia: sumar todos nuestros esfuerzos. GECLID es SEI (de hecho su nombre es GECLID-SEI) y sólo con todos los socios apoyando GECLID, este programa tiene un futuro real. GECLID necesita de todos (la SEI) y a la vez todos necesitamos de señas de identidad como GECLID «para llega a ser fuertes», de forma madura y sólida junto a la SEI.
Por todo ello, podemos decir que GECLID es ya una realidad que no tan solo actúa como herramienta útil para los que desarrollamos actividad diagnóstica, sino que en breve puede y debe llegar a ser un cuarto puntal, junto con la revista, el congreso y la web, de la identidad de nuestra sociedad. Un puntal, que sosteniendo el «tercio» asistencial, dé mayor visibilidad a toda nuestra sociedad científica, permitiendo su proyección incluso más allá del territorio español.