HLA-G plays a tolerogenic function at the maternal-fetal interface. Detection of the soluble isoforms of HLA-G (sHLA-G) in culture medium derived from embryos grown in vitro, although technically complex, has gained interest in assisted reproduction programs because of an apparent relationship with embryo competence. Here, an amplified ELISA was designed to measure sHLA-G at the concentrations expected in embryo supernatants using a limiting-dilution assay of the choriocarcinoma JEG-3 cell line as a surrogate model. With this ELISA approach, 111 single embryo culture supernatants, collected 44-48 hours after intracytoplasmic sperm injection, were retrospectively analysed and levels correlated with pregnancy results. The presence of sHLA-G was demonstrated in 22 (19.8%) of the embryo cultures. There was no relationship between sHLA-G levels and grading of embryo morphology. The reproductive outcome of the morphologically normal embryos that were transferred to the women uterus (2-3 per patient) was as follows: in the group of women in which all transferred embryos were sHLA-G negative, the pregnancy and implantation rates were 29% (4 pregnancies/14 women) and 14% (5 gestational sacs/35 embryos transferred), respectively. In contrast, in the group in which the embryo transfers included at least one sHLA-G positive the pregnancy and implantation rates increased to 60% (3/5) and 29% c(4/14) respectively. In conclusion, sHLA-G levels in preimplantation embryo supernatants can be quantified and results suggest positive association with pregnancy likelihood. sHLA-G detection seems to be useful to complement morphology in selecting good quality embryos for increasing implantation rates and reducing multiple gestations.
HLA-G desempeña un papel tolerogénico en la interfase maternofetal. En programas de reproducción asistida, en los que se cultivan embriones in vitro, ha cobrado interés la detección de las isoformas solubles de esta molécula (sHLA-G) en el medio en el que se han crecido los embriones. Aunque la determinación es compleja, tiene interés por su aparente relación con la idoneidad de dichos embriones. En el presente trabajo, se ha puesto a punto un ensayo ELISA amplificado para medir sHLA-G a las concentraciones esperables en dichos sobrenadantes. Como modelo comparativo se ha utilizado el cultivo a dilución límite de la línea de coriocarcinoma JEG-3. Con el ELISA desarrollado se han analizado retrospectivamente 111 sobrenadantes recogidos a las 44–48 horas de efectuada fecundación mediante inyección intracitoplasmática del espermatozoide, y los datos se han correlacionado con los resultados reproductivos de dichos embriones. En 22 de los sobrenadantes (19.8%) se ha detectado sHLA-G. No se ha encontrado relación entre los niveles de sHLA-G y el grado morfológico de los embriones. Los resultados reproductivos de los embriones de morfología normal que fueron transferidos al útero de las pacientes (2–3 por caso) fueron los siguientes: en el grupo de mujeres que recibió únicamente embriones sHLA-G negativos, las tasas de embarazo e implantación fueron, respectivamente, 29% (4 embarazos/14 mujeres) y 14% (5 sacos gestacionales/35 embriones transferidos). Por contra, en el grupo que recibió al menos un embrión sHLA-G positivo, las tasas de embarazo e implantación subieron al 60% (3 / 5) y 29% (4/14) respectivamente. En conclusión, es posible cuantificar niveles de sHLA-G en sobrenadantes de embriones y los resultados obtenidos sugieren asociación con la probabilidad de embarazo. La detección de sHLA-G, por tanto, podría ser un buen complemento de la selección morfológica de embriones útil para incrementar la tasa de implantación y reducir la de embarazos múltiples.