Exercise is a robust predictor of long-term success with weight loss, and research based on social cognitive theory suggests that exercise program-induced changes in self-regulation, mood, and self-efficacy transfer to improved eating. These relationships were tested in adults with morbid obesity (overall Mage = 43 years; 86% female; Mbody mass index = 45kg/m2) participating in a 6-month treatment of cognitive-behaviorally supported exercise paired with either standard nutrition education (n=87) or cognitive-behavioral methods for controlled eating (n=89). Based on multiple mediation analyses, improvements in self-regulation and self-efficacy were significantly associated with increased fruit and vegetable intake and reduced body mass index (BMI). The cognitive-behavioral nutrition methods were associated with greater improvements in fruit and vegetable intake and BMI, however, within both models, complete mediation was found after simultaneous entry of changes in self-regulation, mood, and self-efficacy, and exercise volume as mediators. Only the indirect effect of change in self-regulation was a significant (or marginally significant) independent mediator. Generalization of previously identified relationships between exercise program-induced improvements in psychosocial variables and improvements in nutrition and BMI were supported for individuals with morbid obesity. Based on these relationships, implications for behavioral treatments were discussed.
El ejercicio es un robusto predictor a largo plazo de la pérdida de peso. La investigación basada en la teoría social-cognitiva sugiere que los cambios inducidos por programas de ejercicio en auto-regulación, estado de ánimo y autoeficacia se transfieren en mejor alimentación. Estas relaciones fueron probadas en adultos con obesidad mórbida (Medad = 43 años; 86% mujeres; Míndice de masa corporal = 45Kg/m2) que participaron durante seis meses en un tratamiento cognitivo-conductual apoyado por ejercicio asociado con educación nutricional (n=87) o métodos cognitivo-conductuales para alimentación controlada (n=89). Las mejoras en la auto-regulación y auto-eficacia se asociaron con mayor consumo de frutas y verduras, y reducción del índice de masa corporal (IMC). Los métodos de nutrición cognitivo-conductuales se asociaron a incremento en consumo de frutas y verduras, y al IMC; en ambos modelos la mediación completa se obtuvo después de la entrada simultánea como mediadores de los cambios en auto-regulación, estado de ánimo, autoeficacia y volumen de ejercicio. Solo el efecto indirecto del cambio en auto-regulación fue un mediador independiente significativo (marginalmente significativo). La generalización de estas relaciones es aplicable a individuos con obesidad mórbida. Se discuten las implicaciones para los tratamientos conductuales.