Luego de la conformación del Programa de Bienestar y su posterior difusión, dos grupos de residentes, uno de un programa eminentemente clínico y otro clínico-quirúrgico, se acercaron espontáneamente a dicho programa para solicitar apoyo. Los programas de residencia tienen diferencias importantes entre sí, tanto en su quehacer diario, sea o no en contacto con pacientes, como también en los equipos humanos que los componen. En los programas eminentemente clínicos los residentes se enfrentan al contacto diario con pacientes que les pueden provocar una alta carga emocional, lo que a su vez les puede dificultar el cumplir con su trabajo adecuadamente. En este contexto, uno de estos programas solicita apoyo porque observan entre los residentes altos índices de estrés y algunos casos de depresión, probablemente relacionados con el trabajo. Se inicia la intervención grupal, aún en curso, donde el primer objetivo fue conocer el estado actual del programa de residencia y a sus residentes. Se propone hacer un acompañamiento entregado por profesionales de salud mental de manera de apoyar y contener los procesos emocionales a los que se ven expuestos los residentes. Al igual que en el caso anterior, en el programa clínico-quirúrgico se inició la intervención con un levantamiento de información respecto de la situación actual de los residentes, esta vez diferenciando por año cursado. Cada nivel cuenta con experiencias distintas al interior del programa. Se evidenció que los residentes de primer año tienen percepciones «influidas» por las opiniones de sus compañeros de segundo y tercero, mientras que los demás tienen opiniones basadas en sus propias experiencias. La inquietud fundamental de este último programa es el clima al interior de su residencia. Refieren estar expuestos a un ambiente de mucho rumor, lo que dificulta la comunicación aumentando los malentendidos. Por otro lado, refieren la necesidad de contar con refuerzo positivo y feedback luego de sus evaluaciones, percibiendo un escaso reconocimiento de logros y poca tolerancia a los errores. Esta intervención, aún en proceso, ha consistido en trabajar con el grupo de residentes y con el jefe de programa. Luego de las intervenciones realizadas, el Programa de Bienestar destaca la importancia de monitorear todos los programas de residencia para asegurar que estén contando con las necesidades mínimas que resguarden su bienestar, en lo que se pueda controlar desde el programa, y de esta forma se busca la detección precoz de programas y/o residentes en dificultades. Una medida para lograr lo anterior es establecer reuniones periódicas con los residentes de cada uno de los programas de especialidad y entre el equipo de bienestar para hacer seguimiento de los casos pendientes, establecer prioridades y generar planes de acción. Asimismo, el Programa de Bienestar se encuentra trabajando en un protocolo de detección de factores de riesgo de residentes para ser difundido entre los jefes de programa y demás profesionales en contacto con residentes.
Información de la revista
Vol. 6. Núm. 22.
Páginas e43-e44 (abril - junio 2017)
Vol. 6. Núm. 22.
Páginas e43-e44 (abril - junio 2017)
Open Access
Clima educacional: reporte de intervenciones grupales en programas de especialidades médicas
Visitas
1149
María Paz Silva, Matías González, Patricio Torres, Marcela Grez, Trinidad Hoyl
Pontificia Universidad Católica de Chile
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Texto completo