Introducción: La formación en habilidades docentes es clave para lograr una docencia de calidad y excelencia. Los clínicos no-académicos son aquellos profesionales en salud que además de realizar su quehacer asociado a su profesión, se desempeñan también como docentes, sin necesariamente tener la capacitación de docencia que este rol requiere. Es así que estos clínicos no-académicos pueden tener necesidades en capacitación en docencia que no están satisfechas por la actual oferta de cursos. Describimos una exploración de las necesidades en docencia de clínicos no-académicos quienes realizan docencia en pre- y posgrado en atención primaria (AP).
Metodología: Entre junio y agosto de 2016 los autores llevaron a cabo un estudio de métodos mixtos y posterior triangulación de datos obtenidos de: 1)encuesta on-line a profesionales no-académicos de AP quienes realizan docencia, utilizando 10 dominios de competencia definidos como muy importante en la literatura, y 2)grupos focales a profesionales no-docentes que realizan docencia, con énfasis en describir el rol de docente que asumen los profesionales que trabajan en AP, cuáles son los principales problemas que enfrentan en la relación de tutor alumno y qué habilidades docentes consideran que son necesarias para desempeñar su rol de docente.
Resultados: 80/173 (46.2%) encuestas enviadas fueron analizadas; el 45% (36) de los profesionales no-académicos quienes respondieron fueron médicos, el 17.5% (14) enfermeras, mayoritariamente entre 25-35años, ninguno había realizado un curso en habilidades docentes. El 99% (79) consideran que AP requiere profesionales con capacitación en docencia y prefieren un formato b-learning. Todos los dominios de competencias fueron considerados como temas importantes para la formación en docencia de profesionales de AP por el 80% o más de los encuestados. Priorizaron observación clínica, habilidades comunicacionales, feedback y evaluación. Hubo menos interés en teoría de educación, currículo y preparación de material educativo. Además, el 90% de los encuestados estaban de acuerdo/muy de acuerdo en que los profesionales de AP pueden conseguir permiso para asistir a cursos sobre docencia. Tres grupos focales (24 profesionales de 9 centros de AP; 34% médicos) consistentemente definieron 3 dimensiones: 1)El rol del docente en AP, que incluye transmitir a los estudiantes el estilo de trabajo que incluye en equipo y en red, cómo manejar el tiempo, que es un escaso recurso en AP y es visto como prioridad docencia/enseñanza de habilidades blandas. 2)Los desafíos de docencia en AP: incluye crear un ambiente propio para aprender, adaptar la docencia a las necesidades de cada estudiante/residente, feedback, evaluación con objetividad. 3)Herramientas que usan para realizar docencia: se destaca la capacidad de análisis y autorreflexión de los profesionales no-docentes. También reconocen que realizan su docencia intuitivamente, imitando su experiencia previa y aprendiendo con la práctica.
Conclusiones: Basándose en los resultados de este estudio, existe un gran interés y necesidad por parte de los profesionales no-académicos de AP quienes realizan docencia de formarse en habilidades docentes. Se definen áreas de especial interés y se reconocen desafíos propios en la docencia en AP que requiere habilidades específicas para enfrentarlos.