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Vol. 2016. Núm. 91.
Páginas 197-199 (diciembre 2016)
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Vol. 2016. Núm. 91.
Páginas 197-199 (diciembre 2016)
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Instalación: “Isaac Julien. Playtime & Kapital”, Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad Universitaria, Cd. Mx., 6 de febrero-31 de julio de 2016
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Omar Olivares Sandoval
Posgrado en Historia del Arte, UNAM
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No es algo de todos los días hallar a un geógrafo (exhibido) en las salas de un museo de arte contemporáneo. Pero en este caso se trata de David Harvey (Harvey, 1982 y 2014), quien colabora como personaje central en la obra del artista británico Isaac Julien, Kapital (2013), que el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) en la Ciudad de México ha montado junto con la obra Playtime (2014).1

Playtime y Kapital se siguen y comunican bajo una pregunta formal por la representación del capital. En primer lugar, la interrogante se articula bajo la forma de un coloquio, organizado por Julien, con el título de Coreografiando el capital en la Hayward Gallery en el 2012 (MUAC, 2016:19), que es la materia prima para componer la instalación del video, en dos pantallas de televisión, de Playtime. En las dos tomas que presentan a Harvey y a Julien, de un lado, y a los asistentes, del otro, se desarrolla un ejercicio de crítica que parte de la pregunta de Julien: “... ¿por qué el capital es tan difícil de representar?”, cuestionamiento que parece extenderse hasta el nivel de la propia fundamentación del concepto en Marx y su posibilidad de aplicación a las condiciones de vida contemporáneas.

Si para Marx la sustancia del capital es una relación social, la respuesta de Harvey va más allá:

Es un poco como la gravedad: no puedes sujetarla, no puedes sostenerla, no puedes ni olerla ni tocarla; es una fuerza muy poderosa. [...] Y de la misma forma que sólo podemos intuir que la gravedad existe por sus efectos, sólo puedes realmente intuir que el capital existe por sus efectos (MUAC, 2016:71).

La aplastante definición de Harvey resuena en Julien, configurando en cierto sentido una pregunta coreográfica y geográfica en el arte. A decir del artista: “El problema que tenemos hoy, creo, es desintegrar el capital y mapear sus movimientos invisibles.” (MUAC, 2016). Pero la coreografía (como ese arreglo controlado de un baile) también sucede en el “coloquio”. Los asistentes que pasan por ahí son Stuart Hall, Irit Rogoff, Paul Gilroy y Colin MacCabe. Este distinguido público contrapuntea la crítica de Harvey. Por ejemplo, Stuart Hall, quien cuestiona la consistencia del concepto “clase” para definir las relaciones capitalistas contemporáneas, así como la oclusión que causó este en otros igualmente definitorios como la raza y el género (MUAC, 2016:79)

Es interesante observar cómo al fin de este coloquio con elementos coreográficos Harvey es replegado hacia el dogmatismo. Pero el objetivo no es tanto invalidarlo sino hacer posible formas que expandan productivamente el debate. Ahí entra Isaac Julien y la figura del artista como agente de estas conexiones.

La segunda instalación es una producción cinematográfica de tres canales, tres grandes pantallas de alta definición, que muestran ángulos distintos de un mismo relato. Este último presenta las situaciones de seis personajes: un administrador de fondos de cobertura,2 un artista irlandés en bancarrota, un galerista, una reportera con un subastador de arte y una trabajadora doméstica filipina en Dubai. Las escenas ocurren en focos urbanos del capitalismo: Londres, Dubai, y Reikiavik, impactada por la última crisis financiera global. Son personajes poseídos o afectados por el capitalismo en los que pareciera caer a la letra la frase de Harvey, al estar orquestados en sus diferencias por una fuerza invisible y omnipresente. En alguno de los momentos de esta organización visual cinematográfica, que podríamos calificar de “brincos de perspectiva”, se frasea fantasmalmente la voz de Harvey: “... es un poco como la gravedad...” como si operara en la trastienda.

Sin embargo, no es simplemente que Isaac Julien proyecte en el medio cinematográfico el contenido argumentativo del coloquio sin que exista un problema sobre la disciplina: sobre las implicaciones que genera la articulación de una pregunta desde la disciplina y/o desde el campo indisciplinado que llamamos arte contemporáneo.

Si reflexionamos sobre el método de Julien como un “montaje expandido” (MUAC, 2016:15), nos permite ver que la estrategia que comunica a la imagen-movimiento con la forma verbal de las tesis del coloquio no es necesariamente expositiva sino insertada en la secuencia de situaciones que se asemejan a lo dicho, sin llegar a ser una calca. De esta forma no actúa como la demostración o la negación de la tesis de Harvey sino como un campo en el que se expande la pregunta: ¿dónde y en qué relación es visible el capitalismo? ¿En la proletarización urbana contemporánea de la empleada doméstica? ¿en el brillo ambicioso de los ojos de un corredor de bolsa? ¿En la sonrisa complaciente del subastador que admite sin tapujo alguno que el valor económico del arte se engancha en el movimiento del capitalismo financiero?

Es un gran logro. Julien ha podido producir una crítica, no tanto a lo dogmático que hay en el marxismo de David Harvey sino a las condiciones en las que este conocimiento opera en función de una forma disciplinaria (el coloquio) pero, al mismo tiempo, ha podido generar algo productivo de esta crítica, no propiamente bajo un modelo de refutación-comprobación sino a través de una sinergia. No se ha exhibido a modo de acusación lo que de fisiocrático y newtoniano pesa en la frase “el capitalismo es como la gravedad”, sino que el aislamiento de este pasaje —que extirpa Julien como hábil cirujano— deja expuesto tanto su error como su profundidad.

El mecanismo es complejo pero ¿qué le dice al geógrafo universitario de México? ¿En qué posición lo pone? ¿Qué tendría que decirle la exposición de Julien a los geógrafos que se han —o no— percatado de su presencia en la Universidad Nacional Autónoma de México? Probablemente mucho. Enumeraré algunas cuestiones que, bajo mi punto de vista, involucra:

  • 1.

    Una de las manifestaciones menos visibles desde algunos modos de organización de la academia es la prolífica e indisciplinada producción de conocimiento en circuitos globales que, a cada tanto, genera centros y fuerzas que difícilmente son asimiladas de vuelta, pero que actúan como una suerte de reflujo crítico que pone en entredicho los modos más tradicionales de lo que llamamos investigación. Esto es válido también para la geografía. Más allá de situarse de un lado en la producción de conocimiento, la obra de Julien impone la pregunta sobre las dificultades inherentes de generar una comunicación productiva de lo disciplinario con lo extra-disciplinario.

  • 2.

    Puede considerarse la obra de Julien como uno de los muchos impulsos en el arte contemporáneo en torno a un proceso que retoma conceptos y objetos que antes pertenecían a la geografía pero que ahora se reformulan en un campo de operaciones extra-disciplinario. Es notable que en el debate organizado por Julien haya estado presente la teórica Irit Rogoff, quien ha dedicado buena parte de su reflexión al lugar, lleno de urgencias, de la geografía en el arte (Rogoff, 2014). Y es igualmente indicativo que la identidad de Harvey en la exposición no es la de un geógrafo sino la de un “teórico marxista” (MUAC, 2016:19). Esto muestra la paradoja con la que opera el conocimiento geográfico actualmente cuando sus objetos, cuestionamientos y conceptos se ponen a la vanguardia mientras que sus formulaciones académicas son débiles, tecnificadas y sus efectos sólo son palpables en el aparato burocrático.

  • 3.

    Así, no se puede decir que la obra de arte —y esto es válido para algunos modos de producir conocimiento— en este caso, esté enfocada a dirimir posiciones confrontadas y/u ordenar bajo un nuevo alineamiento los saberes que se daban por hechos, sino a expandir el élan productivo. Eso mismo hace inoperante esa inocua propensión del geógrafo crítico (cobijado ambiguamente por la figura de Harvey) de ver el coloquio como un frente de guerra.

Referencias
[Harvey, 1982]
D. Harvey.
Limits to capital.
University of Chicago Press, (1982),
[Harvey, 2014]
D. Harvey.
Diecisiete contradicciones y el fin del capitalismo.
Traficantes de Sueños, (2014),
[MUAC, 2016]
muac.
Isaac Julien Play time & Kapital.
Museo Universitario Arte Contemporáneo, Universidad Nacional Autónoma de México, (2016),
[Rogoff, 2014]
I. Rogoff.
Terra infirma. La cultura visual de la geografía.
Programa Universitario de Estudios de Género, Universidad Nacional Autónoma de México, (2014),

Ambas obras fueron expuestas en el MUAC, del 6 de febrero al 31 de julio de 2016. También en el Museo Amparo, en la ciudad de Puebla, del 3 de septiembre al 28 de noviembre 2016.

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