En La última globalización y el renacer de los negocios familiares en el mundo Paloma Fernández Pérez demuestra el papel prominente que la empresa familiar ha tenido en la creación de lo que puede llamarse la tercera era de globalización desde los años ochenta del siglo xx. En este estudio introductorio la autora se plantea 2 objetivos. El primero es meramente empírico, ya que más que analizar se muestran datos para comparar grandes empresas que han mantenido la familia como pilar organizativo de la empresa y que han conseguido, como lo hicieran otras donde la familia no se mantiene en el ejecutivo, extender sus negocios a nivel mundial y llevar a cabo un proceso de diversificación de sus actividades.
El segundo objetivo del libro es de carácter historiográfico. Fernández Pérez propone que los estudiosos y analistas de empresas del siglo xx vuelvan, como lo hicieran en Estados Unidos a través de centros especializados en la empresa familiar, a centrarse en aquellos aspectos en los que se originan tanto la empresa como la emprendeduría familiar. Este esfuerzo, señala la autora, debe dirigirse a economías emergentes en las que las empresas familiares que se han creado y han crecido en las últimas 6 décadas han sido poco estudiadas. Tal enfoque debe, a su vez, centrarse en cuestionar la idea de que el modelo de empresa familiar sea absolutamente diferente del definido por Alfred Chandler en los años setenta, caracterizado por la integración vertical y la diversificación de las actividades dentro de una empresa.
La última globalización y el renacer de los negocios familiares en el mundo define la empresa familiar como un ente dinámico que se transforma y adapta no solo a los cambios sociales, políticos y económicos de una determinada región, sino también a los que se producen a nivel mundial. El capítulo segundo presenta datos de más de 200 grupos empresariales y empresas familiares en países desarrollados y en emergentes. Esta información constituye una buena muestra de la importancia de la empresa familiar en el mundo empresarial contemporáneo y también de la diversidad de sectores en los que este tipo de empresa desarrolla su actividad. Para el caso de Estados Unidos, como explica el capítulo tercero, los historiadores y estudiosos se han hecho eco de tal dinamismo. Para el caso de países con economías emergentes, los datos que ofrece el capítulo segundo de esta obra son solo una introducción para empezar a poder entender la «revolución silenciosa» que las empresas familiares han llevado a cabo en los últimos años. La compilación de datos de empresas familiares constituye otra barrera para los estudiosos, como apunta Fernández Pérez a lo largo de este trabajo, tanto por la naturaleza de las mismas y los problemas que pueda acarrear la transparencia por parte de las empresas como por la diversidad de medios de comunicación y sectores que dichas empresas emplean.
El último capítulo de este breve estudio analiza la creación y el posterior desarrollo internacional de 3 empresas que han mantenido la familia como eje central de su ejecutivo. Fernández Pérez elige 3 empresas creadas en países con economías emergentes: China, México y Brasil. Hutchison Whampoa, Carso y Companhia Brasileira de Distribuição o Pão de Açúcar se formaron a mediados del siglo xx y las 3 crecieron hasta diversificar sus actividades en una rama amplísima de sectores económicos tanto dentro de su país de origen como en el extranjero. Otra similitud entre el trío es que introducen a los hijos de los directivos y propietarios en el negocio desde jóvenes y ellos son capaces de mantener, y a veces transformar, el negocio, y expandirlo. Esto, según la autora, es un aspecto que explica la diversificación. La incorporación de miembros familiares más jóvenes a las empresas conlleva que estas estén abiertas a nuevos negocios y, especialmente, a aquellos en los que el mercado presenta mayor demanda. Por último, las 3 empresas tienen en común que su gran desarrollo da lugar a que tengan gran influencia en la política de sus respectivos países de origen.
La amplitud de los estudios de empresas familiares en Estados Unidos y Alemania ha concluido en un conocimiento amplio del porqué de los cambios en las grandes empresas familiares, o dinastías, durante la segunda mitad del siglo xx. En Estados Unidos específicamente se pueden apuntar 2 factores que produjeron cambios en la gestión y control de empresas familiares. En primer lugar, los cambios en los valores familiares desde 1960 en dicho país provocaron mayores índices de aceptación del divorcio y cambios en la participación de la mujer en la administración de la empresa de forma directa o indirecta. En segundo lugar, el enriquecimiento de las grandes empresas llevó a estas a tener que demostrar su contribución a la sociedad más allá del pago de impuestos, que algunas evadían, por medio de organizaciones no lucrativas. Aunque dichos aspectos puedan haber influido en la evolución de las empresas nacionales en países como China, México y Brasil, como Fernández Pérez subraya, todavía los estudios de casos en economías emergentes no han proporcionado conclusiones amplias.
La última globalización y el renacer de los negocios familiares en el mundo es, por tanto, el comienzo de un campo de estudio prometedor. Apuesta por dar a conocer importantes e interesantes conclusiones respecto a la organización de empresas, intentando entender la misma en relación con procesos históricos que solo en algunos estudios de la empresa empiezan a tener relevancia. Entre estos cabe destacar la familia, las relaciones personales entre los miembros familiares, las relaciones entre grupos étnicos y las conexiones que se establecen entre las instituciones gubernamentales y las empresas.