El profesor Bruno Marnot (Universidad de La Rochelle) vuelve a ofrecer a la comunidad cientÃfica un estudio de referencia sobre las ciudades portuarias francesas en el largo plazo. Su análisis se centra esencialmente en las transformaciones desarrolladas por las comunidades portuarias en las principales ciudades-puerto francesas. En este libro, se estudian de forma precisa algunos de los elementos que han definido a las comunidades portuarias en buena parte de Europa Occidental desde comienzos del siglo XIX, por lo que puede ser de gran utilidad en estudios de tipo comparativo. Por otra parte, el trabajo se centra en otros aspectos importantes que se refieren al desarrollo urbano, las diferentes fases de industrialización y los fenómenos de transformación de las estructuras productivas vinculadas a la actividad marÃtima.
El argumento central en este libro se desarrolla en torno al análisis de los factores determinantes que han impulsado el cambio económico, social e institucional en las ciudades portuarias francesas. Teniendo en cuenta además los distintos tipos de funciones portuarias, se señala su importancia en la definición de culturas portuarias de un carácter relativamente homogéneo.
El ámbito cronológico del estudio ocupa más de dos siglos, iniciándose en el final de las guerras napoleónicas. La destrucción de la flota mercante francesa ofrecÃa la oportunidad de recomponer un sector devastado bajo los parámetros de la incipiente era industrial. En las décadas que prosiguieron al Congreso de Viena, la jerarquÃa portuaria francesa experimentó notables cambios, con un papel cada vez más importante de los puertos «coloniales» como Marsella. En esta nueva etapa de expansión imperial, el crecimiento del mercado mundial de materias primas favoreció la transformación de los puertos franceses. La reforma institucional del último tercio del XIX emprendida por el gobierno francés, analizada previamente por el autor, se sitúa como eje de un vasto programa de inversiones cuyo objetivo era incrementar la eficiencia de los grandes puertos. Por otra parte, en este libro se exploran algunos elementos de interés como la reconfiguración de los espacios portuarios durante este proceso, que enfrentó a distintos intereses locales en cada una de las ciudades analizadas.
Otro aspecto abordado en este libro es la consolidación de las comunidades empresariales vinculadas al comercio ultramarino. La expansión comercial e industrial de los puertos franceses se acompañó del crecimiento de una nueva élite socioeconómica con un fuerte carácter local, pero también nacional. La creciente actividad marÃtima multiplicó la aparición de nuevas formas societarias, representantes de una división cada vez más especÃfica de las funciones portuarias. El autor señala también los importantes cambios en la organización del trabajo portuario, especialmente en lo relativo a las operaciones de carga y descarga de mercancÃas, pero también a otras actividades relevantes realizadas por los remolcadores, amarradores, conductores, etc. En lo que se refiere al comportamiento sociocultural de estos trabajadores, el libro ofrece un análisis de la configuración de imaginarios culturales que guardan una estrecha relación con el concepto de «legados culturales» advertido por Alice Mah en sus estudios sobre sociedades y culturas portuarias.
Siguiendo esta tendencia, el capÃtulo 4 se ocupa de las visiones culturales que rodean a las ciudades portuarias, especialmente en la época de las grandes migraciones del siglo XIX. El tránsito incesante de personas a bordo de los paquebotes a vapor es descrito de forma precisa por el autor. Este movimiento masivo de personas generó también oportunidades de negocio de diversa Ãndole. Marnot señala el crecimiento de los sectores inmobiliarios en estas ciudades, pero también la aparición de actividades de ocio como el turismo de salud para las élites económicas (pp. 98-110). Por otra parte, las cuestiones sanitarias y de seguridad en los puertos reciben también su cuota de atención, por ser un elemento esencial en la configuración de barrios portuarios con unas caracterÃsticas y sociabilidad especÃficas. La insalubridad, la violencia, el contrabando, el alcoholismo y la prostitución forman parte de la visión generalizada de muchas de estas ciudades, que son analizadas de forma precisa.
En el capÃtulo 6, Marnot estudia los importantes ajustes acontecidos en las ciudades portuarias francesas tras la Segunda Guerra Mundial, con ejemplos notables como Le Havre, Lorient, Dunkerque o Saint Nazaire. A la nueva era del gigantismo naval se agregó la reconstrucción de buena parte de las infraestructuras portuarias y sus ciudades, que habÃan sido mayoritariamente devastadas durante el conflicto. El autor señala el progresivo crecimiento del volumen comercial mundial, pero también las distintas medidas de tipo urbanÃstico que se desarrollaron en las ciudades más castigadas por la guerra. A ello se añade una reorganización de las áreas industriales francesas, siguiendo una polÃtica de concentración de estas áreas en puntos estratégicos. A continuación (capÃtulo 7), se ofrecen algunas explicaciones de carácter general a los episodios crÃticos experimentados por las ciudades portuarias francesas desde los años 1980. Los impactos de las crisis petroleras, la caÃda del tráfico marÃtimo y la desindustrialización de algunas ciudades portuarias influyeron de forma flagrante en el empeoramiento de las condiciones de vida en esas ciudades, especialmente en lo relativo al desempleo y la extensión de la marginalidad social. Marnot estudia las polÃticas desarrolladas por las instituciones para contrarrestar estas tendencias negativas. De modo especial, el autor critica el movimiento revitalizador de los frentes marÃtimos (waterfronts à la française) desde los años 1990, inspirados en una «estandarización» arquitectónica mundial que amenaza con desconectar la identidad cultural de los territorios (pp. 181-188).
El último capÃtulo se ocupa de la conceptualización de la economÃa azul en las regiones marÃtimas francesas. La importancia de nuevos nichos de negocio (tráfico de cruceros, puertos deportivos, etc.) parece ser un elemento importante en la rehabilitación y puesta en valor de frentes marÃtimos deprimidos. En este sentido, se destaca la importancia de la sostenibilidad y el equilibrio medioambiental, que no deben quedar al margen del crecimiento de las infraestructuras portuarias y del desarrollo de la actividad económica. Para finalizar, el autor reflexiona sobre el papel relativamente secundario de los puertos y las ciudades portuarias francesas en el contexto europeo actual, y observa algunas de sus potencialidades desde un punto de vista prospectivo.