El infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST (IAMCEST) es una entidad de baja frecuencia en la población joven, ya que representa menos del 3% de los casos totales1. Esta población supone un reto diagnóstico para los médicos de atención primaria, de urgencias y cardiólogos, dadas sus peculiaridades en cuanto a la forma de presentación, etiología y pronóstico.
Se presenta el caso de un varón de 22 años de edad sin antecedentes de interés que acudió al servicio de urgencias de nuestro centro por dolor torácico. El paciente negaba tajantemente consumo de drogas; sin embargo, destacaba la presencia de una reciente tromboembolia pulmonar bilateral masiva en el hermano a la edad de 30 años. El dolor era de perfil típico para angina: centrotorácico; opresivo; de reposo; irradiado a cuello; acompañado de cortejo vegetativo y de menos de 2 h de duración. A su llegada, y según protocolo habitual de urgencias, se realizó un ECG de 12 derivaciones (fig. 1A). A pesar de la edad del paciente y de la ausencia de consumo de tóxicos, fue diagnosticado de IAMCEST y se inició doble antiagregación con ácido acetilsalicílico (100mg) y prasugrel (60mg). De manera urgente se realizó una coronariografía, en la que se objetivó una oclusión trombótica a nivel de la arteria descendente anterior proximal (fig. 1C). El resto de las arterias coronarias eran lisas (sin enfermedad aterosclerótica; fig. 1B). Se procedió a revascularización percutánea con implante de un stent farmacoactivo sin complicaciones (fig. 1D), con un excelente resultado final (fig. 1 E y F). Durante la evolución posterior en planta de cardiología no hubo eventos de interés, por lo que fue dado de alta con indicación de estudio por hematología para descartar algún tipo de status de hipercoagulabilidad.
A) Electrocardiograma en urgencias. B) Arteria coronaria derecha sin lesiones angiográficas significativas. C) Oclusión trombótica proximal de la arteria descendente anterior; circunfleja sin lesiones angiográficas. D) Angioplastia con stent farmacoactivo de la arteria descendente anterior. E y F) Resultado final postangioplastia con stent farmacoactivo.
El infarto en pacientes jóvenes sigue siendo más prevalente en varones que en mujeres2. Sin embargo, y al contrario que en la población general, la presencia de historia previa de angina de esfuerzo es poco frecuente. Hasta un tercio de los pacientes jóvenes presentan una etiología atípica de IAMCEST, con una incidencia elevada de arterias coronarias sin lesiones (hasta del 18%). Dentro de las etiologías atípicas (trombofilia hereditaria, abuso de cocaína, enfermedad de Kawasaki, embolia en endocarditis infecciosa, síndrome de anticuerpos antifosfolípidos, disección coronaria espontánea, embolia paradójica en pacientes con foramen oval3, etc.) los estados de hipercoagulabilidad son la causa más frecuente. Es importante identificar a este tipo de pacientes, pues presentan un mayor riesgo de complicaciones graves, la principal de las cuales es la trombosis del stent (con las implicaciones en el manejo farmacológico y en el pronóstico a corto plazo que ello conlleva)4. Por otro lado, es más frecuente la afectación de un solo vaso, lo cual mejora el pronóstico a largo plazo de estos pacientes, comparado con el de la población general5. Por regla general, los pacientes jóvenes presentan una mejor evolución que los de mayor edad. Sin embargo, la mortalidad a los 15 años alcanza el 30% en algunas series, lo que pone de manifiesto la importancia de una correcta adopción de medidas de prevención secundaria en esta población, del seguimiento estrecho ambulatorio, de un diagnóstico precoz inicial y del control de posibles recurrencias6. Es en estas funciones en las que el papel del médico de atención primaria adquiere una relevancia capital.
Aunque el IAMCEST es muy poco frecuente en pacientes menores de 30 años, no debemos olvidar que no se puede descartar solo por la edad. La etiología es variada, entre la que destacaba la hipercoagulabilidad hereditaria como primera causa. Consideramos que los médicos de atención primaria, de urgencias y cardiólogos clínicos debemos abandonar el axioma consumo de cocaína-infarto en gente joven. Nuestro atípico caso es un claro ejemplo de cómo los antecedentes familiares y la correcta ejecución de los protocolos de dolor torácico en urgencias/atención primaria jugaron un rol importante en el diagnóstico y tratamiento final del paciente.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
Conflicto de interesesNo.