Objetivos: Conocer si la educación grupal y seguimiento telefónico mejoran el control terapéutico de los pacientes anticoagulados de una zona de salud respecto a la estrategia convencional. Valorar la adherencia a la medicación. Valorar las complicaciones de la anticoagulación.

Metodología: Se realizó un ensayo clínico aleatorizado de cohorte longitudinal de 156 pacientes con control ambulatorio de INR de dos centros de salud de Madrid (Goya y Ciudad Jardín) durante seis meses, entre octubre de 2015 y marzo de 2016. Al grupo de intervención se le impartieron tres sesiones grupales y se realizó seguimiento y apoyo telefónico por enfermería; en el grupo control solo se mantuvo una entrevista educacional. En ambos se aportó información por escrito y dispensador de medicación. Para valorar la adherencia se utilizaron el cuestionario de Morinsky Green, el porcentaje de ocasiones en los que el INR se mantuvo en rango y las dispensaciones de recetas. Se realizó posteriormente estudio estadístico con SPSS para comprobar si existieron relaciones significativas.

Resultados: De los 156 pacientes, finalizaron el estudio 145 (76 del grupo de intervención y 69 del grupo control). Los grupos difieren en edad y en Charlson; sin embargo, no difieren en sexo, grado de polimedicación o de complicaciones. Se observa un efecto importante de la intervención sobre la probabilidad de obtener un Morinski igual a 1, ajustado por edad y Charlson obtenemos como resultado que la intervención aumenta 3,1 veces la probabilidad de Morinski = 1 (p = 0,21). La intervención afecta también a la recogida de la medicación, obteniéndose una OR = 0,18 (p = 0,004). Por contra, el efecto de la intervención sobre la asistencia y la probabilidad de tener INR en rango, es muy pequeño.

Conclusiones: Buscar estrategias para una mejor adherencia a tratamientos debe ser una importante meta de los médicos de atención primaria.

Palabras clave: Promoción salud. Anticoagulantes.