Descripción del caso: Mujer de 25 años, arquitecta. Acude a consulta muy angustiada por incapacidad para conseguir orgasmo con su pareja, desde el inicio de sus relaciones hace ahora 2 años. Refiere poca lubricación, no placer durante el juego y dolor al inicio de la penetración. Ha conseguido orgasmo con la masturbación aunque ha abandonado esta práctica hace tiempo. Refiere no fingir respuesta orgásmica aunque confiesa conductas evitativas.

Exploración y pruebas complementarias: No toma fármacos habitualmente, no tabaco y alcohol ocasionalmente. Revisión ginecológica normal y sin antecedentes médicos de interés. Se le realiza historia clínica y psicosexual para determinar si la dificultad es primaria, secundaria, situacional, generalizada. Se averigua el inicio de la atracción sexual, fantasías eróticas, relaciones con otras parejas, conductas sexuales, educación sexual, historia familiar y acontecimientos vitales, estilo de vida y antecedentes psicológicos en los que me llama la atención su miedo a la muerte desde niña, motivo por el que precisa terapia a los 13 años. Analítica completa con FSH, LH, progesterona, testosterona, prolactina normales. Se administran cuestionarios como SAI-E, GRISS.

Juicio clínico: Trastorno del orgasmo femenino situacional, moderado.

Diagnóstico diferencial: Vaginismo. Dispareunia. Deseo sexual hipoactivo. Trastorno de la excitación. Aversión sexual.

Comentario final: A la paciente se le ayuda a potenciar erotofilia, lectura, fotografía y arte erótico. Se le insiste en focalización sensorial, autoestimulación con introducción vaginal y vibradores digitales. Se le ayuda en la erotización y capacitación orgásmica durante varias sesiones en consulta programada hasta conseguir el orgasmo con su pareja, con la que ha decidido irse a vivir juntos. En la actualidad, la prevalencia de las disfunciones sexuales femeninas es muy elevada. Es habitual que las dificultades en sexualidad estén muy ínterrelacionadas. El trastorno de excitación conduce a una falta de deseo en un tiempo rápido que en ocasiones deriva a aversión sexual. De la misma manera, un deseo hipoactivo va a condicionar que la mujer no se concentre y pierda capacidad para lubricar y excitarse.

Bibliografía

1. Cabello Santamaría F. Manual de sexología y terapia sexual. Madrid. Editorial síntesis, 2010.
2. Burgos G. Mente y deseo en la mujer. Madrid. Editorial Biblioteca Nueva, S.L. 2009.
3. Amezcua E. El Ars amandi de los sexos. Madrid, 2000.

Palabras clave: Orgasmo. Deseo. Erótica.