347/4306 - PAPEL DEL MÉDICO DE FAMILIA EN LA PREVENCIÓN DE LA ACCIDENTALIDAD POR TRÁFICO EN ANCIANOS. UN DISEÑO CUALITATIVO
aMédico de Familia. Centro de Salud de Baza. Granada. Profesor del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública. Universidad de Granada. Cátedra de Docencia e Investigación en Medicina de Familia SEMERGEN-UGR. bMédico Residente de 1er año de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Alcalá La Real. Jaén. cProfesor del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública. Universidad de Granada. dBecario predoctoral. Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública. Universidad de Granada. Cátedra de Docencia e Investigación en Medicina de Familia SEMERGEN-UGR. eMédico Residente de 1er año de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Gran Capitán. Granada. fMédico de Familia. Centro de Salud de Pulianas. Granada.
Objetivos: i) Conocer la opinión de los ancianos usuarios de la vía respecto al potencial papel del médico de familia en relación con su seguridad vial. ii) Indagar acerca de los principales factores facilitadores, así como las barreras percibidas para, dado el caso, restringir temporal o definitivamente su conducción. iii) Conocer la influencia del entorno sociofamiliar en sus patrones de movilidad.
Metodología: Se llevó a cabo un diseño cualitativo de tipo grupo focal. Mediante un muestreo intencional a partir de informadores clave (los propios médicos/as de familia), se seleccionó un grupo de 17 ancianos procedentes de 4 cupos con diferente género, edad y patologías. A todos ellos se les preguntó su percepción sobre el potencial papel de su médico en la prevención de accidentalidad por tráfico en ancianos. El análisis de la información reveló una razonable saturación discursiva. Tres investigadores de manera independiente llevaron a cabo la triangulación de contenidos identificando los códigos y categorías más recurrentes.
Resultados: El papel del médico de familia en la prevención de la accidentalidad por tráfico en el colectivo de ancianos se encuentra a juicio de éstos escasamente definido. Pese a reconocer que el padecimiento de ciertas patologías (diabetes, deterioro cognitivo, etc.), así como el consumo de determinados fármacos (hipnosedantes, hipotensores, etc.), pueden incrementar el riesgo de verse implicado en accidentes, los ancianos dan un mayor peso a su percepción subjetiva de sus capacidades “todavía me siento capaz”. Finalmente, la familia y el contexto social se erigen como elementos clave en esta cuestión tanto para el cese: “mi mujer y mi hijo ya me han dicho que no debo coger más el coche”, como para continuar conduciendo: “¿Quién llevará a mis nietos al colegio o a mi señora a hacer la compra...”.
Conclusiones: Pese a que desde diversos organismos nacionales e internacionales se atribuye un importante papel al médico/a de familia en la prevención de la accidentalidad por tráfico en ancianos, parece claro que, como en otros muchos problemas de salud, la opinión del paciente y/o la familia debe ser necesariamente tenida en cuenta para dar consejos preventivos al respecto.
Palabras clave: Ancianos. Accidentalidad por tráfico. Prevención.