Caso clínico
Se trata de un varón de 31 años, fumador de 30 cigarrillos al día desde los 20 años y bebedor moderado.
Refiere la aparición de un exantema muy pruriginoso, con lesiones que afectan a cabeza, tronco y raíz de extremidades, que evolucionan de pápulas a vesículas y costras. A las 48 horas de dicho exantema presenta disnea progresiva hasta hacerse de reposo, fiebre de 39° C y odinofagia.
La exploración física mostró un paciente con buen estado general, consciente, colaborador, sin cianosis ni taquipnea. La inspección reveló un exantema generalizado con lesiones en diversos estados evolutivos. La faringe estaba enrojecida y se apreciaban lesiones úlceropapulosas. La auscultación cardíaca era rítmica y sin soplos. Se detectaron crepitantes bibasales en la auscultación pulmonar.
Métodos diagnósticos y alteraciones radiográficas
La radiografía simple de tórax muestra un patrón nodular bilateral, muy profuso, que se localiza sobre todo en los dos tercios inferiores de ambos hemitórax (figs. 1 y 2). Se observan además algunas áreas de consolidación alveolar. No se aprecia derrame pleural ni adenopatías mediastínicas.
Fig. 1.
Fig. 2.
El hemograma objetivó leucocitosis sin desviación izquierda. En la bioquímica destacaban: triglicéridos, 214 mg/dl; GOT, 83 U/l; GPT, 159 U/l, y GGT, 133 U/l. En el estudio de coagulación el fibrinógeno era de 443 mg/dl, el resto normal. La saturación percutánea de oxígeno era del 82% a su ingreso.
Con los datos anteriores se estableció el diagnóstico clínico-radiológico de neumonía varicelosa y se pautó tratamiento con aciclovir a dosis de 15 mg/kg cada 8 horas. La evolución fue satisfactoria, observándose una franca mejoría de la clínica, así como de la radiología. El paciente fue dado de alta a los ocho días.
Comentarios
La varicela es una infección muy contagiosa provocada por el virus varicela-zoster (VVZ) que afecta sobre todo a niños entre uno y catorce años, siendo infrecuente en el adulto. El período de incubación suele ser de 14 a 17 días, existiendo una fase prodrómica, previa al exantema. Las complicaciones son poco frecuentes, destacando la ataxia cerebelosa en niños y la neumonía varicelosa en adultos. Más raro es la aparición de miocarditis, hepatitis, glomerulonefritis y diátesis hemorrágica.
La neumonía varicelosa afecta al 15% de los adultos que sufren varicela y tiene una mortalidad ente el 10% y 30% (especialmente virulenta en embarazadas). Son factores de riesgo el hábito tabáquico, el embarazo y la inmunosupresión. La clínica suele aparecer entre el primer y sexto días de la erupción, cursando con tos escasamente productiva, disnea y fiebre. La exploración, exceptuando las lesiones cutáneas, muchas veces es anodina, sin correlación con las lesiones radiográficas.
La radiología suele caracterizarse por nódulos de 2 a 10 mmde diámetro, difusos, que pueden progresar a imágenes de consolidación. Al resolverse las lesiones a veces se observan imágenes de calcificación. Se suele detectar repercusión funcional puesta de manifiesto por hipoxemia, hipocapnia y gradiente alveoloarterial elevado.
El tratamiento de elección es aciclovir por vía intravenosa a dosis de 5-15 mg/kg cada 8 horas. Su eficacia es tanto mayor cuanto más pronto se inicie su administración. Los estudios más recientes comunican una disminución en la tasa de mortalidad que se piensa que quizá pueda deberse al uso precoz de esa medicación.
Ante todo paciente adulto con varicela debe tenerse en cuenta la posibilidad de que desarrolle una neumonía y valorar la realización de una radiografía de tórax con vistas a establecer un diagnóstico y tratamiento precoces.