Leo una vez más “Martes con mi viejo profesor” (Mitch Albom), y vuelvo a reflexionar en “ese tiempo solo mío”, sobre los valores, sobre las prioridades,… y me doy cuenta de que esta vez el maquinista es el que debe apearse en la Próxima estación de Medicina Paliativa (Med Paliat).
Recuerdo cuando me ayudó a subir al tren, la Dra María Nabal. Pienso que todos tenemos unos referentes en nuestro trabajo y en general en la vida y ella es una de los míos. De su mano, con su generosidad, aprendí algo sobre el mundo editorial e intenté volcar lo aprendido en aras de que nuestra joya, la Revista Med Paliat, se colocara en el lugar que le correspondía. Acompañado, por otro de mis referentes, el Dr Alberto Alonso, y por un magnífico equipo directivo y editorial, he tenido el privilegio de conducir un tren único, con unos vagones de lujo: El de los revisores, el de los lectores, el de los editores,… y todas las paradas, con la bajadas y subidas de nuevos viajeros han sido enriquecedoras.
En este periplo, y entre todos, se han conseguido varios objetivos: La disminución del tiempo editorial, la reducción del stokaje de artículos (rémora de la editorial anterior), conseguir Factor de impacto, el aumento del número de páginas por número (Gracias al esfuerzo de SECPAL) y el poder ser visibles en ciertas bases de datos. No llegamos a la Estación de Medline pero se otea en el horizonte.
Me gustaría pedir perdón en este último trayecto, a todos aquellos autores que depositaron su confianza en nuestra publicación para que sus manuscritos pudieran ver la luz. Por desgracia y como rezaba una parte de nuestra contestación, en estos últimos años, ha existido una gran competencia por hacerse un hueco en Med Paliat y ello inevitablemente, significa que a veces debíamos rechazar trabajos no exentos de interés. Sinceramente, como responsable último, lamento haber decepcionado sus expectativas.
En la próxima parada se bajará ELSEVIER y subirá INSPIRA, quien será acogida con la misma ilusión por el nuevo equipo editorial. Aunque como sabe Mª Eugenia y Paz he sido crítico en varias ocasiones con ellas, quería agradecer a las responsables de ELSEVIER, el trato y las facilidades que me han podido brindar.
Finalmente, quería dar las gracias al Dr Jesus Gonzalez Barboteo, el haber aceptado, con ilusión, el ocupar el rol del nuevo maquinista. No pretendo ser augur de nada, pero algo me dice que alguien con tanta formación y compromiso convertirá a Med Paliat en un AVE, donde todos querrán subir, probablemente porque es nuestra obligación como socios.
En 2019, se cumplirán 25 años del viaje ininterrumpido de Med Paliat, entre todos seguro que conseguimos un destino mucho más largo… sin embargo ahora a mí me toca bajar, y os aseguro que he disfrutado del viaje.
“la vida no siempre son trenes a los que hay que subir, a veces son estaciones en las que hay que bajar (anónimo)