Cabero Roura L, Rodríguez Saldívar D. Operatoria obstétrica. Una visión actual. México: Médica Panamericana; 2009:357 pp. ISBN 978-607-7743-06-4
Está con nosotros el tratado médico titulado "Operatoria obstétrica. Una visión actual". Es una obra editada por el Dr. Luis Cabero Roura, Jefe del servicio de obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Materno-Infantil Vall d'Hebron, de Barcelona, España, y el Dr. Med. Donato saldívar Rodríguez, Jefe del servicio de obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González de la Facultad de Medicina de la UANL, en Monterrey, México, y Director del mismo.
El libro fue impreso a fines de septiembre de 2009 en el taller que tiene instalado la Editorial Médica Panamericana en la Colonia Chapultepec Morales de la Ciudad de México. En esta ocasión esta empresa nos entrega la excelencia del trabajo al que nos tiene acostumbrados. Podría decirse que este volumen está como el pan recién salido del horno: ¡caliente, sabroso y nutritivo!
Estoy seguro de que este tratado tendrá una recepción halagüeña en el universo médico de la obstetricia y la ginecología. Me apresto a felicitar sinceramente a los autores y a los editores, que pudieron materializar la idea. Con seguridad absoluta puedo advertir que si la obra a mí -que soy neurocirujano- me ha parecido extraordinariamente instructiva, a los pares de los editores les parecerá insuperable.
Se trata de un libro firmemente encuadernado, de 27 x 20 centímetros de dimensiones, presentado en pasta dura (y papel liviano) y que en 376 páginas de principio a fin (357 numeradas con caracteres arábigos) da cabida a un Prólogo, una Introducción, un Repertorio preliminar de Materias, un muy nutrido Índice Analítico final de 12 páginas y -como si los autores recordaran la célebre pregunta que formulara la heroína del cuento Alicia en el País de las Maravillas (1865) del escritor británico Lewis Carroll (Charles Lutwidge Dodgson, 1832-1898), no ante el Conejo Blanco, que lo verá después, sino ante su hermana lectora: ¿Qué tan bueno es un libro sin imágenes ni diálogos?- la obra que hoy revisamos nos regala con un extenso coloquio y no menos de 225 ilustraciones, refinadamente presentadas en forma de esquemas, dibujos e imágenes radiográficos, ultrasónicos, tocográficos y de otros tipos, desde luego, sin faltar las tablas, los cuadros y los algoritmos. Aunque, sí, algún pubis pudo haber sido fotografiado mejor rasurado (Figura 14. 2-3).
Y si me columpiara en el concepto de que la retórica es "el arte de la comunicación eficiente y efectiva entre dos sujetos por medio del lenguaje" -en este caso autor y lector, por tratarse de palabra escrita- esta obra posee plenitud de contenido y significado, igual que como lo contiene el lenguaje hablado inteligente. Los 37 capítulos, cada uno con su propia sección de conclusiones y bibliografía relacionada con el tema, pasan juicio sobre la teoría, la técnica y, sobre todo, los principios de la práctica de la obstetricia y la Ginecología, y que, como prueba de plétora de conocimientos y dominio de destrezas, escriben 36 reconocidos maestros de los servicios hospitalarios en los que ellos enseñan. Estoy seguro de que, precisamente, el contenido y el significado de los textos nutrirá -como el pan caliente al que aludía- la mente de los lectores más exigentes: desde los especialistas consumados, hasta los que están en el camino de serlo, es decir, los estudiantes de pregrado y posgrado, los de nuestra Facultad, igual que los discípulos de todos los planteles educativos donde se enseña la medicina en español, porque la perspectiva que de inmediato se advierte en el libro es el deseo de trascender las fronteras locales en aras de la expansión de los confines geográficos e individuales en esta aldea global en la que vivimos.
De los 37 capítulos, 27 son de autores españoles: 21 catalanes que provienen del Hospital Universitario Materno-Infantil Vall d'Hebron de la Universidad Autónoma de la bellísima Barcelona de Cataluña, a la orilla del Mediterráneo, con su Antonio Gaudí (1852-1926) y su Sagrada Familia, y sus Ramblas flanqueadas por árboles y rematadas frente al mar en la columna que sostiene la estatua de Colón señalando a lo lejos la ruta de su destino. otros dos autores derivan del Complejo Hospitalario en Toledo, el hogar de El Greco (1541-1614), del cretense Domenikos Theotokópoulos, con su majestuosa iglesia santo Tomé y su Entierro del Conde Ordaz; otros dos provienen de los Hospitales sanitas La Moraleja y el inmenso (1 700 camas) Hospital General Universitario Gregorio Marañón, de Madrid; la de seis universidades y su museo de esculturas al aire libre; otro nació en el Hospital Quirón de Barcelona, y uno más, en el Hospital son Dureta, de Palma de Mallorca, la cuna del Arabus Christianus, el beato Ramón Llull (1235-1315). De los 10 capítulos surgidos de este lado del Atlántico, uno proviene del Hospital Universitario del salvador, y nueve son autoría de compañeros médicos del Hospital Universitario -"nuevo en espíritu"- de Monterrey del Cerro de la silla, su Feria Internacional posbarcelonense y el Paseo santa Lucía.
Vale la pena hacer notar que en 12 de los 37 capítulos destaca la colaboración del Dr. Luis Cabero Roura, que, en números, reúne un poco más del 50% del número de las páginas del libro. El Dr. Cabero y el Dr. Donato saldívar, como coeditores de esta obra, muestran no sólo su innegable madurez en el conocimiento de la materia que les ocupa, sino que dejan impresa una vez más su entrega a la filosofía médica de la enseñanza a fin de compartir su amplia experiencia con los que menos tienen a la vez que manifiestan su desempeño como esforzados maestros y benefactores de los seres humanos.
Los capítulos de Operatoria Obstétrica cubren todos los aspectos toco-quirúrgicos o "tocúrgicos" de la Especialidad, sin olvidar los elementos de la anatomía funcional de la pelvis, los mecanismos del parto en todas las presentaciones del feto, el embarazo ectópico, la inversión o la rotura uterinas y muchos otros temas de esta índole. En la obra se describen las técnicas concernientes al legrado uterino, la episiotomía, el cerclaje del cérvix, la correcta aplicación de las hojas de los ocho tipos de fórceps obstétricos, se hace especial mención de la espátula de Thierry y la ventosa obstétrica -incluso la de nuestro Salinas- y se reflexiona sobre las 17 opciones quirúrgicas para intentar resolver el problema de la incompetencia cervical, además del papel que desempeñan los tumores uterinos y extrauterinos en el curso del embarazo y el momento del alumbramiento.
También se ofrecen consejos respecto al uso correcto del cinturón de seguridad en el caso de la mujer encinta durante la conducción de automóvil o camioneta, y se repasa la cuestión de los traumatismos: los padecidos "espontáneamente" por la mujer embarazada y los "iatrógenicos" sufridos por la madre, el bebé, o ambos en el curso de un procedimiento tocúrgico. Es impresionante la fotografía N° 33.1 de un neonato que presenta una herida incisa en la región frontal izquierda "producido por instrumento cortante tras una cesárea". Éstos y otros tipos de padecimientos que afectan al recién nacido se analizan en el capítulo relativo a las Lesiones neonatales secundarias a la tocurgia. se trata el mecanismo de diversas complicaciones que afectan el sistema nervioso central y el periférico del neonato, incluso las hemorragias intracraneales sintomáticas (extradurales, subdurales y subaracnoideas) cuya prevalencia, según el autor, varía desde 3 a 9 por cada 10 000 recién nacidos vivos en partos espontáneos vaginales no instrumentados, hasta 10 a 19/10 000 cuando se aplican fórceps obstétricos. El texto se ocupa también de la prevención de las fracturas en los neonatos ocurridas en diversos segmentos del esqueleto: desde las de clavícula, fémur y húmero, hasta las de las vértebras cervicales proximales con el ominoso daño medular, y las parálisis completas o incompletas del plexo braquial, o las de diversos nervios craneales (facial, frénico, laríngeo). Del mismo modo, se señalan las fisuras lineales del cráneo del bebé o de las depresiones craneales, las mal llamadas "fracturas" en ping-pong.
Es interesante mencionar que no pocas veces esta deformación del cráneo del bebé a su nacimiento -digámoslo de paso- se atribuye injustamente a la incorrecta aplicación de las hojas del fórceps que utiliza el obstetra, cuando puede deberse a la compresión, generalmente prolongada -pero fisiológica e inevitable- del cráneo del feto contra el promontorio sacro en su viaje hacia su vida extrauterina, pues las he visto -y dado a conocer en las publicaciones especializadas- como resultado de partos espontáneos no instrumentados, y se sabe que suceden incluso en cesáreas. Por otra parte, dichos hundimientos se pueden resolver fácilmente aplicando tracción percutánea balanceada sobre el centro de la depresión del hueso afectado -generalmente el parietal- con un anzuelo estéril sin barbas o con la punta de una aguja metálica de punción lumbar hecha gancho con una pinza hemostática en ese momento.
Y, además, hay secciones del libro dedicadas al Control de la Calidad en la operatoria obstétrica y al Estudio de los costos de la asistencia tocúrgica, con sus valiosas observaciones acerca de la cada vez más frecuente "Cesárea a demanda" (cesárea de conveniencia o a petición de parte) por ser temas también de actualidad.
Y a la manera del clásico cierre con broche de oro, en el final de este tratado encontramos la colaboración del Presidente de Honor de la sociedad Española de Ginecología y obstetricia en el capítulo que se ocupa de los aspectos médico-legales del ejercicio obstétrico. En este capítulo se reflexiona sobre algunos problemas que afectan a los practicantes de la Especialidad en España desde el punto de vista jurídico, pero se tratan como si fueran analizados también desde las perspectivas universales de la Ética o la Deontología, por lo que dan oportunidad al lector a replantearse interrogantes y recavilar sobre nuevas soluciones a distintos temas que el otro Potter -no Harry, sino Van Renselaer Potter (1911-2001), el Padre de la Bioética, desde Wisconsin en 1971- colocó en la mesa de la reflexión biomédica en los países de los cinco continentes, y que en México tuvieron amplia difusión gracias a la acción de mi querido amigo, el Dr. Manuel Velasco suárez (1914-2001), el Padre de la Bioética en Latinoamérica. De su observación de que "el médico debe ser por vocación y no por equivocación" pasaba don Manuel a asentar sabiamente que "El hombre no vale por lo que tiene, ni siquiera por lo que sabe, sino por lo que sirve."
Desde luego, la sombra amenazante de una demanda legal contra el facultativo está a la orden del día en obstetricia y Ginecología, como ocurre en el resto de las especialidades, y en México al igual que en España, en cada momento y en cada lugar. Y las compañías de seguros, en todo momento y en todo lugar -voraces como han sido al industrializar la noble profesión de la medicina y comerciar con la salud humana amenazada- aprovechan la situación para incrementar sus primas y su increíble ganancia económica. Esta situación, en algunas regiones del vecino país del norte, ha ocasionado que algunos médicos -en particular obstetras- prefirieron cerrar sus consultorios, ejercer una medicina altamente defensiva, o ¡mudarse fuera del estado de Florida! Hoy por hoy, la queja contra el médico vía judicial es la comprobación del quebranto de la relación armónica que una vez existió en el binomio médico-paciente, y representa la insatisfacción más absoluta del "cliente" o del "usuario", como tan despersonalizadamente se ha pretendido llamar a los pacientes de un tiempo para acá.
A los amigos, dice el refrán popular, se les conoce en la cama y en la cárcel... ¡Y en las presentaciones de libros! añado yo, y con mis agradecimientos renovados por haber sido invitado a ser parte de esta celebración, debo aprestarme a cerrar mi intervención. Inmerso en ese espíritu de confraternidad que se manifiesta engolosinado entre los integrantes de las dos Facultades de Medicina de Monterrey y de Barcelona, deseo concluir con un pensamiento que retrata el espíritu perseverante e infatigable de los editores del libro y de todos los autores -tengo el privilegio de conocer a algunos en persona, a otros, por referencias de amigos-, aunque, como paradigma universal, se adaptaría muy bien al espíritu colectivo de los seres humanos y humanistas que se lo podrían apropiar como lema: "Vivir" -dice nuestro hombre- "no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir, y no dormir sin soñar... Descansar, es empezar a morir." Éstas son palabras del médico, escritor, poeta, eticista, filósofo, historiador, autor, político liberal y hombre comprometido con los cambios sociales de su momento en España, el madrileño don Gregorio Marañón y Posadillo (1887-1960).