La medicina de trasplantes en México se remonta a los años 50 y 60 del siglo XX, cuando los primeros investigadores se "aventuraban" en ese camino áspero y lleno de incertidumbre llamado trasplante de órganos. Fue en 1963 cuando los tres primeros trasplantes renales vieron la luz en nuestro país. La medicina y la cirugía de trasplante han evolucionado mucho desde entonces; han dejado de ser el ámbito exclusivo del cirujano multifuncional, dada la complejidad clínica que representan estos casos, y se ha convertido en una especialidad multidisciplinaria que requiere de un esfuerzo institucional para tener éxito.
Es precisamente en este aspecto en donde el Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González ha triunfado. Mientras otras instituciones consideran que los trasplantes de órganos y tejidos son competencia única del cirujano, la Universidad Autónoma de Nuevo León, ha ensamblado equipos que incluyen toda clase de especialistas y sub-especialistas dedicados exclusivamente a estas actividades. En este número de la Revista de Medicina Universitaria se expone la casuística de 10 años (1999-2009) sobre los diferentes programas de trasplante de la UANL. Se presenta, a través de datos simples, crudos y sin maquillaje en donde los autores dejan ver lo bueno, lo malo y lo feo de un sistema nacional que todavía no puede alcanzar la plena madurez para colocar a todos los centros dedicados al trasplante de órganos y tejidos en lugares que desde hace varios lustros están ocupados por centros hospitalarios en países como Brasil y Argentina.
Lo bueno: El Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González ha logrado amalgamar varios programas de trasplantes en una sola Institución: córnea, hígado, hueso, células hematopoyéticas, riñón, pulmón y páncreas. Además de ello, tiene un sitio privilegiado como uno de los hospitales que cuenta con autorización por parte del Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) para la procuración y trasplante de órganos y tejidos además de ostentar la licencia de Banco de Tejidos para sus programas de córnea y hueso. Ese privilegio: procurar, almacenar y trasplantar; es compartido solamente por 88 hospitales en todo el territorio nacional. Todo ello pone al Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González a la vanguardia de los trasplantes en México.
Los autores informan 1725 trasplantes en general en el lapso estudiado; eso es un promedio de 172 trasplantes por año; número que efectivamente lo posiciona como un centro con una actividad sostenida en la práctica del trasplante de órganos y tejidos. Los 871 trasplantes de hueso en sus diferentes modalidades, lo sitúan a la cabeza de este tipo de procedimiento a nivel nacional. Los 343 trasplantes de células hematopoyéticas y los 292 trasplantes de córneas también traducen el interés institucional en lo referente al trasplante de tejidos.
En el apartado de órganos sólidos; los de riñón e hígado están ya consolidados, con 129 y 81 procedimientos respectivamente. En tanto pulmón (10 procedimientos en seis años) y páncreas (tres procedimientos en cinco años) no podrían contarse como programas activos de acuerdo a los parámetros establecidos para mantener la competencia clínica y académica requeridas. Los trasplantes hepáticos realizados en la UANL conforman una de las series más grandes en la bibliografía mexicana. La más recientemente publicada es la del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición (INCMN) en 2003, en la que presentan 44 casos, los primeros 22 entre 1976 y 1999.1 Ello traduce que la UANL logró duplicar en 10 años lo que el INCMN realizó en 30.
A la fecha no hay datos sobre los programas de San Luis Potosí o Guadalajara que han sido publicitados como los más activos del país. La única casuística del grupo de Guadalajara consta de 12 pacientes con trasplante hepático en quienes se midieron niveles de apolipoproteínas.2 Los autores informan también que, en sus 81 trasplantes hepáticos, tienen una tasa de re-trasplante de 3.7% lo que va de acuerdo con los estándares internacionales
Otro de los logros que ha alcanzando la UANL a través de su Hospital Universitario, ha sido alcanzar a un segmento de la población que se encuentra desprotegido en lo que se refiere a atención de la salud. La UANL ha logrado llevar la práctica de la medicina de vanguardia y excelencia académica a quien realmente lo necesita y cumple así con uno de los más altos objetivos como institución educativa y asistencial.
Lo malo y lo feo: En lo que se refiere al trasplante renal, los autores informan que 75% de sus procedimientos corresponde a trasplantes de donadores cadavéricos en tanto que la tendencia nacional es que 80% de los trasplantes renales provengan de donadores vivos relacionados (datos del Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA). SIRNT, 15 de enero de 2010). La conclusión de los autores es que ello quizá guarda relación con una mayor tasa de procuración de donador cadavérico aunque en su introducción es precisamente la "escasa cantidad de donadores disponibles" la razón para que "muchos pacientes no tengan acceso a esa posibilidad".
Es de llamar la atención que siendo las enfermedades hepáticas una de las diez primeras causas de morbi-mortalidad en nuestro país, sean sólo 311 pacientes a nivel nacional, quienes esperan un trasplante hepático al seis de abril de 2010, de acuerdo con los datos del Registro Nacional de Trasplantes disponibles en su página web. Ello quizá traduce en parte la poca educación en salud y específicamente en trasplante de órganos (en este caso hígado) de la que los autores hacen mención ya que, a cambio, existe una lista de 6579 pacientes en espera de un trasplante renal. En este aspecto la tarea por realizar es aún ardua. El promedio de trasplantes hepáticos en 10 años es tan solo de ocho anualmente. Ello no garantiza la competencia quirúrgica o clínica que se requiere para la práctica segura y la formación de futuros especialistas en el área.
La UANL, y más específicamente sus programas de trasplante continúan adoleciendo, al igual que el resto de instituciones de salud dedicadas al trasplante de órganos y tejidos en el país; de un sistema eficiente para la donación, procuración y asignación de órganos. De hecho los autores mencionan en la discusión de su artículo al "factor económico" como una de las principales limitantes para la continuidad y crecimiento del programa de trasplante pulmonar en tanto que también mencionan que es necesario "aumentar la cultura" para la donación de órganos ya que observan "una gran desproporción entre el elevado número de los candidatos que requieren un trasplante y la relativamente escasa cantidad de donadores disponibles".
De acuerdo con el propio CENATRA, las donaciones concretadas entre los años 2006 y 2009 fueron de 678 (año 2006) a 986 (año 2009). Si se toma en cuenta que la lista general de pacientes en espera de un trasplante de órganos y tejidos agrupa a 12,636 individuos; ello representa una donación que se incrementó solamente en 2.44% en ese lapso lo que equivale a menos de un donador por millón de habitantes. De acuerdo a la página de internet www.nationmaster.com, en 2002 Bélgica realizaba 21.03 trasplantes hepáticos por millón de habitantes, España ocupaba el tercer lugar de dicho listado con 17.2 trasplantes hepáticos por millón de habitantes en tanto que México se encuentra en el lugar 29 de 29 países evaluados con 0.05 trasplantes hepáticos por millón de habitantes.
En México, un país de 107 millones de habitantes, en donde desde hace 18 años existe una instancia gubernamental rectora del trasplante de órganos y tejidos que hoy ostenta las siglas CENATRA, es difícil de aceptar que, no sea precisamente esa entidad la que se encargue de hacer eficiente la educación para la donación de órganos y tejidos. Es también difícil de aceptar que programas de trasplantes exitosos como el de la UANL deban depender de "recursos propios y programas de donativos" cuando se le debe ofrecer al paciente la mejor opción terapéutica independientemente del costo económico.
Corolario: Es con ejemplos como el del Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González que se asegura que la medicina de trasplante en México tiene un horizonte muy amplio por conquistar; tanto en la realización de los trasplantes, el seguimiento de los pacientes y en la formación de recursos humanos de alta calidad humanística y académica. Para la UANL el trasplante de tejidos ha sido conquistado y debe continuar funcionando de manera eficiente. El trasplante de órganos sólidos requiere de una mayor atención, principalmente en el diseño de estrategias que garanticen la salud económica de dichos programas. Existen dificultades, pero la visión de los triunfadores es que en cada dificultad hay también una oportunidad de éxito.
Dr. Marco Antonio Olivera Martínez
Profesor asistente de medicina. Departamento de Medicina Interna.
Sección de Gastroenterología y Hepatología. University of Nebraska Medical Center. 982000 Nebraska Medical Center, Omaha NE, 68198-2000
Correo electrónico: molivera@unmc.edu