Hemos leído con gran interés el artículo publicado en NEUROLOGÍA sobre las tendencias de mortalidad en la enfermedad de Parkinson (EP) en España1. Quisiéramos felicitar a los autores por su exhaustivo análisis y por el uso de métodos estadísticos avanzados para evaluar las tendencias de mortalidad en el país. Sin embargo, nos gustaría compartir algunas observaciones críticas que consideramos fundamentales para enriquecer la discusión sobre los resultados presentados, basadas en nuestra experiencia previa con estudios poblacionales prospectivos en España, específicamente en el contexto del estudio Neurological Disorders in Central Spain (NEDICES)2.
Uno de los aspectos que consideramos crucial es la naturaleza retrospectiva y el uso de registros hospitalarios como fuente principal de datos en este estudio1. Este enfoque, aunque valioso, presenta limitaciones importantes, particularmente en lo que respecta al diagnóstico y registro de la EP. Como hemos demostrado en varios estudios previos3, existe una significativa subestimación de la EP en los certificados de defunción. Esta subestimación puede deberse a varios factores, incluyendo la omisión del diagnóstico de EP en fases avanzadas de la enfermedad, la presencia de comorbilidades, o la falta de acceso a especialistas en neurología.
Por otro lado, es particularmente preocupante que un porcentaje significativo de pacientes con EP no sean diagnosticados durante su vida, una realidad que hemos documentado previamente4,5. Por ejemplo, en el estudio de prevalencia encontramos que aproximadamente el 28% de los pacientes con EP no habían sido diagnosticados previamente4, lo que indica que los datos basados en registros hospitalarios pueden no capturar la verdadera carga de la enfermedad en la población. Este infradiagnóstico es especialmente problemático cuando se intenta utilizar estos registros para analizar tendencias de mortalidad, ya que puede resultar en una subestimación significativa de las tasas reales de mortalidad atribuibles a la EP. A diferencia de los estudios basados en registros hospitalarios, el enfoque poblacional permite identificar casos no diagnosticados previamente y seguir a los pacientes de manera continua, proporcionando datos más fiables sobre la prevalencia, la incidencia y la mortalidad de la EP.
Apreciamos profundamente su contribución al análisis de la mortalidad en EP en España y reconocemos el valor de su trabajo en un área de investigación crucial. Sin embargo, sugerimos que los futuros estudios consideren la inclusión de datos provenientes de cohortes poblacionales prospectivas, como las del estudio NEDICES, para proporcionar una visión más completa y precisa del impacto de la EP en la mortalidad. Esta combinación de enfoques podría ayudar a corregir las posibles subestimaciones derivadas del infradiagnóstico y del subregistro de la EP en los datos hospitalarios.