Evaluamos la presencia de trastornos del sueño en pacientes con epilepsia y analizamos su asociación con el control de las crisis.
MétodosSe realizó un estudio transversal de pacientes con epilepsia reclutados consecutivamente entre septiembre de 2017 y diciembre de 2018. Los pacientes se clasificaron en 2 grupos según el control de crisis (buen control: pacientes sin crisis en las últimas 4 semanas) o mal control (pacientes con una crisis o más en las últimas 4 semanas). Se compararon variables demográficas y clínicas; insomnio, medido por el Índice de Severidad del Insomnio (ISI); somnolencia diurna excesiva, medida por la Escala de Somnolencia de Epworth (ESS); calidad del sueño, medida por el Índice de Calidad del Sueño de Pittsburgh (PSQI); depresión, medida por el Inventario de Depresión de Beck-II (BDI-II); y calidad de vida, medida por el test de Calidad de Vida en Epilepsia (QOLIE-10).
ResultadosSe incluyeron 123 pacientes. El 31,7% tenía somnolencia diurna excesiva (ESS≥10), el 50,4% insomnio (ISI≥10) y el 53,6% mala calidad del sueño (PSQI≥5). Los factores asociados con la presencia de crisis fueron el desempleo (odds ratio [OR]=4,7; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 1,36-19,2; p=0,02), un mayor número de fármacos antiepilépticos (OR=5,87; IC 95%: 1,81-27,1; p<0,001), insomnio (OR=1,9; IC 95%: 1,1-9,3; p=0,04) y mala calidad del sueño (OR=2,8; IC 95%: 1,9-10,32; p=0,01).
ConclusionesLos trastornos del sueño son frecuentes en pacientes con epilepsia. El insomnio y la mala calidad del sueño se asociaron con un peor control de crisis. Estos hallazgos apoyan que los trastornos del sueño son una comorbilidad frecuente en epilepsia, especialmente en pacientes con peor control de crisis.
This study aimed to assess the presence of sleep disorders in patients with epilepsy and to analyse their association with seizure control.
MethodsWe performed a cross-sectional study of patients with epilepsy, recruited consecutively between September 2017 and December 2018. Patients were classified as having good seizure control (no seizures in the last 4 weeks) or poor seizure control (at least one seizure in the last 4 weeks). We performed intergroup comparisons for demographic and clinical data, insomnia (Insomnia Severity Index [ISI]), excessive daytime sleepiness (Epworth Sleepiness Scale [ESS]), sleep quality (Pittsburgh Sleep Quality Index [PSQI]), depression (Beck Depression Inventory-II [BDI-II]), and quality of life (Quality of Life in Epilepsy Inventory-10 [QOLIE-10]).
ResultsThe sample included a total of 123 patients, of whom 31.7% had excessive daytime sleepiness (ESS≥10), 50.4% had insomnia (ISI≥10), and 53.6% had poor sleep quality (PSQI≥5). According to our multivariate analysis, presence of seizures was associated with unemployment (odds ratio [OR]=4.7; 95% confidence interval [CI], 1.36-19.2; P=.02), a higher number of antiepileptic drugs (OR=5.87; 95% CI, 1.81-27.1; P<.001), insomnia (OR=1.9; 95% CI, 1.1-9.3; P=.04), and poor sleep quality (OR=2.8; 95% CI, 1.9-10.32; P=.01).
ConclusionsSleep disorders are common in patients with epilepsy. Insomnia and poor sleep quality were associated with poor seizure control. These findings support the hypothesis that sleep disorders constitute a significant comorbidity of epilepsy, especially in patients with poor seizure control.
Los estudios epidemiológicos sobre insomnio y calidad de sueño estiman que aproximadamente el 30% de adultos presentan síntomas de insomnio, el 10% tiene insomnio crónico1,2 y aproximadamente el 40% pobre calidad de sueño3–5. Los pacientes con epilepsia tienen una mayor frecuencia de problemas de sueño como insomnio, somnolencia diurna excesiva y pobre calidad de sueño en comparación con los controles sanos6–10. Además, las alteraciones del sueño en pacientes con epilepsia se han asociado a una peor calidad de vida6–8,11,12. La privación de sueño puede inducir actividad electroencefalográfica y se utiliza frecuentemente en las unidades de monitorización de epilepsia para desencadenar crisis.
La hipótesis de que las alteraciones del sueño se relacionan con el control de las crisis se apoya en estudios que han demostrado mejorías en la frecuencia de crisis epilépticas tras tratamiento de la apnea obstructiva del sueño13,14. Sin embargo, el impacto de las alteraciones del sueño en el control de crisis permanece sin esclarecer ya que los resultados disponibles hasta la fecha han sido inconsistentes y contradictorios6–10.
La hipótesis de este estudio es que el insomnio, la somnolencia diurna excesiva y la pobre calidad de sueño son prevalentes en pacientes con epilepsia y se asocian al control de crisis. Para analizar esta hipótesis hemos determinado la presencia de esas alteraciones del sueño en pacientes con epilepsia y hemos analizado su asociación con el control de crisis tras clasificar a los pacientes en 2 grupos según la presencia o ausencia de crisis.
MétodosPacientesRealizamos un estudio transversal de pacientes diagnosticados de epilepsia por un neurólogo especializado en esta enfermedad que fueron consecutivamente reclutados por orden cronológico desde septiembre del 2017 a diciembre del 2018 en la Unidad de Epilepsia del Hospital Germans Trias i Pujol (hospital terciario de Barcelona).
Fueron excluidos los pacientes con un diagnóstico previo de crisis psicógenas o con discapacidad cognitiva que imposibilitara la cumplimentación de las encuestas. El protocolo fue aprobado por el Comité Ético de nuestro centro y todos los participantes firmaron el consentimiento informado.
Evaluación clínicaDurante las visitas rutinarias un neurólogo especialista en epilepsia entrevistó a los pacientes y recogió la información sobre la frecuencia de crisis, el tipo de crisis15, la presencia de crisis nocturnas, duración de la epilepsia (definida como el tiempo desde el inicio de las crisis habituales) y el número y tipo de fármacos antiepilépticos. La frecuencia mensual de crisis se calculó como la media del número de crisis durante las 4 semanas previas a la inclusión. Se limitó la información en una ventana de 4 semanas para que hubiera correspondencia con la ventana de tiempo de las encuestas realizadas.
Clasificamos a los pacientes en 2 grupos: aquellos sin crisis durante ese intervalo (grupo de buen control de crisis) y lo comparamos con pacientes con una o más crisis en las últimas 4 semanas (grupo de peor control de crisis). El tipo de crisis se clasificó en crisis focales simples, crisis focales complejas o crisis generalizadas (generalizadas primarias o crisis focales con generalización secundaria)5.
Las variables demográficas o clínicas se recogieron de forma retrospectiva: 1) demográficas (edad, sexo, índice de masa corporal [IMC], estado civil, estado laboral, hábito tabáquico), 2) tratamiento concomitante (hipnóticos, antidepresivos, otros fármacos psicotrópicos), 3) comorbilidad médica (apnea obstructiva del sueño, asma e hipertensión) y 4) historia de cirugía de la epilepsia.
CuestionariosDurante las visitas, se pidió a los pacientes que respondieran a encuestas validadas de autocumplimentación: Escala de Índice de Gravedad del Insomnio (ISI), Escala de Epworth para valorar la somnolencia diurna (ESS), el Índice de Calidad de Sueño de Pittsburgh (ICSP), Escala de Depresión de Beck (BDI-II), y test de Calidad de Vida en Epilepsia (QOLIE-10). La escala de ISI mide la presencia de insomnio y el grado de malestar causado por este síntoma. Es una escala validada tipo Likert de 7 ítems con un resultado total entre 0 y 28. Los valores ≥10 son indicativos de insomnio clínico significativo16. La escala ESS mide la percepción subjetiva de predisposición a la somnolencia durante el día en diferentes situaciones17. Valores ≥10 son indicativos de somnolencia diurna excesiva. El ICSP mide la calidad subjetiva del sueño y sus alteraciones en el último mes. La escala incluye 19 ítems y mide 7 componentes de la calidad de sueño: calidad subjetiva de sueño, latencia de sueño, duración del sueño, eficiencia del sueño, alteraciones de sueño, uso de medicación hipnótica y disfunción durante el día. Resultados ≤5 son indicativos de «sin problemas de sueño» y >5 «con problemas de sueño»18. La escala BDI-II evalúa la gravedad de los síntomas depresivos durante las 2 semanas previas19. Valores entre 17 y 20 indican depresión leve; 21-30, depresión moderada; y >31, depresión grave. Finalmente, la QOLIE-10 determina la calidad de vida de pacientes con epilepsia20. Se utilizaron los resultados estandarizados entre 0 y 100, y los valores más altos indicaban una mejor calidad de vida que los valores más bajos. Se utilizaron las escalas validadas al castellano21–25.
Análisis estadísticoLas variables se compararon entre pacientes con buen y mal control de crisis. Se realizó el análisis descriptivo de las principales variables (media, desviación estándar [DE] y tablas de frecuencia). El test de chi-cuadrado se utilizó para comparar las variables categóricas y la t de Student para comparar variables continuas. El análisis de regresión logística con el método Enter se utilizó para determinar el efecto independiente de cada variable en el control de crisis. Se utilizó el paquete estadístico SPSS versión 18.0 y se aceptó como significación estadística una p<0,05.
ResultadosPacientesLas características clínicas y demográficas de los pacientes se resumen en la tabla 1. De los 123 pacientes analizados, 73 (59,3%) fueron varones. La media de edad fue de 44,6±13,5 años (rango, 17-80) y la media de duración de la epilepsia fue de 15,2±13,6 años. El tipo de crisis fue parcial simple en 23 pacientes (18,6%), parcial compleja en 43 (34,9%), y crisis generalizadas (primarias o focales con generalización secundaria) en 57 (46,3%). La frecuencia de crisis mensual fue de 2,5±6,3. Setenta y tres pacientes (59,3%) tuvieron crisis en las 4 semanas previas y 50 (40,6%) estuvieron libres de crisis. Los pacientes recibieron una media de 2,1±1,3 fármacos antiepilépticos. Treinta y cinco pacientes (28,4%) tuvieron resultados de la escala BDI-II≥17, indicando la presencia de síntomas depresivos, y la media estandarizada de la calidad de vida (QOLIE-10) fue de 72,53±23,29.
Características clínicas y demográficas (n=123)
Demográficas | |
Edad (año) (media±DE) | 44,6±13,5 |
Sexo (masculino) | 73 (59,3%) |
IMC (media±DE) | 24,8±4,7 |
Empleo | 52 (42,2%) |
Comorbilidad | |
Hipertensión | 19 (15,4%) |
Asma | 11 (8,9%) |
Apnea obstructiva del sueño | 6 (4,8%) |
Otros fármacos y sustancias | |
Hábito tabáquico | 41 (33,3%) |
Hipnóticos | 14 (11,4%) |
Antidepresivos | 23 (18,6%) |
Otros fármacos psicotrópicos | 6 (4,8%) |
Características de la epilepsia | |
Tipo de crisis | |
Focales simples | 23 (18,6%) |
Focales complejas | 43 (34,9%) |
Crisis tónico-clónico generalizadas (primarias o secundariamente generalizadas) | 57 (46,3%) |
Frecuencia de crisis (media±DE) | 2,5±6,3 |
Duración de la epilepsia (años) (media±DE) | 15,2±13,6 |
Número de fármacos antiepilépticos (media±DE) | 2,1±1,3 |
Estimulador del nervio vago | 5 (4%) |
Cirugía resectiva | 8 (6,5%) |
Cuestionarios del sueño | |
ISI | |
Insomnio clínico significativo (ISI≥10) | 62 (50,4%) |
ESS | |
ESS≥10 | 39 (31,7%) |
ICSP | |
ICSP total (media±DE) | 6,53±4,8 |
Sin problemas de sueño (ICSP≤5) | 57 (46,3%) |
Con problemas de sueño (ICSP>5) | 66 (53,6%) |
Cuestionarios de alteraciones del ánimo | |
BDI-II | |
1-10 | 68 (55,3%) |
11-16 | 20 (16,2%) |
17-20 | 24 (19,5%) |
21-30 | 7 (5,6%) |
31-40 | 4 (3,2%) |
Calidad de vida | |
QOLIE-10 con resultados estandarizados (media±DE) | 72,53±23,29 |
BDI-II: Escala de Depresión de Beck; DE: desviación estándar; ESS: Escala de Epworth para valorar la somnolencia diurna; ICSP: Índice de Calidad de Sueño de Pittsburgh; IMC: índice de masa corporal; ISI: Escala de Índice de Gravedad del Insomnio; QOLIE-10: Calidad de Vida en Epilepsia-10.
Al analizar las alteraciones del sueño, 62 pacientes (50,4%) tuvieron insomnio clínico (ISI≥10), 66 pacientes (53,6%) tuvieron problemas de sueño (ICSP>5), y 39 pacientes (31,7%) tuvieron somnolencia diurna excesiva (ESS≥10).
Factores asociados al control de crisisLas características demográficas, clínicas y las alteraciones del sueño de los pacientes se resumen en la tabla 2. El análisis univariante mostró que en el grupo de peor control de crisis hubo mayor porcentaje de pacientes con crisis focales secundariamente generalizadas (p=0,001), una mayor duración de la epilepsia (p=0,01), un mayor número de fármacos antiepilépticos (p<0,001), tasas más bajas de empleo (p=0,03), resultados más altos en el test BDI-II (p<0,001) y una peor calidad de vida (p<0,001). No hubo diferencias entre los grupos comparados respecto a la edad, sexo, IMC, comorbilidad, hábito tabáquico y uso de medicación concomitante (hipnóticos, antidepresivos u otros fármacos psicotrópicos).
Análisis univariante: características demográficas, clínicas y alteraciones del sueño en relación con la ausencia o presencia de crisis
Ausencia de crisis n=50 (40,6%) | Presencia de crisis n=73 (59,3%) | p | |
Demográficas | |||
Edad | 43,9±14,23 | 42,33±16,2 | 0,5 |
Sexo masculino | 30 (60%) | 41 (56,1%) | 0,5 |
IMC | 25,62±4,78 | 26,05±4,05 | 0,3 |
Empleo | 26 (52%) | 15 (20,5%) | 0,03 |
Comorbilidad | |||
Hipertensión | 3 (6%) | 11 (15%) | 0,9 |
Asma | 4 (8%) | 6 (8,2%) | 0,8 |
Apnea obstructiva del sueño | 2 (4%) | 4 (5,4%) | 0,1 |
Otros fármacos y sustancias | |||
Hábito tabáquico | 11 (27,5%) | 29 (35%) | 0,1 |
Hipnóticos | 4 (10%) | 10 (12%) | 0,5 |
Antidepresivos | 7 (17,5%) | 11 (13,2%) | 0,8 |
Otros fármacos psicotrópicos | 9 (2,2%) | 6 (7,2%) | 0,06 |
Características de la epilepsia | |||
Crisis tónico-clónico generalizadas | 17 (34%) | 53 (72,6%) | 0,001 |
Crisis nocturnas | 10 (20%) | 20 (27,3%) | 0,7 |
Duración de la epilepsia | 14,9±12,8 | 23,02±16,86 | 0,01 |
Fármacos antiepilépticos | 1,81±0,83 | 2,8±0,92 | <0,001 |
Cuestionarios de alteraciones del ánimo | |||
Pacientes con BDI≥17 | 9 (18%) | 39 (53,4%) | <0,001 |
Calidad de vida | |||
QOLIE-10 con resultados estandarizados | 75,72±18,71 | 59,25±22,06 | <0,001 |
ISI>10 | 3 (6%) | 16 (22%) | 0,02 |
ESS≥10 | 20 (40%) | 32 (43,8%) | 0,1 |
ICSP | |||
Total | 5,36±3,68 | 8,77±4,35 | <0,001 |
ICSP≤5 | 28 (56%) | 16 (22%) | 0,002 |
ICSP>5 | 21 (42%) | 57 (78,1%) | |
Calidad de sueño (C1) | 0,9±0,8 | 1,5±0,8 | 0,03 |
Latencia de sueño (C2) | 0,9±0,9 | 1,5±1 | 0,01 |
Duración del sueño (C3) | 0,4±0,6 | 1,27±1 | <0,001 |
Eficiencia de sueño (C4) | 0,5±0,8 | 1,6±1,1 | <0,001 |
Alteraciones de sueño (C5) | 1,2±0,6 | 1,2±0,8 | 0,6 |
Uso de fármacos (C6) | 0,5±1 | 0,8±1 | 0,09 |
Disfunción diurna (C7) | 0,8±0,9 | 0,8±1,1 | 0,8 |
BDI: Escala de Depresión de Beck; ESS: Escala de Epworth para valorar la somnolencia diurna; ICSP: Índice de Calidad de Sueño de Pittsburgh; IMC: índice de masa corporal; ISI: Escala de Índice de Gravedad del Insomnio; QOLIE-10: Calidad de Vida en Epilepsia-10.
En negrita se muestran las variables estadísticamente significativas.
Las alteraciones del sueño fueron también más frecuentes en los pacientes con un peor control de crisis. En este grupo se objetivó un porcentaje mayor de pacientes con insomnio clínico significativo (22% vs. 6%, p=0,02) y pobre calidad de sueño (78,1% vs. 42%, p=0,002). Al analizar los 7 componentes del ICSP, los pacientes con un peor control de crisis tuvieron una peor calidad de sueño subjetiva (p=0,03), mayor latencia de sueño (p=0,01), menor duración de sueño (p<0,001), y una menor eficiencia de sueño (p<0,001). No hubo diferencias estadísticamente significativas en la somnolencia diurna entre los 2 grupos.
Los siguientes factores se asociaron de forma independiente a un peor control de crisis en el análisis multivariante (tabla 3): crisis generalizadas (OR=4,7; IC 95%: 1,36-19,2; p=0,02), un mayor número de fármacos antiepilépticos (OR=5,87; IC 95%: 1,81-27,1; p<0,001), insomnio clínico (OR=1,9; IC 95%: 1,1-9,3; p=0,04) y una peor calidad de sueño (OR=2,8; IC 95%: 1,9-10,32; p=0,01). Las crisis generalizadas y la pobre calidad de sueño, y no así las crisis nocturnas, se asociaron a una mayor probabilidad de insomnio (datos no mostrados).
Análisis multivariante: factores asociados de forma independiente con el mal control de crisis
OR | IC 95% | p | |
---|---|---|---|
Crisis generalizadas | 4,7 | (1,36-19,2) | 0,02 |
Fármacos antiepilépticos | 5,87 | (1,81-27,1) | <0,001 |
Insomnio (ISI≥10) | 1,9 | (1,1-9,3) | 0,04 |
Mala calidad de sueño (ICSP>5) | 2,8 | (1,9-10,3) | 0,01 |
Desempleo | 1,3 | (0,9-2,8) | 0,08 |
Mayor duración de la epilepsia | 1,8 | (0,85-2,43) | 0,32 |
Depresión (BDI≥17) | 3,74 | (0,56-24,97) | 0,16 |
Calidad de vida (QOLIE-10) | 0,93 | (0,82-1,06) | 0,26 |
BDI: Escala de Depresión de Beck; IC 95%: intervalo de confianza del 95%; ICSP: Índice de Calidad de Sueño de Pittsburgh; ISI: Escala de Índice de Gravedad del Insomnio; OR: odds ratio; QOLIE-10: Calidad de Vida en Epilepsia-10.
En negrita se muestran las variables estadísticamente significativas.
Este estudio evalúa la asociación entre las alteraciones del sueño y el control de crisis en pacientes con epilepsia en un hospital terciario. De los 123 pacientes analizados, el 31,7% tuvo somnolencia diurna excesiva, el 50,4% insomnio clínico y el 53,6% pobre calidad de sueño. Estos datos concuerdan con resultados previos en los que se objetiva que las alteraciones del sueño son frecuentes en pacientes con epilepsia en los que las prevalencias de insomnio oscilan entre el 15 y 55%6–10 y las prevalencias de pobre calidad de sueño entre el 41 y 72%7,10. En cambio, según estudios poblacionales, la prevalencia de insomnio en la población general es del 9%26,27 y el 30-38% tiene un sueño no reparador3,5,28.
Nuestros resultados indican que las alteraciones del sueño son una comorbilidad frecuente en epilepsia. La presencia de crisis se asoció de forma significativa con mayor desempleo, crisis generalizadas, mayor duración de la epilepsia, mayor número de fármacos antiepilépticos, síntomas depresivos, peor calidad de vida, insomnio clínico y pobre calidad de sueño. Además, los pacientes con crisis tuvieron una peor calidad de sueño subjetiva, una mayor latencia de sueño, menor duración de sueño y menor eficiencia de sueño. Tras ajustar por estas variables, las crisis generalizadas, el número de fármacos, el insomnio y una peor calidad de sueño mantuvieron una asociación independiente con la frecuencia de crisis.
Los resultados reportados hasta el momento han sido inconsistentes, ya que algunos estudios concluyen que existe una relación significativa entre las alteraciones del sueño y el mal control de crisis6,8,10 y otros estudios no objetivan esta asociación7,9. La tabla 4 muestra las diferencias metodológicas entre esos estudios. Entre los estudios que mostraron una relación significativa entre el insomnio y el mal control de crisis se incluye un estudio griego donde se incluyeron 124 pacientes en los que se objetivó una relación positiva entre la presencia de insomnio (medida por la Escala de Insomnio de Atenas) y la frecuencia de crisis6; una encuesta posterior de 207 participantes con crisis epilépticas frecuentes en las 4 semanas previas indica que estos tuvieron una prevalencia mayor de insomnio medida por la escala ISI que los pacientes libres de crisis8; y otro estudio caso-control en Corea mostró que la remisión de crisis en el año previo se relacionaba con una menor prevalencia de insomnio (también medida con la escala ISI)10. Por otro lado, 2 estudios no objetivaron asociación entre el insomnio y el control de crisis: un estudio retrospectivo de 152 pacientes epilépticos en los que se excluyó a aquellos con alteraciones del sueño conocidas como el síndrome de apnea obstructiva del sueño7; y un estudio prospectivo en 90 pacientes a los que se les realizó una polisomnografía y que objetivó que la única variable de la epilepsia que incrementaba la probabilidad de insomnio moderado o grave fue la politerapia, considerada como un marcador de epilepsia farmacorresistente. En este estudio se excluyó a pacientes con polisomnografías previas o alteraciones del sueño conocidas9. Se debe considerar que estos estudios tienen varias diferencias metodológicas entre sí. En primer lugar, los 2 estudios que no mostraron relación entre el control de crisis y el insomnio excluyeron a pacientes con síndrome de apnea obstructiva del sueño, lo que supone un sesgo de selección. En segundo lugar, la mayoría de estudios previos utilizan la escala ISI para medir el insomnio, pero algunos estudios la valoran como una variable continua y otros como una variable categórica. En tercer lugar, en cuanto a las crisis, algunos estudios las analizaron como variable categórica (libre de crisis vs. presencia de crisis) y otros como variable continua (número de crisis al mes). Los 2 estudios que no mostraron relación entre el control de crisis y el insomnio analizaron las crisis como una variable continua y los estudios que no objetivaron esta relación, como una variable categórica. Finalmente, también hubo diferencias en cuanto a la duración del tiempo para determinar la frecuencia de crisis (desde 1 a 12 meses).
Estudios que evalúan la relación entre el insomnio y la frecuencia de crisis epilépticas
N | Escalas de sueño | Prevalencia de las alteraciones del sueño, % | Frecuencia de crisis | Tiempo para observar la frecuencia de crisis (meses) | Relación entre insomnio y crisis | |
---|---|---|---|---|---|---|
Piperidou et al., Grecia, 2008 | 124 | AIS | Insomnio (AIS≥6): 24,6 | Categórica:- <1 crisis/mes;- 1-5 crisis/mes;- >5 crisis/mes | 12 | Sí |
Vendrame et al., EE.UU., 2013 | 152 | ISIICSP | Insomnio:- ISI≥8: 84- ISI≥15: 78- ICSP>5: 72 | Continua: crisis/mes | Inespecificado | No |
Quigg et al., EE.UU., 2015 | 207 | ISI | Insomnio- ISI≥8: 51- ISI≥10: 43 | Categórica:- Libre de crisis;-≥1 crisis/mes | 1 | Sí |
Yang et al., EE.UU., 2016 | 90 | ISI | Insomnio- ISI≥8: 36,7- ISI≥15: 28,9 | Continua: crisis/mes | 6 | No |
Im et al., Corea, 2016 | 180 | ISIICSP | Insomnio- ISI≥15: 15,6Con problemas de sueño: 41,1 | Categórica:- Libre de crisis- Presencia de crisis | 12 | Sí |
Planas-Ballvé et al., España, 2018 | 123 | ISIICSP | Insomnio:- ISI≥8: 50,4- ISI≥15: 17,8- ICSP>5: 53,6 | Categórica:- Buen control crisis (<1crisis/mes)- Mal control de crisis (≥1crisis/mes) | 6 | Sí |
AIS: Escala de Insomnio de Atenas; ICSP: Índice de Calidad de Sueño de Pittsburgh; ISI: Escala de Índice de Gravedad del Insomnio.
La asociación entre las alteraciones del sueño y la presencia de crisis ha de tenerse en cuenta aunque no se haya demostrado una relación causa-efecto. La privación de sueño es un reconocido factor precipitante de crisis, especialmente en las epilepsias del despertar. Esta influencia no está bien entendida, pero hay evidencias que apoyan que la privación de sueño incrementa la excitabilidad neuronal29. Además, la apnea obstructiva del sueño es más común en adultos con epilepsia que en la población general30,31 y existen cada vez más evidencias que sugieren que el tratamiento de la apnea obstructiva del sueño puede asociarse a un mejor control de crisis13,14.
Debido a los resultados de nuestro estudio y de estudios previos, creemos que la realización de una entrevista estructurada dirigida a las alteraciones del sueño y los cuestionarios específicos como el ISI pueden ser de utilidad en una visita clínica rutinaria. Además, identificar y tratar a los pacientes con apnea obstructiva del sueño puede tener implicaciones en el control de crisis, tal y como se ha demostrado en estudios previos.
Existen algunas limitaciones en este estudio. La más significativa es el diseño transversal y el tamaño muestral, aunque estudios previos que han analizado la relación entre las alteraciones del sueño y el control de crisis han usado tamaños muestrales similares6–10. Además, no realizamos polisomnografías para determinar si otros trastornos del sueño primarios como la apnea obstructiva pueden contribuir al insomnio y a la mala calidad de sueño detectada.
En conclusión, nuestros resultados añaden nuevas evidencias sobre la asociación entre las alteraciones del sueño y la epilepsia y sugieren que el insomnio y la mala calidad de sueño se asocian con un peor control de crisis. Creemos que el reconocimiento y tratamiento de las alteraciones del sueño pueden mejorar la calidad de vida y el control de crisis de los pacientes con epilepsia, aunque se necesitan estudios prospectivos para confirmar estos hallazgos.
Conflicto de interesesNinguno de los autores tienen conflictos de interés.