La cimicífuga (Cimicifuga racemosa [L.] Nutt.) es una planta herbácea perenne que puede llegar a superar los 2 m de altura. Sus hojas son compuestas, pinnadas, con los foliolos de margen aserrado y base subcordada o subcuneada. Las flores son blancas, tienen numerosos estambres y se reúnen en inflorescencias alargadas.
Se trata de una especie originaria de la parte Este de Norteamérica.
La droga se conoce como rizoma de cimicífuga (Cimicifugae racemosae rhizoma) y está constituida por el rizoma y las raíces de la planta. El rizoma es de color pardo oscuro, mide 1-2,5 cm de diámetro, es subcilíndrico, algo nudoso, duro y se presenta en trozos de 2 a 15 cm de longitud, con ramificaciones de 1 cm de diámetro y hasta 3 cm de largo. Las raíces, también de color pardo oscuro, tienen 1-3 mm de diámetro, son frágiles, casi cilíndricas u obtusamente cuadrangulares y presentan estriaciones longitudinales.
Composición química
Los dos principales grupos de componentes del rizoma de cimicífuga son saponinas y ácidos fenoles. Las primeras tienen una estructura triterpénica derivada del cicloartenol; entre ellas destacan acteína, cimicifugósido, cimacerósido A y cimiracemósido A.
Por lo que se refiere a los ácidos fenoles, son derivados del ácido cinámico, entre los que se encuentran el ácido cafeico, ácido ferúlico, ácido isoferúlico, ácido fukinólico y ácidos cimicifúgicos A, B, E y F.
Acción y utilización
Si bien popularmente el rizoma de cimicífuga se ha utilizado para diversas patologías (tos, dispepsia, dismenorrea, epilepsia, artritis, etc.), los ensayos farmacológicos experimentales y clínicos apoyan su utilización racional en el tratamiento del síndrome menopáusico y, en segundo término, en casos de dismenorrea y síndrome perimenstrual.
El rizoma de cimicífuga se considera un fitoestrógeno con actividad moduladora sobre receptores estrogénicos. Se ha demostrado también, in vitro, actividad antiproliferativa sobre células cancerígenas mamarias. La actividad se ha relacionado con las saponinas y con el ácido fukinólico.
A través de diversos estudios clínicos, se ha puesto de manifiesto la utilidad de los extractos del rizoma de cimicífuga en el tratamiento de los síntomas menopáusicos, tanto somáticos (sofocos, sudación, dolor de cabeza) como psicológicos (nerviosismo, irritación, insomnio, sentimiento depresivo). Según algunos autores, los preparados de rizoma de cimicífuga representan una alternativa eficaz y segura a los tratamientos de sustitución hormonal cuando ésta es rechazada o está contraindicada.
En cuanto a la utilización del rizoma de cimicífuga en el caso de dismenorrea y en el síndrome perimenstrual, se basa principalmente en estudios observacionales de casos.
Se utiliza la droga desecada o el extracto hidroalcohólico (etanol o isopropanol al 40-60%) a dosis equivalentes a 40 mg/día de droga desecada.
Por lo que se refiere a los efectos secundarios, se trata de una droga bien tolerada, para la que sólo ocasionalmente se han descrito efectos secundarios leves como malestar gastrointestinal, cefalea, náuseas o cierto aumento del peso corporal. No se recomienda su utilización durante el embarazo y la lactancia. *