El sistema cráneo-cérvico-mandibular está diseñado para funcionar como una unidad y sus partes no pueden considerarse de manera independiente. La obstrucción de las vías aéreas o cualquier aumento de la dimensión vertical de oclusión producen una extensión de la cabeza para mejorar la respiración. Este efecto condiciona, a su vez, un patrón de crecimiento vertical de los maxilares. Además, se ha observado que los individuos con disfunción craneomandibular presentan con gran frecuencia una gran incidencia de sintomatología asociada en la zona del cuello, así como una posición de la cabeza adelantada con la mandíbula situada posteriormente.
The cranio-cervico-mandibular system functions as a unit and its parts cannot be isolated from one another. Obstruction of the nasal airways or any increase in the vertical dimension of occlusion can lead to head extension in an attempt to make breathing easier. This effect, in turn, may result in an excessive vertical growth of the face. Moreover, patients with temporomandibular disorders usually have symptoms in the neck region, a forward head posture, and a backward mandibular position.
Introducción
El cuello, la cabeza y la mandíbula funcionan como un sistema con una precisa coordinación dentro del cuerpo. Debido a que el centro de gravedad del cráneo es anterior a la columna cervical1, la musculatura del cuello tiene que contrarrestar esta fuerza para que la cabeza no se caiga hacia adelante2-5. Esta actividad muscular es especialmente importante durante la actividad de la mandíbula. En general, podemos afirmar que al abrir la boca los músculos cervicales extienden el cráneo rotándolo ligeramente hacia atrás y al cerrar la boca lo flexionan rotándolo hacia adelante6,7.
Esta función de estabilización craneal resulta evidente durante los movimientos realizados por la mandíbula durante la masticación, ya que existen aparejados otros movimientos casi imperceptibles de rotación de la cabeza en sentido contrario6,8-10 con el objeto de facilitar la función. Además, para conseguir un mayor equilibrio, las vértebras cervicales se desplazan hacia adelante, reduciendo la lordosis11. varios estudios han demostrado que los músculos del cuello tienen un patrón de activación común con los músculos de la masticación12-19 y que su actividad es mayor cuanto mayor es el número de contactos oclusales20. Se ha observado que al apretar los dientes o al ejercer presión oclusal sobre ellos se aumenta la actividad de los músculos del cuello14,16,18,21 y se activa la extensión de la cabeza22.
Las evidencias de que estas estructuras funcionan como una sola unidad ha llevado a realizar algunos estudios que ponen de manifiesto que las estructuras del cuello y del sistema estomatognático podrían tener un desarrollo onto-genético y unos factores de crecimiento comunes. Se ha encontrado que el tamaño de las primeras vértebras cervicales se relaciona con el tipo de clase esquelética sagital, el crecimiento vertical de los maxilares, la longitud de la mandíbula y la altura de su rama23-28.
Una parte de la asociación entre el sistema estomatognático y la columna cervical se puede explicar por la teoría del cráneo deslizante29. Esta teoría afirma que los cambios en la postura de la cabeza producen variaciones en los contactos oclusales debido a una alteración de la posición de los dientes maxilares en relación con los mandibulares. Cuando el cráneo rota hacia atrás o se desliza hacia adelante, se produce una extensión de la primera articulación atlantoaxial. Este movimiento cefálico comporta uno equivalente de los dientes maxilares que, a su vez, ocasiona que los contactos oclusales de estos dientes con los mandibulares se encuentren en una posición más posterior (fig. 1). Cuando el cráneo se flexiona o se desplaza hacia atrás, ocurre el efecto contrario y los contactos dentarios se producen en una posición más adelantada29,30. Esta teoría parece confirmarse por la situación más retrasada del incisivo inferior en reposo en individuos con una posición extendida o adelantada del cráneo31,32.
Figura 1. Una rotación posterior de la cabeza determina que la mandíbula se sitúe en una posición posterior con respecto al maxilar afectando la posición de los contactos dentarios. El efecto contrario se produce con una rotación anterior de la cabeza.
Postura de la cabeza
Se llama comúnmente postura de la cabeza a la flexión o extensión de ésta sobre la columna cervical. Tanto la rotación posterior del cráneo como la inclinación anterior de las vértebras cervicales aumentan la extensión de la cabeza por aumento del ángulo craneocervical (fig. 2).
Figura 2. A, B) Una rotación posterior de la cabeza produce un aumento del ángulo craneocervical a expensas de un aumento de la parte superior del ángulo. C, D) El ángulo craneocervical también se puede aumentar a expensas de una inclinación anterior de las vértebras cervicales.
La primera asociación entre la postura de la cabeza y la maloclusión la hizo Schwartz en 1926. Este autor observó que los niños que tenían una obstrucción de las vías aéreas adoptaban una posición extendida de la cabeza cuando dormían y señaló que ésta podía ser una de las causas de que desarrollaran un patrón de clase ii33,34. Gresham y Smithells se dieron cuenta de que los sujetos que tenían una postura anómala del cuello presentaban un mayor crecimiento vertical y una tendencia a la clase ii35. Björk observó que cuando la base del cráneo era plana, los sujetos presentaban más retrognatismo facial y tenían la cabeza más elevada36.
Al aumentar la extensión de la cabeza se aumenta la tensión de los suprahioideos31, se fuerza a la mandíbula a ir hacia atrás31,37 y se cambia la posición del hioides38,39. Según Rocabado, una extensión de la cabeza produce una disminución del espacio suboccipital, lo que ocasiona una compresión mecánica de las raíces nerviosas. Para este autor, el aumento de la tensión dorsocaudal en la musculatura hioidea ocasiona alteraciones del desarrollo y del crecimiento mandibular, tendiendo los individuos a un crecimiento dolicofacial y de clase ii40,41.
Existe una serie de medidas cefalométricas para estudiar la postura de la cabeza y la columna cervical y relacionarlas con las variables craneofaciales. Las variables cefalométricas más importantes se basan en una serie de líneas que pasan por las vértebras cervicales. Las líneas más conocidas, descritas por Sollow, Tallgren42,43 y Hellsing44,45, son las siguientes:
• Odontoid process tangent (OPT): línea trazada desde un punto tangente a la parte posterior y superior de la apófisis odontoides de la 2.ª vértebra cervical al punto más posteroinferior del cuerpo de la 2.ª vértebra cervical (fig. 3A).
Figura 3. Las líneas OPT, CvT y EVT sirven para relacionar la columna cervical con el resto de las variables cefalométricas. A, B) El ángulo entre estas líneas mide la lordosis de la columna cervical. C) Estas líneas permiten calcular la extensión de la cabeza al ponerse en relación con la base del cráneo, y la inclinación de la columna cervical al hacerlo con la horizontal verdadera.
• Cervical vertebra tangent (CvT): línea trazada desde un punto tangente a la parte posterior y superior de la apófisis odontoides de la 2.ª vértebra cervical al punto más posteroinferior del cuerpo de la 4.ª vértebra cervical (fig. 3A).
• EVT: línea trazada desde el punto más posteroinferior del cuerpo de la 4.ª vértebra cervical hasta el punto más posteroinferior del cuerpo de la 6.ª vértebra cervical (fig. 3B).
Cuando estas líneas se relacionan con la base del cráneo, como con la línea Sella-Nasion (NS), se crean los ángulos craneomandibulares que miden la extensión/flexión de la cabeza. Los más utilizados se denominan NS/OPT y NS/CVT (fig. 3C).
Cuando estas líneas se relacionan con la horizontal del suelo o la vertical verdadera, se crean ángulos que determinan la inclinación espacial de la columna cervical. Los más utilizados se denominan OPT/HOR y CVT/HOR (fig. 3C).
Cuando estas líneas se relacionan entre ellas, se forman ángulos que miden la lordosis de la columna cervical. Los más utilizados se denominan OPT/CvT y CvT/ EVT (fig. 3A, B).
Solow y Tallgren demostraron que el aumento del ángulo craneocervical (fig. 2D), más que la inclinación de la cabeza con respecto al suelo, se asociaba a patrones de crecimiento dolicofaciales con un plano mandibular inclinado, un retrognatismo facial y un aumento de la altura facial anterior42,43. Otros estudios realizados también confirman estos mismos hallazgos46-50.
Rocabado41, con unos planos diferentes, propuso también una medición muy similar de la extensión de la cabeza. Además, introdujo 2 mediciones muy importantes para el estudio del sistema cráneo-cérvico-mandibular. La primera precisa la posición del hioides, que se determina por el triángulo que está formado, por arriba, por una línea que une la sínfisis mentoniana con el borde anteroinferior del cuerpo de C3, y por 2 líneas que partiendo de estos puntos confluyen en el borde anterior del cuerpo del hioides. La segunda son las distancias posteriores entre el occipital y el atlas; y entre el atlas y el axis, que son de 4 y 9 mm, respectivamente. Estos espacios se reducen con la extensión de la cabeza (fig. 4).
Figura 4. Una distancia de menos de 4 mm entre el occipital y la apófisis espinosa de C1 sirve para valorar de manera sencilla una extensión aumentada de la cabeza. El hioides, superiormente, debe situarse por debajo de la línea que une C3 con la sínfisis mentoniana, e inferiormente, a no más de 4 mm de esta línea.
Mecanismos de control de la posición de la cabeza
Kraus define 3 mecanismos de control periféricos para la posición de la cabeza: el sistema ocular, el sistema vestibular y el sistema propioceptivo del cuello51. El último, a través de los mecanorreceptores articulares que se activan cuando se estiran los ligamentos de la columna cervical, produce el reflejo de contracción de los músculos del cuello que son los responsables de mantener la cabeza elevada. Se cree que el sistema propioceptivo es el principal responsable del grado de extensión de la cabeza.
Según González y Manns, existe un cuarto mecanismo que corresponde a los receptores que informan del flujo de aire adecuado que entra por las vías aéreas52. El modelo teórico del conjunto de acontecimientos que ocurren al disminuir por cualquier motivo el paso de aire por la nariz y aumentar por la boca es el siguiente: si la mandíbula desciende, y se produce una menor actividad de los músculos suprahioideos, se permite una posición más baja y retrasada del hioides, lo que conlleva una reducción del espacio faríngeo. El reflejo aparejado consiste en una extensión de la cabeza para tensar pasivamente los músculos suprahioideos, restaurar la posición fisiológica del hioides y reducir la resistencia al paso del aire53.
La hipótesis de que se produce una extensión de la cabeza para mejorar la respiración parece estar sustentada por una serie de estudios. vig demostró que al poner una grapa en la nariz se producía de forma inmediata una mayor extensión de la cabeza54. El efecto contrario lo demostró Wenzel al comprobar que, inmediatamente después de aplicar un descongestionante y mejorar la respiración en niños con obstrucción nasal se producía una flexión de la cabeza55. varios estudios han confirmado que cualquier circunstancia que restrinja el paso de aire por la nariz modifica la posición de la cabeza. Una mayor obstrucción de la vía aérea nasofaríngea56, la presencia de amígdalas57 o la apnea del sueño58 producen una mayor extensión de la cabeza y una tendencia al crecimiento vertical. Un efecto parecido con aumento del ángulo craneocervical se observó al disminuir la vía aérea con cirugía de retroceso mandibular59.
Postura de la cabeza y dimensión vertical
Siguiendo el modelo anteriormente expuesto, cualquier aumento de la dimensión vertical (DV) de oclusión produce también una extensión de la cabeza51,60. Daily demostró que una mordida abierta inducida experimentalmente aumenta la extensión craneocervical61. Salonen observó que la extensión de la cabeza también aumenta al poner una prótesis completa superior y parcial inferior62, y Huggare observó que la tendencia a la mordida abierta se relaciona con cabezas extendidas y con disminución del tamaño del arco dorsal del atlas25.
Una situación inversa se produce al disminuir la DV. Tallgren encontró que cuando se disminuía la inclinación mandibular como consecuencia de la reabsorción alveolar, se presentaba una disminución del ángulo craneocervical con retroinclinación de la columna cervical y movimiento del hioides hacia arriba y adelante63. La reducción de la altura facial anterior por medio de la cirugía de ascenso maxilar desencadena un efecto parecido con flexión de la cabeza64-66.
De manera lógica, la primera consecuencia clínica de este fenómeno debería producirse con aparatos que aumentan la DV, como las férulas. Root, tras el uso de una férula durante 8 minutos de tiempo, no consiguió demostrar ningún cambio en la posición de la cabeza y el cuello67. Sin embargo, cuando la férula se colocó durante 1 h de tiempo, Moya68 demostró que se producía una extensión de la cabeza (aumento del ángulo NS/OPT) a expensas tanto de un adelantamiento de la cabeza de forma paralela al suelo (ángulo NS/VER inalterado) como de una inclinación anterior de las vértebras cervicales superiores (disminución del ángulo OPT/HOR y CVT/HOR) (fig. 5A). Miralles encontró que el uso de aparatos de ortodoncia con un aumento de la DV también producía después de unos meses una inclinación hacia adelante de la columna vertical69.
Figura 5. negro = principio. Lila = final. A) El aumento de la DV como consecuencia del uso de una férula lleva las vértebras cervicales superiores y la cabeza ligeramente hacia adelante, produciendo una pérdida de lordosis y extensión craneocervical. B) Con el uso de un aparato de avance mandibular también se aumenta la extensión craneocervical, pero a expensas de una rotación posterior del cráneo (B).
El único estudio realizado hasta ahora para ver el efecto que producen los aparatos funcionales para la corrección de la clase ii sobre la columna cervical demostró que estos tratamientos también conllevan algunas modificaciones en el cuello70. Esta vez, la extensión craneocervical encontrada era producida por una rotación posterior de la cabeza (modificación del ángulo SN/HOR). La columna cervical superior también se inclinaba hacia atrás (aumento de los ángulos OPT/HOR y CVT/HOR) y se aumentaba la lordosis (fig. 5B). En nuestra opinión, este efecto es posiblemente una consecuencia del intento del cuerpo de llevar la cabeza posteriormente para equilibrar con la postura el adelantamiento mandibular. Además, el aumento de la lordosis asociada puede considerarse beneficioso porque disminuye el riesgo de producir lesiones cervicales al mejorar la capacidad para soportar la carga axial de las vértebras71. Por el contrario, la extensión de la cabeza encontrada en este estudio es un efecto adverso que puede deberse a varias circunstancias. Una explicación podría ser que estos aparatos aumentan artificialmente la DV durante bastante tiempo lo cual, como se ha visto anteriormente, tiende a abrir el ángulo craneocervical. Otra posibilidad es que el mantenimiento de la respiración bucal, tan frecuente en este tipo de pacientes, unido a unas nuevas relaciones óseas obligaría a la cabeza a rotar hacia atrás para mantener la vía aérea. Este hallazgo demuestra la importancia de rehabilitar la respiración nasal como complemento de los tratamientos de ortodoncia.
Postura de la cabeza y crecimiento facial
Solow demostró que la extensión/flexión de la cabeza era un signo de predicción en el desarrollo facial. En un estudio longitudinal, observó que los ángulos craneocervicales (SN/OPT) menores de 79º predecían un crecimiento hipodivergente con rotación hacia adelante de la mandíbula72 y desarrollo más anterior de los maxilares73; mientras que los ángulos craneocervicales mayores de 113º predecían un patrón más vertical con rotación menor de la mandíbula hacia adelante o incluso una posterorrotación72 con cambios en la posición del hioides73.
Se ha propuesto una hipótesis en relación con el crecimiento óseo y la postura cefálica llamada estiramiento de los tejidos blandos74. Al producirse una extensión de la cabeza se origina un estiramiento pasivo de los tejidos blandos que aumenta la fuerza sobre las estructuras óseas. Estas fuerzas tendrían un vector caudal que daría como resultado una tendencia sobre el maxilar y la mandíbula al restringir su crecimiento horizontal y redirigirlo verticalmente. En sintonía con esta hipótesis, la extensión de la cabeza se puede incluir como un nuevo factor en el origen del apiñamiento dentario. Se ha observado que un ángulo craneocervical aumentado se relaciona con un aumento de la presión de los labios75 y un mayor apiñamiento de los incisivos76,77. Aparte de la presión ejercida por lo tejidos blandos, hay que destacar que la extensión de la cabeza inducida en animales produce por sí misma una reducción en el tamaño y la composición de los músculos, pudiendo afectar el crecimiento craneofacial78.
Modelo teórico para los diferentes patrones faciales
El estiramiento y la pérdida de la lordosis44,79 que sufre la columna cervical en patrones hiperdivergentes o con aumentos de la DV de oclusión se producen por una inclinación hacia atrás de las vértebras cervicales inferiores79 y hacia adelante de las superiores42,68. Para seguir manteniendo el plano NS paralelo al suelo, la cabeza posterorrota, produciéndose una extensión de la cabeza (fig. 2C, D).
Un fenómeno parecido con estiramiento de las vértebras cervicales se observa en patrones de clase iii, muy posiblemente por la hiperdivergencia a la que se suelen asociar estas maloclusiones. En estos individuos se ha encontrado que la columna cervical inferior tiende a inclinarse hacia atrás79,80 con una reducción de la lordosis79,81 (fig. 6A).
Figura 6. A) Los individuos con patrón de clase iii suelen presentar un estiramiento de la columna cervical con pérdida de la lordosis y elevación de la cabeza. B) Los individuos con patrón de clase ii suelen presentar aumento de la lordosis y cabeza adelantada.
La maloclusión de clase ii y la postura cervical no se encuentran relacionadas de manera clara en la literatura y, a veces, los resultados son contradictorios42,43,76,80. El modelo craneocervical propuesto para maloclusiones de clase ii sería el siguiente. Las vértebras cervicales inferiores se inclinan hacia adelante79 originando una posición adelantada de la cabeza82-84. Mientras tanto, las vértebras superiores tienden a compensar este movimiento inclinándose hacia atrás85, dando como resultado un aumento de la lordosis79,86 (fig. 6B). Para reafirmar este modelo, se ha encontrado que en clase ii el espacio anterior entre la 3 y 4 vértebra cervical87 está aumentado.
Posición adelantada de la cabeza
En contra de la creencia común de que la postura de la cabeza extendida y la posición adelantada de la misma son 2 fenómenos estrechamente asociados52, valenzuela demostró que en realidad eran modelos posturales diferentes88. Es por ello que los hemos analizado por separado.
La posición adelantada de la cabeza adquiere especial importancia debido a que un gran número de autores ha encontrado que se relaciona estadísticamente con trastornos temporomandibulares, tanto en niños como en adultos89-96. no obstante, es necesario indicar que esta afirmación no es totalmente concluyente debido a que otros autores no han encontrado que tal relación exista97,98.
Una cabeza adelantada se caracteriza por una flexión de la columna cervical inferior (C4-C7) acompañada de una extensión de la cabeza en la espina cervical superior (C1-C3)52,99 para mantener el campo de visión100,101 (fig. 7A). Esta extensión superior y la flexión inferior de las vértebras cervicales se acompañan de unos hombros adelantados102,103 y de un aumento de la cifosis torácica104,105. Se cree que la hiperactividad o la afectación de los músculos del cuello y otras situaciones patológicas tiende a adelantar las vértebras cervicales y las escápulas105. Cuando la cabeza se ubica en una posición adelantada, los músculos cervicales posteriores del cuello y trapecios se acortan y tensan para compensar el peso, extender la cabeza y permitir así que los ojos miren hacia adelante106. Los supra e infrahioideos se estiran tirando hacia abajo de la mandíbula, la lengua y el hioides. Por último, se produce una contracción de los elevadores de la mandíbula para mantener la boca cerrada, aumentando la presión sobre la articulación temporomandibular (ATM)32. Este efecto parece confirmarse por la elevada actividad electromiográfica del trapecio107, los músculos hioideos108-110 y los elevadores de la mandíbula108,109 que se produce en individuos con la cabeza adelantada.
Figura 7. A) Relaciones vertebrales en la posición adelantada de la cabeza. B) Una disminución del ángulo formado por la horizontal del suelo, la apófisis espinosa de C7 y el trago determinan una posición adelantada de la cabeza
La posición adelantada de la cabeza se puede determinar clínicamente por una ubicación cefálica anterior a la vertical que pasa por la mayoría de los cuerpos de las vértebras lumbares y por delante de las torácicas102,111. La apófisis espinosa de C7 debe estar, aproximadamente, en la vertical que pasa por el maléolo externo del pie, y la distancia horizontal desde esta línea al trago no debería ser mayor que 7 cm90. Esta posición se puede valorar también fotográficamente al medir el ángulo craneovertebral entre la horizontal verdadera, el trago y la apófisis espinosa de C7111 (fig. 7B), siendo la norma 55º90. Un ángulo menor indica que la cabeza está en una posición anterior.
En cuanto a su relación con el sistema estomatognático, se ha demostrado que una posición adelantada de la cabeza se asocia a un cambio en la posición de la mandíbula hacia arriba y atrás y una disminución del tamaño del espacio libre intermaxilar99,109. El hecho de que para cerrar la boca con esta posición de la cabeza el recorrido de la mandíbula sea más anterior parece corroborar este efecto32,99,112.
Esta posición de la cabeza se ha encontrado de forma predominante en individuos con clase ii82-84. Se cree que el establecimiento de un mejor equilibrio puede estar relacionado con este hallazgo. En un análisis más específico, Ohmure observó que en individuos con esta posición cefálica el cóndilo se encontraba más posterior en la fosa109. En la literatura, se le ha prestado una gran atención a la posición ideal del cóndilo en oclusión céntrica en cuanto a la prevención de la patología articular; sin embargo, teniendo en cuenta que la mandíbula adopta una posición de reposo durante la mayoría del día113, esta posición retrasada del cóndilo en individuos con la cabeza adelantada podría tener también una gran importancia en los trastornos de la articulación. Un efecto directo de esta posición condilar sería el aumento de la tensión sobre la zona posterior de la ATM durante la masticación y la parafunción. Hay que señalar que esta zona es débil en comparación con la parte superoanterior, que está más capacitada para soportar carga114,115. Por otro lado, aunque no se ha podido demostrar una relación casual, muchos autores encuentran que una posición posterior del cóndilo se relaciona con desplazamientos anteriores del disco116-119.
En relación con el tratamiento, Olmos demostró en individuos con posición adelantada de la cabeza que un avance funcional de la mandíbula, aumentando la distancia posterior cóndilofosa, era capaz de situar la cabeza en una posición más posterior120 (fig. 8). A la inversa, tratando esta posición de la cabeza con fisioterapia o kinesioterapia, se ha demostrado que se aumenta el espacio libre inter-maxilar reducido que presentan estos pacientes121,122.
Figura 8. A) Registros iniciales de una paciente con posición adelantada de la cabeza, dolor en los músculos del cuello y la articulación temporomandibular y puntos gatillo en el trapecio. B) Tras comprobar con una silicona y test posturales la adaptación a la nueva relación mandibular, se corrigió la clase ii con un aparato de Herbst removible. C) Registros finales. D) Obsérvese cómo el adelantamiento mandibular junto a un tratamiento con rehabilitación postural global retrasaron la posición de la cabeza.
Relación entre disfunción craneomandibular y columna cervical
Varios estudios se han llevado a cabo para averiguar la asociación de signos y síntomas entre el sistema estomatognático y la columna cervical. Ciancaglini encontró una relación estadística entre la disfunción craneomandibular (DCM) y el dolor de cuello123, y otros estudios demuestran que en pacientes con DCM, tanto de origen miógeno como artrógeno, se encuentra una mayor incidencia de sintomatología disfuncional y muscular en la columna cervical124-128.
En concreto, esta relación es evidente en pacientes con una degeneración interna de la ATM129,130. Desde un punto de vista funcional, se ha observado que más del 60% de los individuos con DCM con componente muscular presentan una columna cervical recta y los hombros hacia adelante131. Esto parece explicar la tendencia de estos pacientes a tener aumentada la actividad electromiográfica de los trapecios y esternocleidomastoideos (SCM) (sistema craneomandibular)132.
A pesar de la evidente correlación subjetiva entre los 2 sistemas, hay que indicar que pocos estudios se han realizado con métodos cuantitativos que terminen de confirmar esta conexión. Sonnesen demostró que, en general, los pacientes con DCM presentaban una inclinación de la columna cervical hacia adelante y un aumento de la extensión de la cabeza por incremento del ángulo craneocervical94. Este autor demostró que la limitación de la apertura mandibular se relaciona con unos 6º de aumento de la extensión de la cabeza y unos 5º de inclinación de la columna cervical superior hacia adelante. Los clics de la articulación también se asociaban a unos 5º más de proinclinación de la columna cervical superior. En la misma línea, Huggare también encontró que los individuos con DCM tenían una mayor extensión de la cabeza, sobe todo a expensas de una posterorrotación del cráneo con respecto al suelo133. En cuanto a la patología articular, se ha encontrado que los pacientes con un desplazamiento discal presentan también una mayor extensión de la cabeza134 y una medición del espacio C0-C1 de Rocabado más pequeño135.
Aunque la DCM se ha relacionado bastante con una disminución de la lordosis89,94,134, el estudio de este parámetro no parece destacar con un patrón característico en los pacientes con sintomatología funcional. Creemos que esto es debido a la complejidad de la propia curva de compensación cervical, ya que cuando aumenta en una parte tiende a equilibrarse y a disminuir en otra zona cercana. Esta característica hace que la medición cefalométrica de la lordosis cervical en una zona concreta70,79,81,94,133 refleje poca información sobre la totalidad de su forma. Otro problema epidemiológico es que tanto el aumento de la curva como su disminución se relacionan con la sintomatología136. Además, posiblemente debido a los fenómenos de compensación, cuando se midió esta curvatura de forma más fidedigna como expresión de la relación entre la primera y la séptima vértebra cervical137 o de su profundidad138, no se la encontró relacionada con DCM; y cuando se la midió como una curva matemática real, no se encontró que tuviera relación con la morfología craneofacial139.
Bases anatómicas de las relaciones entre el cuello y el sistema craneomandibular
El estudio de las relaciones entre la región craneofacial y el cuello ha despertado gran interés en la literatura debido, fundamentalmente, a la gran cantidad de artículos que recogen la gran incidencia de dolor en las 2 zonas a la vez123-126,139-144. La teoría más aceptada y demostrada para explicar la producción de este dolor de forma simultánea es la de la convergencia, en la que varios aferentes cutáneos o musculoesqueléticos convergen en la misma neurona de la vía espinotalámica.
El mecanismo de dolor referido fue descrito por primera vez por Ruch en 1949145. El fundamento del dolor referido del cuello hacia la zona orofacial es que los núcleos del trigémino en el tronco del encéfalo y los segmentos cervicales superiores de la médula espinal están muy interrelacionados anatómica y funcionalmente. Se ha demostrado que algunas divisiones del núcleo espinal del trigémino se proyectan a la médula espinal146-149 y que existen fibras del trigémino tanto en el asta dorsal medular como en la ventral150,151. Algunos estudios hechos con animales han conseguido aumentar la actividad metabólica del asta dorsal cervical a través de la estimulación del trigémino152,153. Estos experimentos refuerzan la idea aceptada de que las descargas neuronales del cuello y la zona facial estimulan unidades comunes en la médula espinal superior y el tronco encefálico154-156.
Más específicamente, se ha descrito una convergencia amplia de aferentes de los músculos cervicales en las neuronas nociceptivas del subnúcleo caudal del trigémino157. Este subnúcleo desciende hasta la médula de C3 y C4158,159, por lo que la información nociceptiva del trigémino y del cuello hace una sinapsis con neuronas comunes de segundo orden154,160,161. La convergencia y la modulación central de localizaciones de aferencias nociceptivas como las procedentes de los puntos gatillo miofasciales parecen justificar clínicamente estos fenómenos de referencia de dolor162.
Diversos estudios han demostrado que el sentido del dolor referido ocurre en sentido craneal desde la zona cervical a la craneofacial140,141,163-165. Por ejemplo, Carlson166 demostró que al inyectar lidocaína en el trapecio, el dolor y la actividad electromiográfica disminuían en el masetero. Sin embargo, aunque está descrito en algunos libros de texto especializados167-169, en la literatura el dolor referido en sentido inverso, es decir, desde la zona craneofacial hacia el cuello, se ha descrito menos. Aun así, se ha podido demostrar que, mediante la estimulación de zonas inervadas por el trigémino se consigue disminuir la actividad en el SCM170 y evocar respuestas reflejas cervicales171. Se ha observado que al presionar el ligamento periodontal se aumenta la actividad de los músculos del cuello21,172.
Relaciones transversales entre el cuello y la mandíbula
La relación transversal entre el sistema estomatognático y el cuello se evidencia cuando se inducen contactos oclusales a un solo lado de la línea media. Kibana demostró que cuando se muerde unilateralmente, la cabeza se inclina hacia la zona de los contactos dentarios y se aumenta la contracción de los músculos del cuello de ese mismo lado de manera proporcional a la cantidad de inclinación173. Yosino demostró que cuando se pierde soporte dental unilateral, la cabeza adopta una posición adelantada, baja y hacia el lado contrario a la pérdida de soporte174. Este movimiento de la cabeza hacia el lado del contacto dentario podría asociarse a un intento de mejorar la masticación o a la mejora del equilibrio (fig. 9). Se ha comprobado que la activación del SCM es mayor en el lado de trabajo17 y con función de grupo que con guía canina175. Las interferencias oclusales producen asimetría en el patrón de activación del SCM176 que se normaliza cuando se pone una férula con contactos simétricos177. En relación con individuos con DCM, un aumento de la contracción muscular unilateral podría ser la causante de que la cabeza tienda a inclinarse hacia el lado de la ATM afectada178.
Figura 9. A) Registros iniciales de una paciente con sensibilidad en los músculos de la masticación y del cuello del lado izquierdo con limitación de la apertura bucal. La cabeza se encontraba desplazada hacia el lado con mayor soporte oclusal. B) Registros finales. El tratamiento con fisioterapia se complementó con un tratamiento de ortodoncia para conseguir contactos oclusales en el lado derecho. Obsérvese cómo la cabeza tendió a equilibrarse hacia una posición más centrada.
Se ha observado también que oclusiones asimétricas como la mordida cruzada, la clase ii unilateral o el desplazamiento lateral del mentón se relacionan con escoliosis85,179-184. Korbmacher observó que los niños con mordida cruzada tenían una asimetría de las vértebras cervicales185. Aunque no se sabe el mecanismo de transmisión o qué condición precede a la otra, Prager cree que la mordida cruzada es un reflejo de la asimetría del cuerpo180, y Hirschfelder opina que esta maloclusión se puede considerar una curvatura compensatoria de la escoliosis181.
Es muy difícil explicar, desde el punto de vista de la etiopatogénesis, una asociación entre maloclusión y desviación en la posición de las vértebras. Una hipótesis es que la maloclusión condiciona una asimetría hacia la zona del cuello. D'Attilio186, al forzar una mordida cruzada en ratas encontró que, en pocos días, se producía una escoliosis en la columna cervical que se recuperaba con rapidez al reponer la oclusión bilateralmente. Como la mordida cruzada se presenta con una actividad asimétrica en la contracción de algunos músculos de la masticación187-190 con patrones de masticación aberrantes191-193, y existe una demostrada coactivación de los músculos de la masticación y los músculos del cuello12-18, esta actividad anormal se podría transmitir a la zona del cuello y favorecer una asimetría postural o un crecimiento asimétrico. Se ha observado que los pacientes con asimetría mandibular producen una contracción diferente del SCM entre los lados derecho e izquierdo13.
Conclusiones
Para el clínico, es importante tener presente que el cuello y el sistema estomatognático tienen una vinculación muy estrecha, con sensibilidad compartida y patrones de contracción muscular comunes. Esta conexión se explica neurofisiológicamente por la existencia de neuronas de primer orden en las 2 zonas que convergen en neuronas comunes de segundo orden dentro del sistema nervioso central.
Un tipo de pacientes en los que esta relación adquiere una repercusión importante es en aquéllos con obstrucción de las vías aéreas, respiradores bucales o incluso en los que se coloca algún aparato para aumentar la DV, ya que, al adoptar una posición mandibular baja, se produce una extensión de la cabeza para elevar el hioides y mantener la vía aérea permeable. Este efecto puede producir compresión nerviosa, hiperactividad muscular y condicionar un patrón de crecimiento con aumento de la altura facial anterior. También se favorece el apiñamiento dentario por un aumento en la tensión de los tejidos blandos de la cara.
Debido al gran solapamiento de signos y síntomas entre el cuello y el sistema estomatognático, siempre es necesario evaluar la movilidad y la sintomatología muscular en las 2 zonas, y si es necesario, tratarlas a la vez. En concreto, en pacientes con DCM es aconsejable evaluar la posición de la cabeza, que tiende a adoptar con frecuencia una postura adelantada. Hay que tener siempre en cuenta que esta situación afecta al sistema estomatognático, aumentando la tensión de los músculos de la masticación y produciendo una posición retrasada de la mandíbula y el cóndilo.
Conflicto de intereses
El autor declara no tener ningún conflicto de intereses.
* Autor para correspondencia.
Correo electrónico:garciahoo@hotmail.es (G. García Garma).