Los pediatras desempeñan un papel crucial para aconsejar a los adolescentes sobre numerosos aspectos de la salud y el bienestar. La guía anticipada para estas edades incluye comentarios acerca de las conductas de riesgo; consumo de drogas, tabaco y alcohol; depresión y suicidio; sexualidad y prácticas sexuales seguras; planificación y dinámica familiares; trastornos de la conducta alimentaria, y una amplia variedad de otros temas relacionados con la salud y el desarrollo1-4. Los consejos pueden incluir también ciertos temas sobre la planificación para la educación superior y la vocación futura. En mi opinión, la guía anticipada para adolescentes debe incluir también comentarios sobre el servicio militar y sus alternativas, las leyes sobre el registro (y las consecuencias de no efectuarlo) en el Selective Service System (SSS) y los efectos médicos y psicológicos de la guerra. Los adolescentes que optan por el servicio militar (Estados Unidos) o se les obliga a participar en él (otros muchos países) presentan diversas limitaciones específicas en su desarrollo. Al final de la adolescencia, los individuos suelen haber desarrollado la capacidad de pensar en términos abstractos, así como de planificar su futuro e involucrarse en opciones de vida independiente5; sin embargo, a estas edades no se posee todavía una plena maduración psicosocial. La exposición a las demandas propias del servicio militar (absoluta conformidad y obediencia, falta de independencia, separación de la familia, riesgo real de daños físicos) constituye un estrés peculiar para los adolescentes en tiempo de paz, y aún mayor en época de guerra5.
El objetivo de este comentario es el de recordar a los pediatras y a otros proveedores sanitarios las leyes actuales sobre el SSS, los posibles cambios de dichas leyes, que pueden ocurrir en cualquier momento, y las opciones de que disponen los adolescentes que, por motivos de conciencia, deciden no participar en el servicio militar o quizá incluso no registrarse en el SSS. Hasta donde alcanzan mis conocimientos, esta cuestión raras veces o jamás se expone en el contexto de la guía anticipada para los adolescentes que afrontan las opciones educativas y de carrera; además, en una extensa búsqueda en la literatura no hay citas bibliográficas sobre este tema. El proporcionar a los adolescentes una información actualizada sobre los requerimientos del SSS les permitirá tomar una decisión informada sobre el registro, según sus creencias personales. Aunque mi sugerencia, es decir, incluir en la guía anticipada el comentario sobre el servicio militar, requiere un tiempo y un esfuerzo adicionales por parte de los proveedores de asistencia sanitaria, no hay duda de la oportunidad y la importancia que posee esta información.
¿QUÉ ES EL SELECTIVE SERVICE SYSTEM?El SSS es un departamento gubernamental de Estados Unidos que se ocupa de organizar una llamada a filas si así lo demanda el Presidente y lo autoriza el Congreso. La tarea actual del SSS consiste en mantener un registro actualizado de los varones de 18-25 años, a partir del cual pueden ser movilizados para suplementar las fuerzas armadas actuales, compuestas en su totalidad por voluntarios6. En la movilización más reciente, durante la guerra de Vietnam, se reclutó a los jóvenes por sorteo basado en las fechas de nacimiento; después del reconocimiento médico, cada uno se presentó en su junta local del Selective Service (“junta de reclutamiento”). Cada municipio posee una junta de reclutamiento. En caso de una movilización activa, la junta local se ocupa de clasificar a los inscritos en el SSS sobre su selección y capacidad para el servicio militar, así como de decidir si el recluta es declarado exento o con aplazamiento o prórroga del servicio militar (www.sss.gov). Actualmente todavía existen las juntas de reclutamiento, aunque se hallan sólo en situación de reserva, ya que no existe un reclutamiento activo. Sin embargo, los componentes de la junta se preparan con sesiones de entrenamiento anuales para la posibilidad de un nuevo reclutamiento7.
¿QUÉ ES LA CURRENT SELECTIVE SERVICE LAW?Aunque no se ha producido ningún reclutamiento desde 1973, la ley obliga a que todos los hombres que viven en Estados Unidos se registren en el SSS en el plazo de 30 días después de cumplir 18 años. Irónicamente, incluso a los inmigrantes ilegales (a diferencia de los admitidos con visados de inmigrantes) se les exige legalmente que se inscriban en el SSS. Para registrarse hay que cumplimentar un formulario, que se envía por correo a algunos hombres elegibles; también puede adquirirse el formulario en cualquier oficina de correos, o bien online (www.sss.gov). En SSS se guarda la información recibida en una base de datos, de modo que si se realiza una movilización existe un fondo de reserva de individuos rápidamente disponibles (actualmente se estima en 16 millones de hombres). Las consecuencias de no registrarse en el SSS pueden ser una multa de 250.000 dólares y/o penas de prisión de hasta 5 años. Es importante señalar que desde 1985 no se han producido juicios por no registrarse en el SSS. Sin embargo, 41 Estados y Washington DC tienen leyes que impiden obtener (o renovar) el carnet de conducir y créditos estatales para la educación postsecundaria a los individuos que no se registran en el SSS. Estos individuos tampoco pueden optar a empleos federales (como Forest Service), ayudas federales a estudiantes o adiestramiento para empleos federales. Un pequeño número de colegios, especialmente los afiliados a las tres “iglesias históricas para la paz” (Quakers, Mennonites, Brethren), proporcionan ayuda económica a los que no se registran en el SSS.
¿HABRÁ OTRO RECLUTAMIENTO?Sigue debatiéndose la cuestión de si habrá un nuevo reclutamiento para aportar personal a las fuerzas militares de Estados Unidos. Hay escaso apoyo público para el servicio militar obligatorio8 y los militares se manifiestan a favor del carácter voluntario actual de las fuerzas armadas. Muchos expertos creen que sería políticamente imposible reinstaurar una medida tan impopular. El Presidente George W. Bush y miembros de su administración han afirmado en varias ocasiones que el carácter profesional actual de las fuerzas armadas es eficaz, y que no tienen planes para reinstaurar un reclu-tamiento9,10, a pesar del requerimiento de un aumento inminente en el número de efectivos11. A pesar de las afirmaciones oficiales, funcionarios de la administración y del Pentágono dejan abierta la posibilidad de una movilización10, y en fechas recientes el Secretary for Veterans Affairs ha apoyado públicamente una llamada a filas12. Puede producirse algún tipo de servicio militar obligatorio, pues las necesidades de personal militar aumentan de un modo más apremiante en vista de las operaciones militares actuales y previstas de Estados Unidos13. Los pediatras deben estar informados de estas posibilidades, a fin de aconsejar a sus pacientes apropiadamente.
SI SE PRODUCE OTRO RECLUTAMIENTO, ¿CÓMO SERÁ?En este momento, sólo cabe especular sobre cómo sería un nuevo reclutamiento. El plan más rápido sería el de restaurar el antiguo sistema de reclutamiento, para el que ya existe la infraestructura y están catalogados los jóvenes en una base de datos. Otra posibilidad, en circunstancias menos urgentes, es que el nuevo reclutamiento sea muy diferente de los anteriores. Un reclutamiento revisado puede quedar encubierto con términos como un servicio “universal” u “obligatorio”, en el que la participación militar sería sólo una opción. En un nuevo reclutamiento pueden decretarse varias modificaciones. Primera, la edad de selección aumentará probablemente hasta la mitad de la treintena, o incluso de la cuarentena. Segunda, probablemente se contemplarán las ocupaciones específicas. En la actualidad, a quienes se registran en el SSS no se les pide que informen sobre su profesión o aptitudes. Sin embargo, al haber una creciente necesidad de personal especializado (p. ej., que sepan determinados idiomas, informáticos, personal médico o paramédico), es probable que se produzca algún tipo de reclutamiento dirigido. A la luz de las ambigüedades morales14 y de la falta de incentivo económico por participar en la vida militar, los trabajadores sanitarios en particular son cada vez más reacios a alistarse15. Tercera, las mujeres podrían incluirse también, por lo que las jóvenes deben conocer así mismo sus opciones16.
Ya se han efectuado intentos de reinstaurar el servicio militar obligatorio. El senador Charles Rangel (demócrata, Nueva York) en cada una de las últimas sesiones del Congreso ha presentado un nuevo proyecto de ley de reclutamiento. Afirma que su intención es la de airear la injusticia del sistema actual de voluntarios, con predominio de los individuos pertenecientes a los grupos socioeconómicos inferiores y de color. El proyecto de ley más reciente, House Resolution 163 (Universal National Service Act of 2003) fue abrumadoramente rechazado en la US House of Representatives (402 a 2) 1 mes antes de las elecciones presidenciales de 2004. El senador Rangel ha vuelto a presentar recientemente el proyecto de ley (House Resolution 4752) con una disposición similar: que todas las personas de ambos sexos de 18 a 26 años en Estados Unidos realicen 2 años de servicio militar u otro servicio al país “en apoyo de la defensa nacional y la seguridad de la patria, y para otros fines”. Aunque Rangel reconoce públicamente que el proyecto tiene pocas posibilidades de aprobarse, insiste en que sirve para airear la disparidad de razas y clases entre los reclutas del ejército y la población general. Un proyecto de ley similar (Senate 89) languidece en el Senado, desde donde se ha devuelto al Committee on Armed Services.
OPCIONES ALTERNATIVAS AL SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO: OBJECIÓN DE CONCIENCIAUn aspecto de una nueva movilización que no ha sido objeto de mucha atención en los anuncios gubernamentales es el tema de la objeción de conciencia. La opción de no ser combatiente o de un servicio alternativo formó parte integral de anteriores movilizaciones en nuestro país. En la movilización más reciente, durante la guerra de Vietnam, los hombres a quienes se reconocía la situación de objetor de conciencia (OC) fueron asignados a diversos proyectos de servicios públicos alternativos dentro de Estados Unidos, como el trabajo en sanatorios mentales, proyectos de servicios públicos o bomberos forestales.
Según la página web oficial del SSS, un OC se define como “alguien que se opone a servir en las fuerzas armadas y/o a llevar armas basándose en principios morales o religiosos” (www.sss.gov). Las iglesias para la paz históricas son las que se han asociado más destacada-mente con la objeción de conciencia, ya que los principios de estas confesiones religiosas prohíben matar. Sin embargo, al menos en movilizaciones anteriores, no fue necesario pertenecer a alguna de estas iglesias o a cualquier grupo religioso, ni siquiera profesar una creencia religiosa, para ser elegible como OC. Para ser elegible como OC, una persona sólo necesita demostrar una creencia sincera en la inmoralidad de matar en cualquier guerra (sin que sea una objeción política a determinada guerra). Finalmente, la decisión de si un individuo reunía los criterios para la objeción de conciencia recaía en la junta de reclutamiento local.
CÓMO ESTABLECER LA SITUACIÓN DE OCEl tomar la decisión de ser OC es obviamente complejo para cualquier individuo; sin embargo, hay que informar a los adolescentes de que existe dicha opción y, si lo desean, proporcionarles información sobre el modo de acceder a la situación de OC. Actualmente no existe ningún proceso legal para optar por la situación de OC al inscribirse en el SSS (es decir, no hay ninguna casilla para este fin en el formulario del SSS). Sin embargo, es muy recomendable que los individuos interesados reúnan documentación sobre sus creencias. Una información detallada sobre el modo de autodesignarse como OC y de reunir los materiales que lo suscriban puede obtenerse en las páginas web de las mencionadas iglesias para la paz (www.afsc.org/youthmil/conscientious-objection, www.mcc.org/us/co/, www.brethren.org/genbd/ witness/ConscientiousObjection/LeadersPacket.htm) o en el Center for Conscience and War, un centro de intercambio de información nacional para actualizar la información sobre el reclutamiento y el registro en el SSS (www.centeronconscience.org).
En anteriores movilizaciones, y probablemente en las futuras, hay tres cuestiones que debe afrontar (y finalmente defender por escrito y oralmente) todo individuo que persiga una situación de OC. Parafraseando el formulario 22 del SSS: (1) Describa las creencias en que se basa su petición de objeción de conciencia. Si es oportuno, señale si estas creencias le permitirían servir en una posición no combatiente en las fuerzas armadas o pagar impuestos para la guerra. (2) Describa el modo en que desarrolló estas creencias. (3) Describa cómo influyen estas creencias sobre el modo en que vive, y el tipo de trabajo que hace o prevé hacer.
Los jóvenes interesados deben preparar un informe con respuestas a estas preguntas, así como recoger otra información relevante, incluida cualquier prueba de participación en actividades para promover la paz, sesiones educativas, lecturas u otros materiales que hayan influido en sus creencias. Además, un posible OC debe obtener cartas de apoyo de, al menos, tres individuos que puedan atestiguar la sinceridad de las creencias del candidato; se recomienda que una de estas cartas sea de alguien que no esté necesariamente de acuerdo con los puntos de vista del solicitante, pero que pueda responder de su sinceridad (un pediatra podría servir a este respecto). Los adolescentes interesados deben preparar estas pruebas y materiales sin demora, ya que el tiempo disponible para “demostrar” una situación de OC puede ser tan breve como de 10 días si se decreta un reclutamiento (www.sss.gov).
APORTE DE INFORMACIÓN SOBRE LOS RIESGOS SANITARIOS DEL COMBATE Y OPCIONES PARA EL SERVICIO: PAPEL DEL PEDIATRAComo médicos en general y pediatras en particular, damos una alta prioridad a conservar la vida y mejorar su calidad. De acuerdo con el espíritu pro-vida de nuestra profesión, debe informarse a los jóvenes sobre las alternativas al servicio militar. Aunque nuestros puntos de vista políticos y religiosos son muy diversos, debemos reconocer que el servicio militar no es necesariamente sinónimo de patriotismo, y que el servir al propio país puede lograrse por otros muchos medios distintos a la participación en las fuerzas armadas. Pocos adolescentes conocen las opciones disponibles, y abundan las informaciones erróneas sobre lo que significa el alistamiento militar (v. tabla 1). La presencia activa de reclutadores militares en colectividades, escuelas y hogares obliga a proporcionar a los jóvenes un punto de vista equilibrado. El apartarse algo de las normas y las tácticas éticamente cuestionables que emplean algunos reclutadores, sobre todo ante la creciente presión para lograr cuotas de alistamiento, ha sido una cuestión ampliamente documentada17-19 y reconocida por las jerarquías militares. En efecto, para paliar futuras transgresiones de los protocolos de alistamiento, en mayo de 2005 el Ejército suspendió temporalmente las tareas de alistamiento, para adiestrar de nuevo al personal en las prácticas éticas de alistamiento20.
TABLA 1. Información para los adolescentes: puntos a considerar antes de firmar un acuerdo de alistamiento militar
En virtud de la No Child Left Behind Act de 2001, los reclutadores militares tienen acceso a los nombres, direcciones y números de teléfono de todos los estudiantes de high schools. Para seguir recibiendo ayudas federales, se requiere a las escuelas que aporten dicha información a los reclutadores militares, a menos que el progenitor opte específicamente por no hacerlo firmando un formulario especial. Actualmente se requiere a las escuelas que remitan este formulario a las familias, en cumplimiento de la Family Educational Rights and Privacy Act. Para más información: www.leavemychilda-lone.org.
Los pediatras pueden suministrar informaciones importantes a los adolescentes sobre la posibilidad de sufrir un trastorno de estrés postraumático21 (TEPT). El TEPT y otros problemas de salud mental han afectado al 18-30% de los veteranos de la guerra de Vietnam22 y actualmente tiene una prevalencia de casi el 17% entre los veteranos combatientes de la guerra de Irak23,24. El gobierno de Estados Unidos ha reconocido la magnitud de este problema y ha emprendido numerosos estudios para detectar e intervenir en el TEPT y otros problemas de salud mental entre el personal militar25. Aunque todo recluta militar entiende que puede sufrir lesiones físicas o morir, las frecuentes cicatrices crónicas del TEPT no son tan conocidas por los adultos jóvenes. Ocurren consecuencias del TEPT durante toda la vida incluso sin traumatismo físico26. Las secuelas psicológicas del TEPT pueden consistir en revivir con frecuencia las experiencias traumáticas, sufrir pesadillas, visiones retrospectivas, evitar cualquier recuerdo del trauma (lo que conduce con frecuencia a un aislamiento auto-impues-to), síntomas de ansiedad, depresión, abuso de sustancias, escasa capacidad de concentración, incapacidad para mantener unas relaciones personales sanas y dificultades prolongadas para el ajuste social, como unas tasas significativamente más bajas de empleo, matrimonio y logros educativos. Sería un perjuicio para los adolescentes a punto de alistarse no conocer el TEPT y sus consecuencias.
CONCLUSIONESEn conclusión, los pediatras y otros profesionales sanitarios que asisten a los adolescentes deben familiarizarse y mantenerse informados acerca de las leyes existentes sobre el registro en el SSS. Estas leyes pueden modificarse en cualquier momento. De hecho, si se decreta un reclutamiento, debemos conocer los detalles y estar listos para aconsejar adecuadamente a los adolescentes. La propagación de esta información puede ser por distintas vías: conversaciones con los jóvenes, participación en foros y seminarios locales sobre las opciones de carreras, o creación de folletos informativos para distribuirlos en los consultorios médicos y las clínicas. La información y las fuentes pueden obtenerse también en el Center on Conscience and War y otras páginas web que hemos mencionado. Un nuevo reclutamiento podría contener disposiciones notablemente diferentes de las regulaciones previas, pero, mientras tanto, tenemos la responsabilidad de proporcionar a nuestros jóvenes pacientes la oportunidad de elegir para que actúen de acuerdo con su conciencia en cualquier dirección a que ésta les impulse.