El transporte seguro de lactantes prematuros y de bajo peso al nacer requiere consideraciones especiales. Para colocar correctamente a estos niños deben tenerse en cuenta tanto la inmadurez fisiológica como el bajo peso al nacer. En el presente informe clínico se proporcionan directrices para que el pediatra y otros cuidadores ofrezcan consejos a los padres de estos niños sobre los cucos de seguridad.
La mejora de las tasas de supervivencia y el alta más precoz de lactantes prematuros (< 37 semanas gestacionales al nacer) y de bajo peso al nacer (< 2.500 g al nacer) han aumentado el número de lactantes pequeños transportados en vehículos privados. Las sillas y los cucos de seguridad para automóvil usados correctamente se caracterizan por una eficacia del 71% en la prevención de muertes de niños en los accidentes de tráfico que afectan a los pasajeros del vehículo1. Para garantizar el transporte seguro de los lactantes prematuros y de bajo peso al nacer, son necesarios tanto una selección como un uso correctos de sillas o cucos de seguridad para automóvil.
El Federal Motor Vehicle Safety Standard (FMVSS) 213, que establece los requisitos de diseño y rendimiento dinámico de los sistemas o dispositivos de retención infantil, se aplica a niños que pesan hasta 3 kg. Sin embargo, el estándar no incluye un límite mínimo de peso y no aborda la hipotonía relativa y el riesgo de obstrucción de las vías respiratorias entre lactantes prematuros o de bajo peso al nacer. La mayoría de las sillas de seguridad se colocan en sentido contrario al de la marcha y están diseñadas por el fabricante para ser usadas por lactantes que pesen más de 1.800-2.250 g, y algunas están diseñadas para su uso desde el nacimiento, con independencia del peso del niño.
Con un maniquí (dummy) de lactantes de tan sólo 1.500 g se ha demostrado una restricción satisfactoria de las sillas de seguridad estándar colocadas en sentido contrario al de la marcha durante las pruebas de homologación de los dispositivos con ensayos de accidentes o crash tests2,3. Sin embargo, estos ensayos no pueden reproducir las variables de las vías respiratorias y el tono muscular que se dan en lactantes prematuros, y no se dispone de información sobre los sistemas de retención de lactantes cuyo peso es < 1.500 g.
Las sillitas de seguridad para automóvil colocadas en sentido contrario al de la marcha confieren la mejor protección en las colisiones frontales, porque las fuerzas se transfieren desde la parte posterior del sistema de retención hasta la espalda del lactante, que es la región más fuerte de su cuerpo. El dispositivo de retención también proporciona apoyo de la cabeza del niño. El uso de estas sillas de seguridad también previene que se ejerzan fuerzas de tensión intensas sobre el cuello en flexión4.
La prolongada experiencia y el valor protector documentado de las sillas de seguridad para niños hacen que sean de elección para el transporte de todos los lactantes que pueden mantener una estabilidad cardiorrespiratoria en posición erguida4. Para aquellos que manifiestan apnea, bradicardia, o una baja saturación de oxígeno cuando se les coloca en esta posición en el sistema de retención, puede estar indicado un cuco que cumpla con los requisitos del estándar FMVSS 2132,5. En particular, algunos lactantes prematuros y a término colocados en cucos y sillas de auto parecen presentar tasas similares de apnea, bradicardia y desaturación de oxígeno6,7.
Un cuco de seguridad se diseña para acomodar a un lactante en posición reclinada por completo y en el asiento del vehículo se orienta perpendicular a la dirección de la marcha. El lactante se sujeta al cuco con un arnés interno y el cuco se sujeta al vehículo con el cinturón de seguridad. Al igual que las sillas de auto, los cucos incluyen requisitos de peso específicos designados por el fabricante y, al igual que las sillitas, deben usarse de acuerdo con sus recomendaciones.
Una consideración importante cuando se selecciona una silla o un cuco de seguridad para auto es el tamaño del lactante, en particular en el caso de los prematuros2,8. El peso, la talla, la maduración neurológica y las enfermedades asociadas (en particular, displasia broncopulmonar) influyen en el riesgo potencial de compromiso respiratorio cuando viajan colocados en dispositivos de retención infantil6,9.
Los lactantes prematuros son propensos a un mayor riesgo de desaturación de oxígeno, apnea y/o bradicardia10, en especial cuando se les coloca en las sillas de seguridad infantil en una posición reclinada5,11-13. Además, los frecuentes acontecimientos cardiorrespiratorios y la hipoxia intermitente pueden afectar adversamente al neurodesarrollo, conducta psicosocial y logros académicos posteriores14,15. En un estudio, el desarrollo mental de lactantes prematuros con cinco o más acontecimientos cardiorrespiratorios durante 210 h o más de monitorización cardiorrespiratoria se asoció con un índice más bajo de desarrollo en la escala de Bayley de desarrollo del lactante14 (95,8 comparado con 100,4; p = 0,04); los índices físicos no fueron diferentes (94,4 comparado con 91,7; p = 0,37). No está claro si la asociación de acontecimientos cardiorrespiratorios y el menor desarrollo mental refleja una anomalía subyacente o es una consecuencia negativa de los acontecimientos. Si es práctico, es racional tratar de reducir la frecuencia y gravedad de estos acontecimientos experimentados por los lactantes prematuros colocados en sillitas de seguridad para auto para reducir a un mínimo las posibles secuelas del desarrollo neurológico. Por lo tanto, antes del alta hospitalaria, para todos los de menos de 37 semanas gestacionales al nacer, es preciso considerar una monitorización de la silla de seguridad para auto que usará el lactante con el objetivo de determinar la presencia de madurez fisiológica y la estabilidad de la función cardiorrespiratoria, según lo recomendado en la publicación de la American Academy of Pediatrics Guidelines for perinatal care16. Debido a la limitada información sobre la gravedad y la frecuencia de resultados adversos en lactantes prematuros que experimentan acontecimientos cardiorrespiratorios, incluidos los que ocurren mientras son transportados en dispositivos de retención infantil, se requiere una investigación adicional17.
Muchos lactantes son dados de alta del hospital con monitores cardíacos/de apnea, oxígeno suplementario, y en ocasiones, respiradores portátiles, aparatos de aspiración, baterías y otro instrumental. Estos objetos son pesados y pueden ocasionar una lesión si golpean al niño o a otro ocupante del vehículo en caso de frenazo brusco o de colisión. Aunque no hay un sistema de seguridad disponible comercialmente para el instrumental médico portátil, se recomienda su anclaje o retención18.
No se dispone de datos que establezcan una edad específica o estado del desarrollo neurológico al que un lactante con compromiso respiratorio dado de alta del hospital y transportado en un cuco de auto puede ser trasladado de forma segura a una silla de seguridad infantil en posición reclinada. Antes de interrumpir el uso del cuco, el médico puede considerar la planificación de un estudio de seguimiento para determinar cuándo el lactante puede viajar en posición reclinada sin experimentar apneas, bradicardia o desaturación de oxígeno. El momento para efectuar el examen puede variar en función del ritmo de crecimiento y de la maduración neurológica del niño, y el médico responsable debe determinar su estado respiratorio.
Las sillas de seguridad para auto se usan con frecuencia para colocar a los bebés con objetivos diferentes de un viaje. Se han documentado los posibles efectos lesivos del uso excesivo de los dispositivos de retención, incluida la exacerbación del reflujo gastroesofágico y la potenciación de una plagiocefalia19,20. El uso de estos dispositivos con objetivos diferentes de un viaje también puede aumentar el riesgo de acontecimientos cardiorrespiratorios y otros acontecimientos médicos adversos.
IMPLICACIONES CLÍNICASLas diversas consideraciones importantes para el transporte de lactantes prematuros y de bajo peso al nacer con riesgo de desaturación de oxígeno, apnea o bradicardia recurrentes incluyen las siguientes:
Es importante la colocación correcta de los lactantes prematuros y de bajo peso al nacer en las sillas de seguridad para reducir a un mínimo el riesgo de compromiso respiratorio. Las directrices nacionales específicas para seleccionar estas sillas de seguridad y la colocación de estos niños incluyen las siguientes:
Fig. 1. Silla de seguridad con hebilla de retención colocada en el punto medio del tórax del bebé.
Fig. 2. Silla de seguridad con una toalla arrollada para inclinarla en un ángulo de 45º.
Son importantes una selección y uso correctos de las sillas o cucos de auto para garantizar la mayor seguridad posible del transporte de lactantes prematuros y de bajo peso al nacer.
La mayor frecuencia de desaturación de oxígeno o episodios de apnea o bradicardia experimentada por estos niños colocados en una posición reclinada puede exponerlos a un mayor riesgo de acontecimientos cardiorrespiratorios y resultados adversos del desarrollo neurológico.
Se sugiere que los lactantes prematuros se sometan a un período de observación de 90-120 min (o más prolongado si el tiempo de viaje hasta el domicilio es superior) en una silla de auto antes del alta. Es importante la formación de los padres sobre la colocación correcta del bebé en la silla de auto para reducir a un mínimo el riesgo de compromiso respiratorio. En el caso de lactantes vulnerables, también reducirán a un mínimo el riesgo de acontecimientos adversos la provisión de observación y la evitación de la permanencia del niño en la silla de auto durante períodos prolongados, al igual que el uso de la silla sólo para viajar.
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Las recomendaciones de este informe no indican un curso exclusivo del tratamiento o del procedimiento a seguir. Teniendo en cuenta las circunstancias individuales pueden estar indicadas las variaciones.
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