Irma Sandoval en su obra Crisis, rentismo e intervencionismo neoliberal en la banca: México (1982–1999) demuestra la necesidad de avanzar hacia el replanteamiento conceptual del abordaje y estudio del sistema financiero mexicano. Junto con esta rica discusión, inevitablemente teórica, el libro también constituye una amplia reconstrucción histórica acerca de lo ocurrido en nuestro país a partir de la década de los años setenta hasta nuestros días. La autora divide este amplio periodo en tres partes, con énfasis particular entre los años 1982 y 2000.
Como telón de fondo de su análisis Sandoval ubica la urgente necesidad de modificar la estructura y reglas que rigen a las instituciones financieras en México y en el mundo. Lo que está en juego detrás de una obra como la que se nos ofrece son la formación, la aplicación y destino del ahorro nacional: ¿en qué condiciones se conserva el valor de la actividad productiva en nuestro país y cómo se genera nuevo valor?, ¿qué papel debe jugar, en lo sucesivo, la intermediación financiera en la vida de nuestra población? y ¿cuál debe ser el balance de treinta años de estancamiento económico y desigualdad creciente?
La discusión que la Dra. Sandoval recrea y desarrolla sobre estos treinta años de la aplicación del esquema neoliberal en la banca rebasa con mucho la mera reiteración. De forma provocativa analiza y localiza los impulsos iniciales de la aplicación del modelo actual en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de inicios de los setenta y presenta hipótesis relevantes para sustentarlo. Esta obra presenta un derrotero que ha conducido al sistema bancario y financiero al fracaso respecto a las propias metas neoliberales: con una banca que nunca redujo costos, altamente ineficiente, inhibidora del acceso a sus servicios a la mayoría de los actores económicos, que eleva los márgenes de intermediación, y que encima de todo ello ha debido ser intervenida una y otra vez para después ser rescatada debido a los fracasos y en gran medida inevitables prácticas de corrupción y rentismo que ocurren en los ámbitos financieros y bancarios (autoasignación de créditos, tasas preferenciales, préstamos relacionados, cruzados y opacidad, etcétera).
Este libro constituye una obra de consulta obligada para quien busque entender uno de los más graves problemas de nuestro acontecer actual, no niega ni rechaza la trascendencia del modelo económico neoliberal; sin embargo plantea que la teoría sobre la que se encuentra construido este paradigma está de suyo en contradicción con su práctica cotidiana. El discurso del neoliberalismo en realidad constituye una forma peculiar de presentar la Economía Política: la teoría ortodoxa de la economía, presuntamente “pura”, es en realidad una economía política que se traiciona a sí misma, pues se presenta como lo que no es, y en aras de su hipotética apoliticidad desarrolla y afirma un proyecto político de amplio espectro y gran durabilidad que en la historia mexicana se ha proyectado a través de la rearticulación y alteración profunda de las pautas económicas y políticas de los periodos del llamado “desarrollismo”.
En oposición a la formulación de modelos formales de supuestos abstractos sobre la dinámica del mercado, Sandoval rescata la metodología de los estudios de caso, empleando para ello una perspectiva configuracional y comparativa que en congruencia con su enfoque histórico postula también la pertinencia teórica de hacer un análisis contrafáctico que nos permita entender cuáles habrían sido los resultados de haberse seguido otras brechas. La falla de los modelos teóricos postulados por los tecnócratas neoliberales en su afán de desarticular el cuerpo de la economía política no reside en la incomprensión o falta de pericia al aplicar dichos modelos, sino en el hecho de que el neoliberalismo es en realidad el discurso teórico de equipos políticos y grupos de interés que de forma falsa presumen ser tecnócratas pero que auspician claros intereses políticos y económicos. El modelo es un claro oxímoron: que del mismo modo irracional que sería hablar de un hielo caliente o de un fuego sin combustión o de un agua seca, sostiene la existencia de una economía política apolítica.
De modo que aclarar lo acaecido en los años de estudio supone, antes que formular algoritmos y relaciones cuantitativas formales, comenzar por determinar cuáles son los grupos de interés que han encabezado en realidad las actuales tendencias depredadoras de la riqueza social a través de la monopolización de los mercados financieros y de la franca extranjerización de la industria bancaria en el país. Por ello la premisa teórica del modelo teórico-interpretativo que plantea Sandoval Ballesteros de determinar quiénes actúan y en consecuencia, quiénes ganan y se benefician, para después explicar qué medidas técnicas concretas proponen para ello.
El resultado es un impecable ensayo escrito desde la academia, no pensado para una coyuntura política específica; que no por ello se asume exento de una intervención crítica que busca incidir en el curso de la sociedad actual, sobre todo para el conocimiento de las futuras generaciones que tendrán que superar el fracaso de un modelo que fue impuesto cuando ellas crecían. El texto dista de ser un trabajo formalizante y anodino pero queda muy lejos de ser un escrito de coyuntura: tanto por el rigor en el razonamiento propuesto como por la explicitación del sitio teórico que se adopta para construir los argumentos, su lectura es obligada e imprescindible.
El detalle acucioso y claro en la exposición y análisis de los datos, figuras y tablas, y el registro puntual de los hechos históricos significativos nutre ampliamente la investigación empírica original. Aquí se repasa por ejemplo el primer rescate de la banca de López Portillo, la conformación de nuevos grupos financieros desde el inicio de los años ochenta, el cambio y adecuación de las leyes para tal fin, la entrega del ahorro nacional a las prácticas especulativas por parte de los nuevos intermediarios financieros (los llamados “casabolseros” de Miguel de la Madrid), la entrega de los nuevos bancos en charola de plata por parte de Salinas de Gortari a especuladores y aventureros, la corrupción desenfrenada de las privatizaciones bancarias y el opaco e ilegal asunto del Fobaproa-ipab con Zedillo. Este amplio repaso histórico está construido sobre supuestos teóricos que demuestran que no son razones económicas las que imponen los cambios en la esfera política, sino que conspicuos grupos políticos que han logrado imponer su impronta en la vida económica, los han llevado hasta el extremo de hacerlas parecer como las únicas opciones viables y necesarias. Es necesario advertir que este recuento por momentos torna la lectura un tanto difícil, más por los truculentos episodios detallados que por falta de claridad o aridez estilística; por el contrario, quien haga la lectura completa tendrá la agradable satisfacción de haber encontrado un texto con argumentos completos, bien razonados y empíricamente bien fundamentados.
La parte más luminosa del libro reseñado podría sintetizarse así: si la crisis democrática ocurrida durante los años dorados del viejo régimen paternalista fue lo que dio lugar a la sustitución del régimen populista autoritario y abrió las puertas a la implantación del modelo neoliberal, hoy de nueva cuenta la lucha por la democracia es la que abrirá las vías para recuperar las riendas que tendrán que regular el sistema financiero en pro del desarrollo nacional en el nuevo contexto global; ello reducirá la desigualdad y recuperará la canalización de los flujos de capital hacia la intermediación productiva, alejándolos de los ámbitos meramente especulativos.