Identificar el perfil epidemiológico obstétrico y neonatal de las gestantes inmigrantes que parieron en el Hospital de Albacete durante los años 2004 y 2005.
Material y métodosEstudio descriptivo realizado en 1.322 mujeres, 661 inmigrantes y 661 autóctonas. Se seleccionaron variables sociodemográficas, obstétricas y neonatales para ambos colectivos. Se practicó un análisis multivariante para aislar el
efecto neto de ser inmigrante en los resultados obstétricos y neonatales.
ResultadosEl número de partos en inmigrantes se incrementó un 29,5% y supusieron un 12,2% del total de mujeres. No presentan partos de mayor riesgo que las autóctonas. A diferencia de las autóctonas, son más jóvenes y multíparas, y utilizan menos la epidural.
ConclusionesEl perfil epidemiológico de los resultados obstétricos y neonatales en inmigrantes es similar al de las autóctonas. El tipo de parto y el ingreso en pediatría no están condicionados por la nacionalidad. Ser joven y multípara son los principales factores de protección.
To identify the neonatal and obstetric epidemiological profile of pregnant immigrant women who gave birth in Albacete Hospital between 2004 and 2005.
Material and methodsWe performed a descriptive study in 1,322 women (661 immigrants and 661 Spanish-born women). Sociodemographic, obstetric and neonatal data were gathered from both groups. A multivariate analysis was performed to isolate the effect of immigrant status on neonatal and obstetric outcomes.
ResultsThe number of deliveries in immigrants increased by 29.5 % (representing 12.2 % of the total number of women). No differences in delivery-related risk were found between the two groups. In comparison with Spanish-born women, immigrant women were younger and multiparous. The use of epidural was less frequent in immigrant women.
ConclusionsThe epidemiological profile of neonatal and obstetric outcomes in immigrant women was similar to that in Spanish-born women. Type of delivery and admission to the pediatric service were not influenced by nationality. Being young and having had several children are protective factors for women.
La sociedad española asiste desde 1996 a un vigoroso crecimiento de la población inmigrante1, especialmente extracomunitaria2, debido, entre otros factores, a los desequilibrios Norte-Sur, al control migratorio desarrollado en el resto de Europa y a la coincidencia con un período intenso de crecimiento de la actividad económica española2 que han convertido al Estado español en un destino cada vez más definitivo de los inmigrantes económicos3,4. La segmentación del mercado laboral, con puestos de trabajo escasamente cualificados y fácilmente controlables para las mujeres5, y las políticas migratorias españolas definidas en la Regulación del 2000 y la Documentación por Arraigo del 20016, que posibilitan el asentamiento por vínculos familiares4,6, han favorecido el incremento de mujeres inmigrantes (feminización de la migración7), fundamentalmente de nacionalidades de Latinoamérica2,4,8,9.
Este perfil migratorio es la causa de formas específicas de demandas sanitarias moduladas por las condiciones de vida en el país receptor10 y por los presupuestos de atención sanitaria de la Ley de Extranjería11. Concretamente, la utilización de los servicios sanitarios por parte de los inmigrantes está centrada en el área ginecoobstétrica12 y pediátrica13–15. En un hospital de Valencia16, en 2002, el diagnóstico de alta más frecuente (sin contar el parto normal) fue «complicaciones del embarazo, parto y puerperio», con el 37,7% de los egresos hospitalarios. En otro estudio, en Barcelona17, se alcanzaron similares resultados; el 33,0% de los ingresos hospitalarios de inmigrantes fueron partos, lo que plantea la necesidad de recuperar un mayor peso los servicios de ginecología, obstetricia y pediatría.
En España es reciente el interés por estudiar los resultados obstétricos y perinatales de las mujeres inmigrantes y sus condicionantes. Mientras que algunos trabajos concluyen que no hay diferencias entre inmigrantes y sus hijos y las mujeres autóctonas15,18,19, otros manifiestan más factores de riesgo obstétrico y perinatal en las primeras20–22, fundamentalmente debido al escaso apoyo social y a las deficientes condiciones socioeconómicas, y sugieren realizar una captación mayor y más temprana de estas gestantes23. En otros países con una amplia trayectoria sanitaria en materia de diversidad cultural, como EE.UU. y Canadá10, se ha tipificado el fenómeno denominado paradoja epidemiológica24,25 o paradoja latina26, puesto que los resultados obstétricos y neonatales (bajo peso, prematuridad y mortalidad infantil) son mejores en mujeres latinas con bajo estatus socioeconómico (especialmente mexicanas) que los encontrados en mujeres blancas anglosajonas y afroamericanas. Al parecer, las prácticas culturales tradicionales mexicanas desempeñan un factor de protección en el embarazo y en el parto27.
En el año 2005, Castilla-La Mancha fue la segunda comunidad autónoma, tras Andalucía, que experimentó un mayor incremento en el número de residentes extranjeros, fundamentalmente extracomunitarios, con un 28,1%28. La provincia de Albacete cuenta con 20.520 (el 5,3% de la población total), por debajo de Toledo y Ciudad Real. La distribución de extranjeros en función de su origen para esta provincia, al igual que en la región, se corresponde fundamentalmente con 6 nacionalidades: rumana, marroquí, ecuatoriana, colombiana, ucraniana y búlgara28. En Albacete, el número de nacimientos de madres extranjeras ha pasado de 53 en 2000 (1,4% respecto al total de nacidos) a 333 en 2004 (9,3%)29. Si el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (CHUA) atiende en torno al 90% de los partos de la provincia, podemos afirmar que su servicio de partos ha incrementado más de 6 veces el número de las usuarias de origen extranjero asistidas. Sin embargo, no hay información precisa acerca del impacto de la inmigración en la atención obstétrico-ginecológica de este centro.
En este sentido, se pretende identificar el perfil epidemiológico obstétrico y neonatal de las gestantes inmigrantes que dieron a luz en el servicio de partos del CHUA durante los años 2004 y 2005.
MATERIAL Y MÉTODOSSe realizó un estudio descriptivo en el servicio de partos del CHUA durante los años 2004 y 2005.
La población de referencia estuvo constituida por todas las mujeres que ingresaron en el servicio durante el período considerado (n = 6.165; 677 inmigrantes y 5.488 autóctonas). Se excluyó a 16 inmigrantes: 4 con parto gemelar, 2 con fetos nacidos muertos y 10 por nacionalidad mal recogida. La población final objeto de estudio (1.322) se constituyó a partir del total de la población inmigrante (661) y un número similar de población autóctona, seleccionada según el orden de registro inmediatamente anterior al de la mujer inmigrante en el libro de partos, única fuente de información.
El libro de partos constituye el documento oficial de la Consejería de Sanidad, que sirve de base para el diagnóstico temprano de metabolopatías congénitas. Recoge la totalidad de los nacimientos tanto intra como extrahospitalarios.
Las variables recopiladas para el análisis fueron las siguientes: nacionalidad, categorizada de forma dicotómica (autóctona/inmigrante), nominal por área geográfica (Latinoamérica, Magreb, países del este de Europa, autóctonas), y desagregada por países de procedencia; edad de la madre (en años cumplidos truncándola al incrementarla en 0,5 unidades).
Variables obstétricas: paridad, dicotómica (primípara/multípara); antecedentes obstétricos (número de embarazos, cesáreas, abortos e hijos); edad gestacional, clasificada ordinalmente como pretérmino/a término/postérmino, y de manera dicotómica (no a término/a término); tiempo total de parto (min); tipo de parto categorizado nominalmente como eutócico/instrumental/cesárea, y de manera dicotómica (eutócico/distócico); parto en expulsivo, dicotómica (sí/no) y empleo de analgesia regional, dicotómica (sí/no). Variables neonatales: peso del recién nacido (g); pH de arteria umbilical; prueba de Apgar (al minuto y a los 5min) e ingreso en pediatría, dicotómica (sí/no).
Se efectuó una descripción de las variables estudiadas. El estudio de la normalidad se realizó mediante la creación de diagramas de caja y la aplicación de la prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov con la corrección de Lilliefors. En el análisis bivariante, se emplearon las pruebas de la χ2 y t de Student; como pruebas no paramétricas, la U de Mann–Whitney y la prueba de la mediana. La asociación entre variables se evaluó mediante razones de prevalencia y odds ratio de prevalencia para las variables dicotómicas, acompañadas de sus respectivos intervalos de confianza del 95%.
Se realizó un análisis multivariante por medio de la regresión logística binaria para aislar el efecto neto de ser una mujer inmigrante en la morbilidad obstétrica y neonatal, y se controlaron los posibles factores de confusión. Se han analizado dos variables dependientes dicotómicas: tipo de parto e ingreso en pediatría. En la primera, se han utilizado como variables predictoras dicotómicas la nacionalidad, el peso del recién nacido (normopeso/dispeso), el empleo de analgesia regional y la paridad, la edad de la madre y el número de cesáreas anteriores. En la segunda, las variables predictoras dicotómicas fueron la nacionalidad, el tipo de parto, la edad gestacional (término/no término), el peso del recién nacido y el parto en expulsivo. En el análisis de subgrupos, se ha examinado el tipo de parto seleccionando a las mujeres autóctonas y a las procedentes de Europa del Este. Para el análisis de los datos se utilizó el paquete estadístico SPSS (versión 11.5).
RESULTADOSEn el CHUA se produjeron 6.165 partos, 3.099 en el año 2004 y 3.066 en 2005. De éstos, 661 (10,7%) correspondieron a mujeres inmigrantes, 288 (9,3%) en el primer año y 373 (12,2%) en el segundo. Esto ha supuesto un incremento del 29,5%, y un crecimiento negativo en los partos de madres autóctonas (un 4,4%). Las mujeres latinoamericanas son mayoritarias (43,1%), y por nacionalidades, las más frecuentes han sido la rumana, la ecuatoriana, la marroquí y la colombiana (tabla 1).
Nacimientos de gestantes inmigrantes según nacionalidad y año
Nacionalidad | Frecuencias absolutas | Porcentajes | ||
2004 | 2005 | 2004 | 2005 | |
Rumana | 70 | 120 | 24,30 | 32,17 |
Ecuatoriana | 40 | 51 | 13,89 | 13,67 |
Marroquí | 37 | 38 | 12,85 | 10,19 |
Colombiana | 34 | 34 | 11,80 | 9,11 |
Boliviana | 19 | 34 | 6,60 | 9,11 |
Paraguaya | 12 | 22 | 4,17 | 5,90 |
Ucraniana | 13 | 13 | 4,51 | 3,49 |
Búlgara | 12 | 7 | 4,17 | 1,88 |
Resto nacionalidades | 51 | 54 | 17,71 | 14,48 |
Totales | 288 | 373 | 100,00 | 100,00 |
En la tabla 2, se evidencia que las inmigrantes son más jóvenes (p < 0,001), la edad promedio ± desviación estándar de las inmigrantes primíparas fue de 25,9 ± 5,7 años frente a las autóctonas en las que fue 30,6 ±5,1 años. En las inmigrantes multíparas fue de 28,8 ± 5,3 años y en las autóctonas, 32,9 ± 4,6 años.
Gestantes según características sociodemográficas y antecedentes obstétricos
Autóctonas (n= 661) | Inmigrantes (n= 661) | p | DMa/RPb | ICdel 95%c | |
Edad materna, media ± desviación estándar (años) | 31,5 ± 5,0 | 27,2 ± 5,7 | < 0,001 | 4,3 | 3,7-4,9 |
Primíparas | 30,6 ± 5,1 | 25,9 ± 5,7 | < 0,001 | 4,7 | 3,9-5,5 |
Multíparas | 32,9 ± 4,6 | 28,8 ± 5,3 | < 0,001 | 4,1 | 3,3-4,9 |
Edad de riesgo (años) | n (%) | n (%) | < 0,001 | ||
Menores de 16e | 2 (0,3) | 9 (1,4) | |||
De 16 a 35 años | 487 (75,4) | 571 (88,8) | |||
Mayores de 35 años | 157 (24,3) | 63 (9,8) | |||
Paridad | n (%) | n (%) | 0,028 | ||
Primíparas | 390 (59,9) | 349 (53,9) | |||
Multíparas | 261 (40,1) | 299 (46,1) | |||
Número de embarazos, media ± desviación estándar | 1,8 ± 0,9 | 2,3 ± 1,5 | < 0,001d | ||
Número de partos, media ± desviación estándar | 0,5 ± 0,7 | 0,7 ± 1,0 | 0,001d | ||
Número de abortos, media ± desviación estándar | 0,2 ± 0,5 | 0,4 ± 0,8 | < 0,001d | ||
Número de cesáreas | 0,1 ± 0,3f | 0,1 ± 0,5f | NSe | ||
Número de hijos | 1,6 ± 0,7f | 1,9 ± 1,1f | 0,010e |
NS: no significativo.
Si tenemos en cuenta la edad considerada de riesgo obstétrico (menores de 16 años y mayores de 35 años), según el criterio de García et al30, las inmigrantes tuvieron un mayor porcentaje en riesgo bajo. Por el contrario, en las mujeres autóctonas hay que resaltar la elevada frecuencia relativa de mujeres añosas (p < 0,001). Los partos en adolescentes representan el 1,4% en las inmigrantes y el 0,3% en autóctonas (p < 0,001).
Las inmigrantes tienen un número significativamente superior de embarazos, partos (multiparidad), hijos y abortos respecto a las españolas. Sin embargo, no hay diferencias en el número de cesáreas previas.
Los partos de mayor riesgo (tabla 3), no a término, son más prevalentes en las inmigrantes (p = 0,009) y suponen 1,5 veces más de probabilidades que los partos de riesgo en las autóctonas (intervalo de confianza [IC] del 95%, 1,1-2,1). El porcentaje de partos pretérmino (anterior a la semana 37 de gestación31) en las mujeres de los países del Este es del 17,1% y el de las autóctonas del 9% (p = 0,001).
Gestantes según resultados obstétricos y neonatales del parto actual
Autóctonas (n = 661) | Inmigrantes (n = 661) | p | DMa/RPb | IC 95%c | |
Edad gestacional | n (%) | n (%) | 0,009 | 1,5 | 1,1-2,1 |
No a términod | 59 (9,0) | 87 (13,5) | |||
A término | 599 (91,0) | 555 (86,4) | |||
Tiempo de parto (horas), media ± desviación estándar | 261,0 ± 180,2 | 251,6 ± 196,6 | NS | ||
Finalización del parto | n (%) | n (%) | 0,022 | ||
Eutócico | 393 (59,6) | 436 (66,4) | |||
Instrumental | 120 (18,2) | 88 (13,3) | |||
Cesárea | 146 (22,2) | 134 (20,3) | |||
Uso de analgesia regional | n (%) | n (%) | < 0,001 | ||
No | 160 (25,2) | 269 (42,8) | |||
Epidural | 462 (72,6) | 351 (55,8) | |||
Raquianestesia | 14 (2,2) | 9 (1,4) | |||
Peso del recién nacido (g), media ± desviación estándar | 3155,8 ± 546,9 | 3214,0 ± 611,7 | NS | ||
Ingreso en pediatría | n (%) | n (%) | 0,034 | ||
No | 623 (94,8) | 602 (91,9) | |||
Sí | 34 (5,2) | 53 (8,1) |
NS: no significativo.
No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la duración media del parto entre ambos colectivos ni en el porcentaje de partos en fase de expulsivo, pero sí en el tipo de parto. Las inmigrantes presentan mayor porcentaje de partos eutócicos (p = 0,022), especialmente las mujeres del Este (el 74,4 frente al 59,6% de autóctonas; p < 0,001). Sin embargo, el análisis multivariante relaciona el tipo de parto solamente con el peso del recién nacido, la paridad, las cesáreas anteriores y la edad de la madre. La paridad podría actuar como factor de protección, de manera que las multíparas tendrían menor riesgo de parto distócico.
No se encontraron diferencias estadísticamente significativas respecto a los resultados neonatales (peso, pH y Apgar), excepto en el ingreso en pediatría, que es mayor en los hijos de inmigrantes (p = 0,034) (tabla 3). En el análisis multivariante, el ingreso en esta unidad únicamente se relaciona con la edad gestacional y el peso del recién nacido (tabla 4).
Regresión logística para la variable dependiente: tipo de parto
Variables | p | OR | IC del 95% |
Nacionalidad | NS | 1,006 | 0,934-1,084 |
Peso | 0,032 | 1,530 | 1,038-2,257 |
Analgesia | NS | 1,337 | 0,994-1,798 |
Paridad | < 0,001 | 0,174 | 0,128-0,236 |
Edad | < 0,001 | 1,059 | 1,033-1,086 |
Cesáreas | 0,001 | 1,807 | 1,260-2,591 |
Regresión logística para la variable dependiente: ingreso en pediatría | |||
Nacionalidad | NS | 1,312 | 0,712-2,418 |
Tipo de parto | NS | 1,568 | 0,854-2,878 |
Edad gestacional | < 0,001 | 19,876 | 10,769-36,683 |
Peso | < 0,001 | 9,751 | 5,305-17,925 |
Parto expulsivo | NS | 0,257 | 0,053-1,245 |
Regresión logística para el tipo de parto entre autóctonas y mujeres del Este | |||
Nacionalidad | NS | 0,728 | 0,486-1,090 |
Peso | 0,013 | 1,818 | 1,135-2,911 |
Analgesia | NS | 1,320 | 0,919-1,897 |
Paridad | < 0,001 | 0,190 | 0,131-0,273 |
Edad | 0,011 | 1,043 | 1,010-1,078 |
Cesáreas | 0,041 | 1,594 | 1,019-2,494 |
IC: intervalo de confianza; NS: no significativo; OR: odds ratio.
El uso de analgesia epidural es más frecuente en las gestantes autóctonas que en las mujeres inmigrantes (p < 0,001). Por nacionalidades, el 48,1% de las magrebíes (p < 0,001), el 51,0% de las mujeres del Este (p < 0,001) y el 32,3% de las latinas (p = 0,027) no usan analgesia epidural frente a un 25,2% de las mujeres autóctonas.
DISCUSIÓNEl perfil epidemiológico de los resultados obstétricos y neonatales en inmigrantes es similar al de las autóctonas. El tipo de parto, así como el ingreso en pediatría y la vitalidad del neonato, no aparece condicionado por la nacionalidad. Las mujeres inmigrantes paren a edades más jóvenes que las autóctonas, presentan antecedentes obstétricos diferenciales, tienen mayor número de embarazos en la adolescencia y utilizan menos la analgesia epidural. Se identifica un alto porcentaje de partos distócicos en ambas poblaciones.
Como limitaciones al estudio, se observa que dada la naturaleza de la fuente de datos utilizada, las variables incluidas no contienen todos los aspectos socioculturales y relativos al itinerario obstétrico-ginecológico de relevancia clínico-epidemiológica; el uso de la variable nacionalidad como concepto taxonómico de cultura no parece el más adecuado por su naturaleza estática y poco sensible a las diferencias10, incluso para la población autóctona32. Las variables que presentan un mayor subregistro son el tiempo total del parto (11,4%) y el pH arterial umbilical (7,5%), con escasa repercusión en los resultados obtenidos. Es posible que el perfil epidemiológico de mujeres inmigrantes se trate en publicaciones incluidas en bases bibliográficas sociológicas o antropológicas no consultadas por este equipo. La diferente tipificación cultural asignada en otros estudios internacionales (minorías étnicas frente a inmigrantes) y los distintos modelos de atención sanitaria vigentes en estos países relativizan su comparación con los resultados obtenidos.
El peso al nacer es un indicador de la bondad de desarrollo pre y posnatal, que tiene también importantes implicaciones en la salud y la viabilidad diferencial a corto y largo plazo20,33. En este estudio, los resultados respecto al peso del recién nacido coinciden con diversos trabajos hospitalarios en el ámbito nacional e internacional. Marqueta y Romagosa21, en Palamós, encontraron que el peso promedio de los hijos de mujeres magrebíes y autóctonas era similar. Martínez et al22, en Zaragoza, no encontraron diferencias en el peso entre inmigrantes y mujeres autóctonas de forma global, pero identificaron un incremento del bajo peso en adolescentes nacionales por la gran población de etnia gitana que atiende el hospital y por el escaso control gestacional realizado por este colectivo. Pérez et al18, en Madrid, no hallaron diferencias relevantes entre los pesos de los hijos de inmigrantes y de mujeres procedentes de países desarrollados. Panagopoulus et al34, en Grecia, identifican los mismos resultados respecto al peso entre mujeres griegas e inmigrantes, con un perfil de inmigración formado fundamentalmente por jóvenes y multíparas, muy parecido al del presente estudio. En Italia, las similitudes que encuentran Manganaro et al35 entre italianas y extracomunitarias se explican por el grado de integración que tiene este colectivo a través del trabajo.
En los resultados de bajo peso se sustentan los estudios que han definido la denominada paradoja epidemiológica en población hispana de EE.UU.36,37. Entre los factores relacionados con un mejor peso del recién nacido por edad gestacional en las hispanas respecto a las afroamericanas, con similares condiciones socioeconómicas e incluso diferencias del control prenatal y seguro privado médico a favor de las afroamericanas25, se han referido la cultura tradicional27,38, que incluye hábitos saludables (menor consumo de tabaco y alcohol en el embarazo)33,38–40, y el sistema informal de cuidados prenatales prestados por las redes familiares y colectivas26.
Hemos encontrado resultados discrepantes en el estudio de Martínez y López23, en Almería, en el que se identifica un mayor porcentaje de pesos normales entre los hijos de gestantes autóctonas. La utilización de la comparación de proporciones en lugar de promedios, con un rango normal entre 2.500 y 4.000g, haría estos resultados no comparables con los obtenidos. Armandá et al41, en Madrid, hallaron diferencias entre los pesos medios; los niños españoles presentaron valores menores que sus homólogos africanos y sudamericanos. Sin embargo, la diferencia observada de 113g podría explicarse por el tamaño de la muestra analizada (n = 3.857). Igualmente, Chung et al33, en cuatro hospitales del Memorial Health Care System, observaron diferencias entre grupos étnicos, pero clínicamente irrelevantes.
En cuanto a la puntuación de Apgar, Marqueta y Romagosa21, y Martínez y López23 no encontraron diferencias significativas entre los dos tipos de población, al igual que los resultados obtenidos en este estudio. Martínez et al42 y Alonso43 observaron diferencias pero utilizaron como medida los porcentajes de Apgar. La tesis de Alonso es la única que recoge el valor del pH arterial; se encontraron diferencias significativas pero clínicamente irrelevantes.
Tanto Marqueta y Romagosa21 como Alonso43 identificaron una significación estadística en el ingreso mayoritario en pediatría de los hijos de inmigrantes, pero no realizaron un control de los factores de confusión, lo que puede justificar las diferencias con los hallazgos obtenidos.
El tipo de parto no aparece condicionado por la nacionalidad, lo que discrepa con otros estudios que efectuaron análisis bivariante22,41. Ibison44, en 3 hospitales de Londres, relacionó el tipo de parto con la etnicidad mediante un análisis multivariante y encontró un mayor número de cesáreas e instrumentalización en las minorías étnicas respecto a la raza caucásica. Estudió a las mujeres primíparas de riesgo bajo, a diferencia del presente estudio, donde la paridad se presenta como un factor importante de protección.
Sánchez et al19, en Madrid, Martínez y López23, en Almería, Panagopoulos et al34, en Piraeus (Grecia), Rizzo et al45, en Bolonia (Italia), y Vagen et al46, en Noruega, con mujeres marroquíes, no encuentran diferencias significativas en el tipo de parto entre inmigrantes y mujeres autóctonas, si bien no se controlaron las posibles variables de confusión.
Resulta llamativo el elevado número de cesáreas y partos instrumentales en inmigrantes y mujeres autóctonas, al igual que en otros trabajos24,43–45, respecto a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (10-15%)47,48.
Se constató que las inmigrantes paren a edades más jóvenes que las autóctonas19,21–23,33–35,38,42,49–51 y son más multíparas21,22,33,34,42,49, lo que suele asociarse a un menor riesgo obstétrico y configura, junto con un mayor número de abortos19,43,49,52, un patrón de fecundidad más semejante a los países de origen53,54. Si la edad de la madre y la multiparidad explican el tipo de parto y definen el patrón de fecundidad de las inmigrantes, se deduce que la nacionalidad está relacionada con el tipo de parto de manera indirecta.
En el estudio de Sánchez et al19 se identificó un mayor porcentaje de gestantes primíparas en inmigrantes (no significativo). Esta diferencia podría explicarse por un perfil de nacionalidades que no incluye a las mujeres procedentes del Este de Europa, por lo que son mayoría las magrebíes y las latinas.
La nacionalidad sólo apareció asociada a los antecedentes obstétricos de fecundidad19,55. Las rumanas son las más jóvenes51 y las de mayor número de abortos previos49,54. Las magrebíes son más multíparas21,53, con menos cesáreas y abortos previos, y las latinas presentan más cesáreas previas.
La edad gestacional evidenció pequeñas diferencias en el porcentaje de partos de riesgo (pretérmino especialmente), más frecuentes en rumanas. Diversos estudios18,21,41 no mostraron asociación estadística en las semanas de gestación entre mujeres inmigrantes y autóctonas. Sin embargo, en el estudio de Martínez y López23 se evidenciaron más partos prematuros en inmigrantes; esta diferencia se atribuye a que las autóctonas tuvieron una captación más temprana del embarazo. Chung et al33 identificaron una significación estadística en la edad gestacional entre blancas, hispanas y afroamericanas; las blancas y las afroamericanas aportaron un mejor indicador. Los autores manifiestan que la edad gestacional es un indicador difícil de comparar entre estudios debido a que el mejor método de estimación sería el grado de concordancia de la fecha de la última regla más la ecografía, técnica que pocos trabajos combinan. En el presente estudio hemos utilizado datos secundarios, por lo que no hemos tenido control sobre la forma de registro.
El elevado uso global de analgesia epidural consolida la medicalización del acto fisiológico de parir48. No es posible explicar las diferencias por nacionalidad encontradas en cuanto a su uso. Éstas podrían reflejar tanto las dificultades idiomáticas de rumanas y magrebíes42,43 (son las que menos la utilizan, por este orden) como diferencias culturales y/o divergencias en el copago de esta prestación56,57 (y, por tanto, en el acceso físico y simbólico) entre los sistemas sanitarios de origen y de llegada. En provincias con mayor presencia histórica de los movimientos migratorios, la tasa de empleo de analgesia epidural se ha incrementado paulatinamente hasta alcanzar cifras similares a la de mujeres autóctonas58, lo que apunta a una flexibilidad de los patrones culturales10,59. Puesto que la analgesia epidural es una prestación universal protocolizada, sería necesario profundizar sobre las diferencias étnicas en su acceso, especialmente en la población romaní por su reconocimiento como uno de los grupos étnicos europeos más discriminado49,60 y habida cuenta de que la mayoría son censados en España como rumanos.
Si al bajo riesgo obstétrico-neonatal añadimos el porcentaje relativo de nacimientos de inmigrantes en el CHUA y las escasas diferencias idiomáticas observadas (el 6,1% procede de países no hispanohablantes), el impacto actual de las inmigrantes es mínimo en la atención sanitaria. El bajo riesgo encontrado, y considerando la paradoja epidemiológica, haría necesario profundizar en los factores culturales que pueden estar amortiguando los efectos negativos de un contexto socioeconómico desfavorable en el país receptor. Otra cuestión sería el tipo y la frecuencia de demandas de urgencias que realizan las mujeres inmigrantes, donde podrían aparecer mayores riesgos, complicaciones y necesidad de atención que las autóctonas. Además, el crecimiento notable de partos de inmigrantes en línea con los estimados por el Instituto Nacional de Estadística29, amerita desarrollar, por parte de las instituciones sanitarias, un plan de atención a la diversidad cultural que incluya los servicios obstétrico-ginecológicos entre sus prioridades, y adaptar sus sistemas de información y registro, tan ajustados a normas y culturalmente homogéneos, a la complejidad sociocultural32 como el modelo clínico de evaluación de factores culturales aportado por Allué61. Uno de estos esfuerzos, originado en los EE.UU., constituye lo que se conoce como competencia cultural, que sustenta las Recomendaciones para patrones nacionales para servicios de salud cultural y lingüísticamente apropiados (CLAS), aprobadas en el año 2000 por la Oficina de Salud de las Minorías del Departamento de Sanidad del gobierno federal62.
A la Unidad Docente de Matronas del CHUA y especialmente a los enfermeros internos residentes de la especialidad de Enfermería Obstétrico-Ginecológica (matrona), sin cuya colaboración no hubiera sido posible la realización del presente trabajo.