Exponer el caso de una gestante que presentó un hematoma espontáneo de cordón umbilical, así como revisión de la literatura.
Sujetos y métodosPrimigesta, sin antecedentes de interés, con control gestacional normal, que ingresó por fase latente de parto. La MNE fue no satisfactoria, realizándose una cesárea de urgencia.
ResultadosNacimiento de una mujer de 3.050g, Apgar 1/3, que ingresó en la UCI y fue dada de alta con diagnóstico de encefalopatía hipóxico-isquémica.
ConclusionesLa presencia de un patrón de monitorización fetal no satisfactorio debe alertar hacia la patología de cordón umbilical, debiéndose revisar este histológicamente.
To present the case of a pregnant woman with a spontaneous umbilical cord hematoma and to provide a review of the literature.
Subjects and methodsA primigravida, with no antecedents of interest and uneventful pregnancy, was admitted to our hospital in the latent phase of labor. Cardiotocography was unsatisfactory, and an urgent cesarean section was performed.
ResultsA 3050g girl was born, with an Apgar score of 1/3, and was admitted to the intensive care unit. The neonate was discharged with a diagnosis of hypoxic-ischemic encephalopathy.
ConclusionsUmbilical cord abnormalities should be suspected when the results of fetal monitoring are unsatisfactory. Histological analysis of the umbilical cord should be performed.
El hematoma espontáneo de cordón umbilical es una causa de distrés fetal poco frecuente. Su incidencia es de 1/5.500 partos. El mecanismo por el que se produce un hematoma en el cordón umbilical permanece desconocido, aunque se han postulado varias teorías: una disrupción de la pared de los vasos a través de la cual puede extravasarse sangre o una elevada presión intravascular, lo que provoca una hemorragia masiva de la gelatina de Warton, en la mayoría de casos cerca de la inserción fetal del cordón umbilical1. Esta patología puede presentarse durante la gestación, o más frecuentemente durante el parto1, y en la mayor parte de los casos el diagnóstico es posnatal2.
La relevancia del hematoma del cordón umbilical recae sobre los malos resultados obstétricos asociados a esta patología, con una tasa de mortalidad perinatal del 50%2–4.
Presentamos un caso de una gestante con controles obstétricos normales hasta la semana 40, en la que, tras una monitorización no satisfactoria, se practicó una cesárea urgente, con nacimiento de una mujer con Apgar 1/3. La anatomía patológica mostró una funiculitis aguda y un hematoma del cordón umbilical.
Caso clínicoPrimigesta de 45 años, gestación mediante fecundación in vitro y donación de ovocitos, sin antecedentes personales de interés y con control obstétrico normal.
En control rutinario, en la semana 40+3 presenta monitorizacion fetal (MNE) con patrón reactivo y amnioscopia negativa.
Horas más tarde ingresa en nuestro servicio por pródromos de parto, con Bishop 5, apareciendo un MNE no satisfactorio, con amnioscopia positiva, por lo que se decide su paso a dilatación para MNE continua.
Se realizó una cesárea urgente, con el nacimiento de recién nacido mujer, de 3.050 g, Apgar 1/3 al 1.er y 5.° minuto, pH arterial de 7,21 y venoso de 6,79.
Ingresó en la UCI neonatal y fue dada de alta a los 33 días con diagnóstico principal de encefalopatía hipóxico-isquémica.
Durante la extracción fetal se objetiva una zona de 10cm de cordón umbilical engrosado, con coloración oscura que impresiona de hematoma.
La AP del cordón mostró una funiculitis aguda y hematoma reciente, la placenta presentaba pequeñas zonas de infarto que ocupaban un 5% de su superficie.
La paciente presentó atonía uterina que precisó para su resolución administración de ergotónicos (oxitocina, misoprostol y metilergometrina), prostaglandinas y técnica de B-Lynch.
Durante su estancia hospitalaria la paciente requirió transfusión de 2 unidades internacionales de concentrado de hematíes (UICH) por anemia grave, procediéndose al alta a los 5 días de la intervención.
DiscusiónEl hematoma espontáneo de cordón umbilical es una complicación poco frecuente; aparece en 1/5.500 embarazos pero tiene graves repercusiones fetales2,4.
Los factores de riesgo asociados a esta condición son: cordón umbilical corto, torsión o prolapso de cordón, inserción velamentosa de cordón, calcificación de la pared de los vasos, traumatismo abdominal durante la gestación o déficit de la gelatina de Warton4–6. También se han descrito casos de hematomas de cordón umbilical tras técnicas invasivas, como amniocentesis o cordocentesis4,5.
El papel de la corioamnionitis, de la funiculitis y el componente de elastina de los vasos es incierto, pero su presencia se relaciona con el hematoma de cordón umbilical5,7,8.
En nuestra paciente, ninguno de los factores de riesgo mencionados estaba presente.
El lugar más común para la aparición del hematoma es en la inserción fetal2 como en nuestro caso (figs. 1–5).
La mayoría de casos de la literatura están asociados a distrés fetal, y la muerte fetal intrauterina aparece en el 50% de los casos3,4,9.
La hipoxia fetal se presume secundaria a la compresión de las arterias umbilicales por el hematoma o el secuestro de sangre por el hematoma con la anemia fetal consiguiente2. El diagnóstico suele realizarse posparto, aunque, en algunos casos, puede realizarse un diagnóstico ecográfico prenatal, dependiendo del tamaño del hematoma y su orientación respecto al útero2,10,11.
La presencia de un patrón de monitorización fetal no satisfactorio, aunque no es específica del hematoma de cordón umbilical, debe alertar al obstetra hacia la posibilidad de un hematoma espontáneo de cordón umbilical, y se debería revisar histológicamente la placenta y el cordón umbilical.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.