La torsión aislada de la trompa de Falopio es un motivo infrecuente de consulta en ginecología. La clínica que produce es sumamente inespecífica, dificultando mucho la realización de un diagnóstico de sospecha y de un tratamiento precoz.
Isolated torsion of the fallopian tube is a rare reason for seeking consultation in gynaecology. Symptoms are non-specific, which hampers its presumptive diagnosis and early treatment.
La torsión aislada de la trompa de Falopio es un suceso extremadamente raro1,2 cuya incidencia se estima en una de cada 1.500.000 mujeres1,3. Se trata de una enfermedad de etiología desconocida1,4 en la que participan múltiples factores de riesgo2,5, y entre ellos se encuentra el bloqueo tubárico4. En presencia de estos factores, venas y vasos linfáticos se tornan propensos al bloqueo mecánico, el cual ocasiona edema local y congestión pélvica. El engrosamiento tisular resultante desemboca en la torsión y formación de un hidrosalpinx por bloqueo de la trompa1,6.
La clínica que produce es vaga2,3,6,7, lo cual dificulta el diagnóstico precoz y la conservación del anejo en el posterior tratamiento quirúrgico1,2.
A continuación presentamos un caso de torsión aislada de trompa de Falopio con hidrosalpinx en una mujer sometida a bloque tubárico diagnosticado en nuestro centro.
Caso clínicoMujer de 42 años, secundípara. Como antecedentes personales refiere bloqueo tubárico perlaparoscópico hace 11 años. La paciente consulta a su médico de familia por un cuadro de dolor en hipocondrio derecho y región suprapúbica asociado a metrorragia de días de evolución, siendo derivada a urgencias generales de nuestro hospital. Se le realiza una ecografía abdominal donde se objetiva como único hallazgo una imagen anecoica alargada de 34×14mm compatible con quiste anexial versus hidrosalpinx en hemipelvis derecha. La paciente no presenta fiebre ni leucocitosis, y es derivada a nuestras consultas de urgencias para su valoración. Allí se confirma el hallazgo ecográfico y se decide el ingreso en planta por la existencia de una movilización cervical muy dolorosa.
La paciente es intervenida al día siguiente por persistencia del cuadro doloroso, a pesar de la analgesia intravenosa. Se realiza una laparoscopia diagnosticándose de torsión aislada de trompa derecha con hidrosalpinx, y se practica una salpinguectomía derecha extirpándose el fragmento torsionado. La evolución postoperatoria es adecuada.
DiscusiónLa torsión aislada de la trompa de Falopio es un fenómeno raro descrito por primera vez por Bland-Sutton en 18908. Su etiología es desconocida, pero Shukla5 clasificó los factores de riesgo predisponentes en intrínsecos y extrínsecos. Dentro de los factores intrínsecos tenemos factores congénitos (excesiva longitud o tortuosidad de la trompa, existencia de hidátides de Morgagni), adquiridos (hidro o hematosalpinx, neoplasias o bloqueo tubárico) o fisiológicos (espasmo, alteración peristáltica o disfunción autonómica). Dentro de los factores extrínsecos nos encontramos con cambios en los órganos cercanos (tumores de ovario o paraovario y adherencias o aumento del tamaño uterino), mecánicos (traumatismo o contracciones próximas) o alteraciones hemodinámicas (congestión pélvica)1,2,5.
La torsión aislada de la trompa de Falopio es una complicación infrecuente del bloqueo tubárico4,7. Suele aparecer más a menudo en pacientes intervenidas con coagulación monopolar debido a que ocasiona un extenso daño del mesosalpinx5 y favorece la aparición de hidrosalpinx (secundario a la secreción del epitelio glandular cuando los 2 extremos de la trompa son ocluidos)4,7. El decalaje existente entre la intervención y la torsión se cifra entre 5 meses y 8 años4, aunque puede ocurrir más tarde como en nuestro caso clínico.
La torsión suele aparecer más frecuentemente en mujeres de edad fértil1, y su incidencia parece estar aumentada en mujeres de raza asiática6. La trompa derecha1,2 es la que se suele torsionar con mayor frecuencia, como en el caso que hemos expuesto. Las razones aportadas por la literatura para este fenómeno son el flujo sanguíneo enlentecido en el lado derecho, la presencia del colon sigmoide en el lado izquierdo, o un posible sesgo diagnóstico al intervenir más por sospecha de apendicitis5.
Regad9 demuestra en su estudio que solo el 24% de los trompas que se torsionan son completamente sanas. La enfermedad que más frecuentemente coexiste con la torsión es el hidrosalpinx.
La clínica es inespecífica1–3,5,6 y consiste en un dolor abdominal-pélvico de horas o días de evolución, de inicio súbito o insidioso3, irradiado a muslo ipsilateral o flanco1,5. Náuseas, vómitos o sangrado vaginal pueden asociarse2,5, sin embargo la fiebre es muy rara1. Los parámetros sanguíneos y la PCR también se encuentran en rango de normalidad salvo complicación1,4,5. Debido a la alta inespecificidad sintomática, su diagnóstico diferencial es amplio1,2,5 e incluye tanto enfermedad ginecológica (torsión o rotura de quiste ovárico o enfermedad pélvica inflamatoria) como enfermedad no ginecológica.
El diagnóstico por técnicas de imagen resulta complejo5, siendo a menudo imposible diferenciar si la torsión es tubárica o anexial2. Las imágenes que proporciona la ecografía son inespecíficas y han de correlacionarse con la clínica5. El hallazgo más característico es una masa quística elongada2 con apariencia de «cuentas de collar» que se rectifica al llegar al cuerno uterino y que se diferencia del ovario homolateral2,6. El Doppler permite ver la ausencia o reversión del flujo diastólico2,5,6; sin embargo, la presencia de flujo no excluye la torsión ya que el suministro sanguíneo es dual1. La resonancia magnética nuclear y la tomografía axial computarizada han quedado relegadas a técnicas auxiliares1,3.
El diagnóstico definitivo se suele realizar por cirugía1–3,5,6. Se considera de elección la vía laparoscópica1,2 aunque con frecuencia se aborda por laparotomía1. Si no existe daño isquémico, la trompa se puede destorsionar y fijar1. Esta técnica tiene especial relevancia durante la edad reproductiva2,5. Si existe gangrena, sospecha de malignidad, enfermedad tubárica presente o deseo genésico cumplido se prefiere salpinguectomía laparoscópica2,7. La fijación contralateral preventiva se recomienda si existen factores de riesgo para la torsión evidentes2.
En conclusión, la torsión aislada de la trompa de Falopio es un diagnóstico a considerar ante un dolor inespecífico y existencia conocida de factores de riesgo.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.