Los índices de depresión en el mundo desarrollado se han incrementado en las últimas décadas. Según el informe de la OMS, publicado en 2012, aproximadamente el 5% de la población refiere haber experimentado un episodio depresivo en algún momento de su vida. En los últimos años se están investigado qué factores pueden ser los responsables, como la merma de la calidad de la dieta, de las horas de sueño, de la actividad física, de la exposición a luz ambiental o del lazo social. Todos estos factores aumentan la vulnerabilidad para la depresión hasta el punto de que, lo mismo que le ocurre a la diabetes o las enfermedades cardiovasculares, la depresión se considera como una «enfermedad de la modernidad», aludiendo a que los cambios en nuestras rutinas pueden predisponer la aparición de las mismas. En coherencia con ello, ayudar a que el paciente mejore sus hábitos de vida podría tener un impacto positivo en su clínica depresiva, como efectivamente se está demostrando. Los tratamientos de los que disponemos en la actualidad, como los fármacos o la psicoterapia, no siempre demuestran ser totalmente eficaces, y hay estimaciones de que solo en torno al 50% de los pacientes tratados por depresión presentan remisión total sin precisar otro tipo de intervenciones. En este trabajo describimos un programa multimodal de estilo de vida para pacientes con depresión que aborda los factores mencionados y que se ha denominado programa de «estilo de vida mediterráneo». Concluimos planteando que el estilo de vida saludable, aunque está en retroceso en muchas partes del mundo, es un factor protector frente a la depresión y muchos pacientes pueden recuperarlo con ayuda específica.
Depression rates have increased in recent decades in the developed world. According to the WHO report published in 2012, approximately 5% of the population refer to having experienced a depressive episode at some point in their life. In the last few years, the factors responsible for reducing the quality of diet, sleeping hours, physical activity, exposure to ambient lighting, or social environment are being investigated. All of these factors increase the vulnerability to depression to the point that, like diabetes or cardiovascular disease, depression is considered as a “modern disease”, referring to the changes we make in our lifestyles that may predispose to the appearance of these diseases. Consequently, helping patients to improve their lifestyles could have a positive impact on their depressive symptoms, as is being demonstrated. Current available treatments, such as drugs or psychotherapy, do not always prove to be fully effective, and there are estimates that only about 50% of patients treated for depression have total remission without requiring other interventions. In this paper, we describe a multimodal lifestyle program for patients with depression that addresses the above factors and has been labelled as the “Mediterranean lifestyle” program. It is concluded that healthy lifestyle (a regressive lifestyle in many parts of the world), is a protective factor against depression, and many patients can recover from it with specific help.
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