Objetivo docente: Describir las características de la especialidad de medicina de familia que debería conocer el radiólogo. Definir el escenario clínico del médico de familia y sus diferencias con la medicina hospitalaria. Determinar las principales dificultades de comunicación que van a encontrar el médico de familia y el radiólogo. Enfoque del informe radiológico según el médico receptor: puntos clave para ayudar a la mejor interpretación del informe.

Discusión: Bajo la premisa que no hay vida inteligente fuera de los hospitales, la medicina de familia (MF) está poco valorada como opción profesional al escoger la plaza de residente y está poco presente en la formación de pregrado. Aun así, los "nuevos" médicos de familia que se forman vía MIR desde 1979, tienen unas habilidades y conocimientos que superan ampliamente las competencias que se atribuían antiguamente a los médicos generales. El desconocimiento del trabajo de estos profesionales por parte de las especialidades hospitalarias, no debería interferir en una relación fluida entre MF y radiólogos. Además algunos radiólogos desempeñan su actividad profesional en centros de salud, trabajando codo con codo con sus compañeros de primaria. Hecho que debería mejorar el entendimiento entre ambas especialidades. La formación en MF no incluye una rotación obligatoria y con objetivos claros por el servicio de radiología, a pesar de su ampliación a 4 años desde 2005. En contrapartida, existe un acceso cada vez más amplio a las pruebas de imagen por parte de los MF, lo que obliga a una nueva organización entre profesionales. No únicamente en la correcta indicación de las pruebas, sino también en la necesidad de un informe adecuado a la pregunta clínica formulada y que se adapte a los conocimientos de esta especialidad. Evitar terminología inadecuada, medidas innecesarias, diagnósticos de probabilidad confusa y otras anomalías comunicativas, podría ser solventado con informes estructurados. Incluir recomendaciones de seguimiento o derivación hospitalaria en los informes radiológicos, los complementaría cualitativamente y sería de gran ayuda en el plan diagnóstico y terapéutico del paciente. La implementación de un sistema de alerta ante hallazgos urgentes y/o graves daría tranquilidad a los profesionales implicados en la prueba diagnóstica. Sin duda, todo un reto interdisciplinar.

Referencias bibliográficas

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