Introducción
Actualmente resulta innegable la importancia que han cobrado los programas de acondicionamiento neuromuscular en el campo del entrenamiento deportivo1,2. En la última década, la investigación ha obtenido evidencias suficientes como para recomendar el entrenamiento neuromuscular sistemáticamente como herramienta para preservar la salud integral de quien lo practica3-5. Los beneficios reconocidos del entrenamiento muscular adecuado pueden disfrutarse a cualquier edad5, incluyendo edades prepuberales y nonagenarias6.
Los especialistas en entrenamiento de fuerza recomiendan fundamentar los programas de entrenamiento en la individualización, la variación y la progresión5. Sin embargo, en ciertas circunstancias resulta prácticamente imposible realizar progresiones del entrenamiento hacia mayores intensidades, para obtener hipertrofia muscular (al menos el 65% de una repetición máxima [1RM]5, y hasta el 80-95% 1RM)7, como es el caso de lesiones, limitaciones ortopédicas, patologías o inadaptación a las cargas. Ante estas situaciones la progresión del entrenamiento está comprometida, y con ella los potenciales beneficios derivados del incremento morfológico y funcional del sistema neuromuscular.
Así pues, encontrar alternativas al entrenamiento de alta intensidad, para que puedan ser realizadas por aquellos segmentos de la población que no tienen acceso a él es un objetivo de vital importancia, y entre estos segmentos destaca especialmente la población adulta con tendencia a la sarcopenia o la dinapenia8.
En la presente revisión se profundiza en una alternativa que deriva de ensayos japoneses que de forma preliminar han obtenido resultados similares sobre el incremento de la fuerza y la hipertrofia muscular a los conseguidos por el entrenamiento de alta intensidad. Esta herramienta metodológica se conoce como entrenamiento con oclusión vascular superimpuesta (Kaatsu por su nombre comercial en Japón).
Debido a su popularidad, se realizó una encuesta entre los entrenadores y hospitales que aplicaban el Kaatsu en Japón (105 encuestados) y las conclusiones de dicha investigación fueron19: a) es aplicable a un gran rango de edad, desde jóvenes adultos, hasta ancianos; b) el principal objetivo de su aplicación fue el fortalecimiento muscular deportivo o la promoción de la salud; c) ha sido aplicado exitosamente en condiciones fisiopatológicas como enfermedades cerebrovasculares, problemas ortopédicos, diabetes mellitus, hipertensión y enfermedades respiratorias; d) el Kaatsu ha sido combinado con los ejercicios de caminar, pedalear y ejercicios de fuerza; e) la dosis media ha sido desde 5 hasta los 30 minutos, con una frecuencia de entre 1 y 3 días semanales; f) el 80% de los encuestados está satisfecho con los resultados obtenidos; g) sólo se ha observado un pequeño número de efectos laterales de carácter leve.
Por lo anteriormente expuesto, el objetivo de la presente revisión ha sido revisar la literatura respecto al entrenamiento de fuerza combinado con oclusión parcial superimpuesta, para detallar los principales efectos y los posibles mecanismos biológicos, además de realizar unas recomendaciones y aplicaciones prácticas, así como sugerir posibles estudios futuros.
Método
Se ha realizado una revisión de la literatura publicada, sin importar el diseño del estudio, en relación con el entrenamiento de fuerza con oclusión vascular superimpuesta. La búsqueda se ha limitado a trabajos entre 1990 y 2011 (cerrando la búsqueda en mayo del 2011), utilizando las bases de datos SportsDiscus y MedLine. Para la búsqueda, se usaron las palabras clave ischaemic training, low blood flow training, kaatsu o la combinación de las mismas. Si en alguno de los trabajos encontrados aparecía alguna referencia de interés se realizaba una búsqueda adicional. La búsqueda fue restringida a trabajos en inglés. Para ampliar la búsqueda fueron consultados manuales específicos tanto en inglés como en español.
El principal criterio de inclusión para el análisis del estudio relativo al entrenamiento con oclusión fue que estuviese publicado en un journal peer-review, y que el estudio hubiese sido realizado en seres humanos aplicando una oclusión parcial del flujo sanguíneo mediante un torniquete externo. Así pues, no fueron incluidos para la presente revisión los estudios llevados a cabo con animales, ni con aplicación de oclusiones vasculares quirúrgicas.
La búsqueda generó 259 referencias relevantes. Cuando fueron leídos los abstracts con posibilidad de inclusión, se obtuvieron los artículos completos para ser leídos y analizados.
Del total de estudios que fueron aceptados para la presente revisión siguiendo los criterios de inclusión/exclusión, 54 fueron estudios originales y 9 revisiones sistemáticas.
Entrenamiento con oclusión vascular parcial superimpuesta
El fenómeno de oclusión vascular (reducción del flujo sanguíneo) ha sido ampliamente estudiado desde el campo de la fisiopatología debido a las lesiones subsiguientes a esta situación de isquemia-reperfusión (I-R)10,11, resultando ampliamente estudiado en el corazón12, o tras un implante de órganos13. Los mecanismos lesivos de la I-R acontecen a nivel celular y a nivel molecular, afectando de forma similar a los órganos afectados14. En este sentido, parecen existir evidencias suficientes como para sugerir que los mecanismos lesivos responden a una respuesta sistémica inflamatoria15,16 o a una disfunción orgánica múltiple16.
En el caso del entrenamiento con oclusión vascular parcial superimpuesta (OCPS) se produce una situación fisiopatológica muy similar a I-R. Es decir, se reduce parcialmente el flujo sanguíneo -en este caso muscular- por medio de un torniquete externo, y se realiza el esfuerzo muscular con baja intensidad17.
Diversos estudios han encontrado que esta modalidad de entrenamiento (OCPS) obtiene mejoras similares sobre la fuerza y la hipertrofia cuando es comparado con el entrenamiento de alta intensidad18-20. Algunos autores han expuesto los posibles mecanismos que explicarían esta respuesta similar y que son enumerados a continuación.
Incremento de la respuesta hormonal anabólica
El entrenamiento con OCPS incrementa significativamente la liberación de hormonas con una potente acción sobre el crecimiento muscular como es la hormona del crecimiento (GH), IGF-1, NA21,22.
Acumulación de metabolitos que acidifican el entorno y facilitan la producción de hormona del crecimiento
El entrenamiento con OCPS incrementa la acidez intramuscular, situación que podría ser la causante del incremento en la producción de GH por el entrenamiento OCPS21-23.
Mayor reclutamiento de las fibras rápidas
La OCPS deriva a un entorno hipóxico que requerirá el reclutamiento de nuevas unidades motoras anaeróbicas para mantener el nivel de fuerza21,24. Según el principio del tamaño o de Henneman, estas unidades con mayor capacidad de generar fuerza y con mayor potencial hipertrófico son reclutadas con grandes esfuerzos. No obstante, el OCPS podría permitir entrenar con bajas cargas y obtener el mismo reclutamiento de fibras rápidas que durante entrenamientos de alta intensidad25, tal y como ha sido sugerido por Carpinelli26 tras su replanteamiento fisiológico del principio del reclutamiento de Henneman.
Los mecanismos desencadenados por la oclusión potenciarán los efectos del entrenamiento de fuerza de baja intensidad. Incremento de la síntesis proteica por activación de señalizaciones intracelulares22
Existen robustas evidencias que demuestran que el ejercicio activa señalizaciones intracelulares que incrementan la subsiguiente síntesis de proteínas y crecimiento celular27, especialmente el entrenamiento contra resistencias28 debido a la tensión mecánica que desencadena29.
Diversos estudios han intentado discernir cuáles son los mecanismos biológicos y de señal celular que promueve la síntesis proteica que desencadenará el crecimiento celular como consecuencia del OCPS. Así por ejemplo, Drummond et al30 identificaron que una sesión de OCPS alteraba el mARN durante el periodo post-ejercicio para los genes asociados con el crecimiento muscular y el turnover proteico, regulador en el desarrollo y respuesta de daño del ADN (REDD1) (↓), factor 1 alfa inducido por la hipoxia (HIF-1alfa) (↓), inhibidor de la cinasa dependiente de la ciclina 1a p21 (↑), diferenciación miogénica MyoD (↑), muscle-specific ring finger MuRF1 (↑), miostatina (↑).
S6K1, mTOR
En 2007, Fujita et al31 registraron un incremento de la síntesis proteica del músculo por una mayor actividad de la fosforilación de la ribosoma S6 kinasa 1, sugiriéndose un incremento de la translación para la posterior síntesis proteica. También sugirieron que la activación de la vía de señalización celular del mammalian target of rapamicin (mTOR) puede estar muy involucrada en la hipertrofia muscular tras el entrenamiento OCPS. La importancia de la vía de la mTOR en la hipertrofia inducida por el OCPS ha sido corroborada en una reciente investigación32.
En un estudio llevado a cabo con ratas a las que se les aplicó una oclusión crónica, los factores más importantes que justifican el incremento de la masa muscular fueron las proteínas de choque térmico (heat shock protein-72 [HSP-72]), descenso de la expresión de la miostatina y el incremento en la actividad de la sintasa-1 del óxido nítrico (NOS-1)24,33.
Efectos estructurales de la oclusión vascular parcial superimpuesta
Uno de los efectos principales del OCPS se centra en las modificaciones estructurales que desencadena pese a realizar un estímulo de entrenamiento de baja intensidad y gran número de repeticiones, en cortos periodos de tiempo.
Estos cambios resultan similares a los recogidos en estudios de 2-3 meses de duración aplicando mayores intensidades de las llevadas a cabo por el OCPS34.
Debido al perfil de baja intensidad del entrenamiento, ha sido ampliamente utilizado en personas con debilidad muscular, atrofias y personas de edad avanzada.
La aplicación del OCPS generó mayor recuperación que un protocolo típico de re-musculación basado en las isometrías, en sujetos sometidos a un proceso de debilitamiento muscular por dos semanas34. De la misma forma, el OCPS se ha mostrado eficaz en un caso de mioisitis, obtenido por Gualano et al35. Esta patología, considerada una miopatía inflamatoria idiopática rara, está caracterizada por una atrofia muscular generalizada. En este ensayo, el sujeto realizó 12 semanas de entrenamiento de fuerza combinado con oclusión vascular, obteniendo incrementos de la masa muscular35.
Otra característica del OCPS es la prevención de atrofias ante situaciones que pueden desencadenarlas, como es el caso de las lesiones, así pues, Sata36 aplicó el entrenamiento de oclusión en una paciente con tendinitis rotuliana, y observó que se reducía el dolor y se evitaba la atrofia del músculo cuádriceps típica de esta lesión.
Ishii et al37 relacionan el porcentaje de incremento en el área de sección transversal muscular con la magnitud de la oclusión. Esta idea surge al comparar su moderado incremento de un 3%, aplicando oclusiones de 50-80 mm Hg para los ejercicios de miembros superiores y de 80-120 mm Hg para los miembros inferiores, frente a otros estudios que observan mayores grados de hipertrofia. Incrementos de entre un 7 y 8% de la masa muscular fueron descritos por Abe et al22, en sujetos activos pero sin experiencia en el entrenamiento neuromuscular tras 24 sesiones de intervención -a razón de 2 sesiones diarias durante 2 semanas- con OCPS.
El objetivo del estudio liderado por Yasuda et al34 fue determinar el porcentaje de crecimiento en el tipo de fibra muscular tras una intervención de OCPS basada en la realización de 2 sesiones diarias durante 2 semanas. Estos investigadores comunican un incremento de un 27% para las fibras tipo II y un incremento del 6% para las fibras tipo I. Con estos resultados, los autores sugieren que el OCPS genera una hipertrofia preferencial sobre las fibras tipo II.
Estos incrementos tróficos (3,1%) del sistema muscular han sido descritos incluso tras entrenamiento de fuerza con OCPS durante 7 días con menos de 24 horas de recuperación entre sesiones38.
Takarada et al39 han demostrado que los efectos del OCPS sobre el incremento de la masa muscular pueden encontrarse incluso en deportistas de alto nivel -jugadores de rugby-.
Aunque no existe un consenso unánime sobre el mecanismo explicatorio de la hipertrofia muscular ante el estímulo del OCPS, Madarame et al40 detectan que el efecto provocado por el entrenamiento con oclusión en las piernas puede afectar positivamente a los brazos (cross-transfer effect), sugiriendo que probablemente existen factores sistémicos liberados tras el entrenamiento. Pese a este efecto, los propios autores asumen la necesidad de un estímulo local obtenido por el ejercicio físico con el fin de favorecer la hipertrofia muscular.
La aplicación del OCPS para la mejora del tronco superior (pectoral mayor y gran dorsal, principalmente) resulta imposible, puesto que la ubicación del torniquete requeriría colocarse sobre la región cervical, con todas las complicaciones que ello supondría. Sin embargo, con el objetivo de ver la influencia de colocar el torniquete en los brazos mientras se realiza un ejercicio de press de banca, Yasuda et al41 detectaron un incremento de la masa muscular del pectoral mayor de un 16%, en 10 jóvenes sanos con poca o nula experiencia en el entrenamiento de fuerza. Una potente limitación de este estudio es la falta de un grupo de entrenamiento sin OCPS para poder comparar los efectos del entrenamiento sin OCPS, y discernir si el incremento puede atribuirse a la aplicación de la oclusión.
Los efectos del OCPS no resultan exclusivos del entrenamiento contra resistencias. Su aplicación durante un entrenamiento aeróbico basado en caminar 5 series de 2 minutos 2 veces al día, con una frecuencia de 6 días a la semana durante 3 semanas, produjo un incremento del área de sección transversal muscular de aproximadamente un 2% por semana durante un estudio que se prolongó hasta 3 semanas de intervención42.
Las respuestas tróficas del entrenamiento OCPS han sido registradas también en personas de edad avanzada. En esta línea, el reciente ensayo de Abe et al43 demuestra un incremento del volumen muscular de las piernas entre un 6 y un 10,7% tras un programa de entrenamiento aeróbico combinado con oclusión.
Los resultados de la combinación de ejercicio físico, ya sea orientado a la aptitud neuromuscular o a la cardiovascular, ven amplificado el estímulo biológico debido a la isquemia provocada por el OCPS.
Efectos funcionales de la oclusión vascular parcial superimpuesta
Además del incremento de la sección transversal del músculo, el OCPS ha obtenido resultados a nivel funcional muy alentadores para diferentes poblaciones.
Población adulta con edad avanzada
El incremento de fuerza muscular en las piernas de un grupo de hombres de edad avanzada que practicaba OCPS combinado con 20% de 1RM incrementó de igual forma que en un grupo similar que realizó los mismos ejercicios con un 80% 1RM44.
Takarada et al45 registran incrementos de fuerza muscular en las piernas de un grupo de hombres de edad avanzada que practicaba OCPS combinado con un 20% de 1RM. En un estudio posterior de características similares se obtuvieron registros muy parecidos, pero además añadieron que los incrementos de fuerza resultaban similares a los registrados cuando se realizaba el mismo entrenamiento sin OCPS pero con una intensidad de un 80%44.
De forma añadida, el OCPS aplicado a ejercicio cardiovascular como caminar, durante 20 minutos con una intensidad del 45% de la frecuencia cardiaca de reserva con una frecuencia de 4 días semanas durante 10 semanas, también ha generado incremento de la fuerza muscular isocinética (22%) e isométrica (5,9%), además de aumentar en un 3,7% la masa muscular en un grupo de 10 personas que superaban los 64 años46.
Población joven
Las mejoras de la aplicación del OCPS también han sido descritas en población atlética. Así pues, Abe et al47 observan que la aplicación de OCPS durante 8 días produce un incremento de la velocidad en un test de sprint de 30 metros y un incremento de un 10% de la fuerza en la prensa de piernas. En otro estudio similar, Takarada et al39 describen un incremento de la fuerza y la resistencia musculares en un grupo de jugadores de rugby.
De forma aguda, la oclusión parcial puede significar una reducción entre una 24-33% de la fuerza máxima isométrica frente a una reducción aproximada del 19% cuando se realiza el mismo esfuerzo sin dicha oclusión48.
Abe et al38, tras un estudio de caso único con una persona de 47 años, pudieron determinar un incremento aproximado de un 3% en la fuerza isométrica y de un 18% de la fuerza dinámica de los extensores de la rodilla tras una intervención consistente en un entrenamiento de 7 días consecutivos con OCPS dos veces al día.
Los efectos tanto de mejora de la fuerza muscular, como de incremento hipertrófico, parecen obtenerse con un entrenamiento de baja intensidad. A esta conclusión llegan Laurentino et al49, quienes no encontraron diferencias significativas entre la aplicación del OCPS con intensidades elevadas (6RM [80%]) frente a intensidades moderadas (12RM [60%]).
Al igual que el incremento de la masa muscular, la fuerza muscular de las piernas también se incrementa tras un periodo de entrenamiento aeróbico -caminando- aplicando el OCPS42,50.
Población lesionada o enferma
El declive inherente a los procesos de no-carga, como es un encamamiento, puede revertirse con la aplicación de la oclusión parcial51. Así pues, tal y como ha sido sugerido por diversos autores, podría ser una herramienta muy útil para los astronautas y las personas con encamamiento forzado52,55.
El OCPS ha demostrado sus potenciales beneficios, incluso en patologías musculares inflamatorias como es una miositis35.
Para el tratamiento de una tendinitis rotuliana, Sata36 aplicó el entrenamiento de oclusión, y observó que se reducía el dolor y que se evitaba la atrofia del cuádriceps típica de esta lesión, sin generar efectos adversos.
Respuestas agudas de la oclusión vascular parcial superimpuesta
Respuestas musculares de la oclusión vascular parcial superimpuesta (electromiograma y daño muscular)
Una de las hipótesis a la que se pueden atribuir los efectos del entrenamiento del OCPS es el incremento de la actividad muscular. El electromiograma (EMG) durante ejercicios con OCPS fue el objetivo de diversos estudios, que han demostrado un incremento de la EMG durante el ejercicio con oclusión parcial24,39,45.
Atendiendo a los trabajos más recientes, puede ser corroborada dicha conclusión tanto para los grupos musculares ocluidos directamente54,55, como para aquellos que no están ocluidos directamente34, deduciéndose, por tanto, la importancia de los factores sistémicos tanto a nivel hormonal como metabólico22, como se ha visto anteriormente.
En primer lugar, Yasuda et al54 encontraron un incremento de la actividad muscular para el bíceps braquial -durante el ejercicio de curl de bíceps-. Además, los autores encontraron que la compresión óptima para obtener los valores más elevados de EMG se encontraban entre 147 y 160 mm Hg. Un factor destacable del estudio fue que no existió un incremento de la fatiga paralelo al incremento de la EMG. El incremento de la EMG y su relación con la actividad muscular también ha sido encontrado en los músculos de la pierna cuando se aplica OCPS55.
En una investigación previa, se observó que la ejecución del press de banca con oclusión parcial realizado al 30% de 1RM correspondía a valores de actividad muscular del pectoral mayor, muy próximos a los obtenidos para el mismo ejercicio sin oclusión con una carga del 60-70% 1RM56.
El fenómeno que podría explicar que los valores de EMG sean similares entre el OCPS y el entrenamiento de alta intensidad dependen principalmente de la carente disponibilidad de oxígeno que requerirá del reclutamiento de motoneuronas adicionales para compensar el déficit en la capacidad de generar fuerza22.
Con respecto al daño muscular, existe una escasa producción científica; así Loenneke et al57, en su trabajo de revisión, concluyen que el OCPS no genera modificaciones en los valores de la creatincinasa ni de la mioglobina, por lo tanto, y a falta de nuevos estudios, el OCPS causa un mínimo daño muscular, habiendo sido corroborada esta afirmación recientemente41.
Respuestas cardiovasculares y hematológicas
Un factor que resulta clave para la seguridad de esta novedosa metodología de entrenamiento es la respuesta aguda que desencadena en el sistema cardiovascular y sobre las condiciones hematológicas.
Con el objetivo de observar las respuestas del sistema de coagulación, recientemente se han analizado los factores de coagulación (protrombina y complejo III trombina-antitrombina) tras una intervención aguda de OCPS consistente en 4 series (1 serie por 30 repeticiones y 3 series por 15 repeticiones) realizadas al 30% de 1RM con una oclusión de 150-160 mm Hg. Este ensayo permitió concluir a los autores que en sujetos sanos, la aplicación del OCPS no activa el sistema de coagulación y, con ello, no existe riesgo de trombos asociados40.
Los efectos del OCPS sobre el sistema cardiovascular mientras se camina con una oclusión de 160 mm Hg fue motivo de una reciente investigación que permitió observar un incremento en la tensión arterial, tanto sistólica, como diastólica, además de incrementar el doble producto -índice de demanda de oxígeno sobre el miocardio33.
Pese al incremento de los valores de la tensión arterial, debe precisarse que dichos incrementos serán inferiores a los obtenidos por la realización del mismo ejercicio con una elevada intensidad58 y, por tanto, no se aproximan al rango de peligrosidad expuesto por autores como McDougall et al59, quienes registran valores superiores a 250/150 mm Hg.
La OCPS aplicada a las piernas desencadena un estancamiento o pooling que reduce el retorno venoso, situación que genera un descenso significativo del rendimiento cardiaco60. En un trabajo posterior, se pudo comprobar que la OCPS sin realizar ejercicio estimulaba el sistema nervioso autonómico parasimpático cardiaco.
Por último, resultan destacables los resultados del estudio de Takano et al61 quienes observan un incremento del factor de crecimiento vascular endotelial tras la intervención con OCPS. Esta respuesta fue atribuida a la reducción de la precarga cardiaca durante el ejercicio, tal y como fue registrada por Takano et al61,. Así pues, puede resultar una alternativa de ejercicio de gran interés para personas con enfermedades cardiacas o con bajo estado de forma física.
Respuestas óseas
Las respuestas óseas al entrenamiento con OCPS no han sido muy estudiadas, pero los resultados preliminares son interesantes.
Así, en un trabajo pionero liderado por Beekley62 se comprueba cómo el entrenamiento basado en caminar con OCPS (160 y 230 mm Hg) durante 3 semanas incrementa la fosfatasa alcalina específica del hueso, considerada un reflejo de la actividad osteoblástica y, por tanto, un marcador de formación ósea62. En un trabajo posterior, se comprobó que el estímulo provocado por la combinación de ejercicio de fuerza con OCPS genera un evidente efecto sobre el metabolismo óseo disminuyendo la resorción ósea63. Aunque estos resultados previos muestran un efecto sobre el sistema óseo, existe una evidente carencia de estudios al respecto.
Así pues, debe ser advertido que el entrenamiento de baja carga podrá suponer un estímulo muy bajo para generar las adaptaciones sobre ligamentos y tendones.
En el único estudio encontrado que analiza el efecto del OCPS sobre tendones, Kubo et al64 sometieron a 9 sujetos a un entrenamiento de 12 semanas a razón de 3 días semanales. El entrenamiento consistía en la realización de extensiones de rodilla en máquina. El ejercicio se realizó unilateralmente, con el fin de aplicar el OCPS sobre una pierna, y un entrenamiento de fuerza tradicional de alta intensidad sobre la otra. El estudio desveló que las propiedades del tendón permanecieron muy similares a los valores iniciales, mientras que se incrementó en la pierna del entrenamiento de alta intensidad. Este fenómeno explicaría los resultados positivos del OCPS para el tratamiento de una tendinitis rotuliana expuesto por Sata36.
Respuestas metabólicas
Las respuestas metabólicas consecuencia del OCPS pueden ser el mecanismo principal de las mejoras morfofuncionales sobre el sistema neuromuscular65. Desde el punto de vista molecular, Meyer65 apunta que el OCPS puede generar una señalización inicial de eventos moleculares que desencadenarán las adaptaciones morfofuncionales (dicha señalización será vista en un apartado posterior), y que difiere de la teoría mecánica de adaptación muscular.
En este sentido, Burgomaster et al66 y Suga et al67 corroboran la existencia de una mayor modificación metabólica tras la intervención con OCPS, tal y como fue referenciada previamente en el trabajo de revisión de Sundberg24. Así pues, el citado ensayo de Burgomaster refleja un incremento del glucógeno muscular en reposo y una menor cantidad de adenosín trifosfato (ATP) basal tras la intervención66.
Los niveles de lactato producidos por el entrenamiento con OCPS resultan muy elevados, pudiendo resultar casi el doble cuando es comparado con el mismo ejercicio sin la oclusión44, pero retornan a los valores basales pasados 60 minutos del entrenamiento. En la tabla 1 se presentan los resultados extraídos del trabajo de Sato et al68, donde se registraron los valores de lactato sanguíneo tras una intervención aguda de OCPS.
Respuesta hormonal
Debido a los resultados en el incremento del área de sección transversal del músculo tras los entrenamientos con OCPS, una de las variables más analizada hasta el momento es la respuesta hormonal aguda, principalmente de la GH, el factor de crecimiento de la insulina (IGF-1) y noradrenalina (NA). La gran mayoría de los estudios registran un incremento de hormonas que afectan positivamente al crecimiento del organismo. Ha sido observado un incremento de la GH sanguínea tras OCPS23,51,61,69.
En la tabla 2 se presenta la evolución de los valores de GH tras la intervención con OCPS llevada a cabo en el estudio de Sato et al68.
Los valores de IGF-1 fueron un 24% más elevados tras el entrenamiento con OCPS19. Por último, también se observaron valores incrementados de NA en los diferentes estudios61,70.
Hasta el momento, el estudio de la testosterona y el cortisol no ha gozado de tanto análisis en el entrenamiento del OCPS, y los escasos estudios muestran que no se modifican las condiciones basales42,71. Sólo se
tiene consciencia de un reciente estudio que analizó la respuesta hormonal en condiciones de hipoxia generada por respirar sólo el 13% de oxígeno durante la ejecución de un programa de entrenamiento de fuerza. Esta situación desencadenó un incremento de la testosterona y el cortisol circulantes; no obstante, cuando los investigadores compararon la respuesta entre el grupo de normoxia y el de hipoxia no existían diferencias en la liberación de estas hormonas72.
Estos datos permiten sugerir que el entrenamiento de OCPS permite una hiperrespuesta de hormonas, que favorecen el entorno anabólico y, con ello, la hipertrofia muscular73. Sin embargo, debe advertirse que a excepción del estudio de Abe et al19, que prolongó su estudio por 2 semanas, los resultados hormonales de los estudios revisados están obtenidos como respuesta aguada a una única exposición de entrenamiento OCPS.
Capacidad aeróbica como respuesta a la oclusión vascular parcial superimpuesta
La utilización del OCPS (manguitos inflados a 140 mm Hg) durante el esfuerzo aeróbico (15 minutos sobre cicloergómetro a 75 W) genera un aumento del consumo de oxígeno post-esfuerzo, y este incremento ha sido atribuido a la necesidad de neutralizar los metabolitos circulantes ocasionados por la isquemia74. Los resultados no son concluyentes, puesto que el estudio se realizó en un número reducido de sujetos, y no se han realizado posteriormente estudios similares para poder confirmar estos datos. Por su lado, Abe et al42 obtuvieron una media de 19,5% de consumo máximo de oxígeno realizando 5 series de 2 minutos de caminar con OCPS. Parece ser que el OCPS permite incrementar el consumo máximo de oxígeno hasta en un 11,6% en atletas que están sometidos a un entrenamiento sistemático realizado 2 veces al día durante 6 días semanales y prolongado por dos semanas, consistente en la realización de 5 series de 3 minutos a una velocidad de 4-6 km/hora con una pendiente del 5% y un minuto de descanso75.
En el entrenamiento con OCPS, ya sea combinado con ejercicio cardiovascular24 con ejercicio de fuerza76, existe un incremento de la capilarización y de la capacidad oxidativa que podría generar una mejora del consumo máximo de oxígeno.
Percepción de esfuerzo
Debido a los cambios en la manipulación de las variables del entrenamiento de fuerza obligados por la superposición de la oclusión parcial, muchos investigadores han utilizado la escala de percepción de esfuerzo para controlar la dosis o el estímulo de entrenamiento desencadenado por el OCPS. Así pues, parece ser que la aplicación del OCPS desencadena una percepción de esfuerzo y dolor (puntación 6, en una escala de 0 a 10, dolor moderado) similar a un entrenamiento de moderada-alta intensidad76. En este estudio, Hollander et al77 reclutaron a 7 hombres con experiencia para realizar un entrenamiento de moderada-alta intensidad (3 series al fallo muscular con una carga del 70% 1RM) para comparar con un protocolo con OCPS (3 series al fallo muscular con una carga del 30% 1RM). Cuando se compara el protocolo de ejercicio suave moderado con OCPS y sin OCPS, la percepción de esfuerzo y del dolor resultan muy similares78. Estos resultados han sido recientemente reproducidos comparando un ejercicio de extensión de rodilla79.
Parece ser que el OCPS también desemboca en una mayor percepción de dolor79. Este dolor puede abarcar incluso el dolor muscular post-esfuerzo de aparición tardía (DOMS). En esta línea, Umbel et al80 describen que los sujetos de su ensayo manifestaban más dolor al cabo de 24, 48 y 96 horas post-esfuerzo superior cuando realizaban el ejercicio con OCPS que cuando era realizado sin la oclusión.
Pese a estos incrementos en la percepción de esfuerzo y la percepción del dolor muscular post-esfuerzo, existen evidencias contrastadas que demuestran que el ejercicio con OCPS no eleva los marcadores de daño muscular. En un estudio donde los sujetos realizaban un entrenamiento aeróbico mediante caminatas con OCPS (17 minutos con una oclusión de aproximadamente 230 mm Hg), los investigadores no hallaron incrementos en la mioglobina ni en la creatinfosfocinasa (CPK)42. Tampoco se registraron valores elevados de los mismos marcadores durante la intervención del OCPS (realizando una progresión en el valor de oclusión hasta los 240 mm Hg) durante los ejercicios de fuerza de sentadilla y de femorales tumbado19.
En el estudio de Takarada et al45 fue detectado un incremento de interleucina-6 (IL-6), fenómeno que atribuyeron a microdaños que podrían provenir tanto del tejido muscular como de las paredes vasculares.
Recomendaciones y consideraciones del entrenamiento con oclusión vascular parcial superimpuesta
Debido a la gran cantidad de variables que afectan al entrenamiento con OCPS, no puede ser concretada en consenso la dosis óptima del entrenamiento para desencadenar las respuestas y adaptaciones específicas, no obstante, se pueden sugerir unos intervalos lógicos basados en la información disponible (tabla 3). Debido a la escasez de datos experimentales, basados en los conocimientos generales, se debería advertir que largas exposiciones de oclusión parcial o exposiciones de oclusión total pueden generar daños irreversibles31,81, especialmente en el sistema cardiovascular45.
Las recomendaciones de Takarada et al45 aluden a una oclusión de 1,3 veces la tensión arterial sistólica, pudiendo llegar a 300 mm Hg de oclusión en algunos casos.
Como el entrenamiento con OCPS resulta poco confortable, y en ocasiones doloroso, especialmente en sujetos poco entrenados, su aplicación debería estar reservada a sujetos con alta motivación, además de ser realizado entre los primeros ejercicios de la sesión de entrenamiento.
Por último, resulta necesario citar que muchas investigaciones y aplicaciones clínicas han utilizado el dispositivo específico para realizar la oclusión, conocido como Kaatsu, que puede resultar en muchas ocasiones caro y difícil de conseguir. Como consecuencia, Loenneke y Pujol21 han aplicado cintas elásticas, obteniendo los mismos efectos. Intentado reproducir esos hallazgos, en mi laboratorio ha sido reproducido con elementos similares, siempre controlando los cambios de la tensión arterial. Nuestros resultados preliminares, que aún no han sido publicados, muestran efectos similares.
Conclusión
El entrenamiento de OCPS genera un entorno hipóxico intramuscular que incrementa la producción de metabolitos durante el ejercicio y un incremento de la respuesta endocrina. Estos mecanismos aumentan la señalización intracelular que favorece las adaptaciones morfofuncionales a nivel neuromuscular. Se necesitan nuevos estudios para poder entender y aplicar correctamente esta metodología de entrenamiento.
Correspondencia:
I. Chulvi-Medrano.
Falta
Falta.
Correo electrónico:ichulvi@now-you.es
Historia del artículo:
Recibido el 18 de enero de 2011
Aceptado el 1 de mayo de 2011