Introducción
Actualmente se conoce que el síndrome de Down (SD) es la principal forma de desorden genético atribuido a una anormalidad cromosómica que conlleva retraso mental1. Según estudios biomédicos, la existencia de un cromosoma más en el par 21, propio del SD, determina alteraciones en la capacidad de expresión proteica, lo que tiene una serie de consecuencias fisiológicas, bioquímicas, anatómicas y conductuales2,3.
Las personas con SD presentan menores valores de fuerza que la población general4, al igual que la población con discapacidad intelectual sin SD5. Estos menores niveles de fuerza parecen deberse a la acción de diferentes factores. En general, las personas con SD presentan diferencias con aquellas sin discapacidad tanto en el número como en el tipo de fibras musculares, siendo menor el porcentaje de fibras rápidas5. Estas circunstancias se ven agravadas por una hipotonía muscular y una laxitud articular generalizadas propias del síndrome, aspectos reconocidos por numerosos autores6-8. Además, la acción precaria de las sinapsis neuromusculares y un menor número de células nerviosas son causas posibles de la menor capacidad física de estas personas9-11.
Como fuerza isométrica máxima de prensión manual (FIMPM) se conoce a la fuerza isométrica máxima capaz de ser generada por los músculos de la mano y del antebrazo implicados en la ejecución de la prueba12. Los resultados de las pruebas de prensión manual en la población general han sido relacionados con el estado nutricional y de salud de los individuos13. El índice de masa corporal (IMC), el tamaño de la mano, la circunferencia del antebrazo, la altura, la edad y el género son variables que influyen en el resultado final de las pruebas llevadas a cabo en población sin discapacidad14-16. Sin embargo, poco se conoce acerca de la FIMPM y su relación con la composición corporal en las personas con SD17-19.
El análisis de la composición corporal es utilizado como uno de los múltiples indicadores del estado nutricional de la población20,21. Consiste en clasificar cada componente que constituye la masa corporal humana: masa grasa, masa libre de grasa, masa muscular, masa ósea y agua intra y extracelular22. Existen numerosos métodos de evaluación de la composición corporal, como la cineantropometría, sin embargo en los últimos años los sistemas de impedancia bioeléctrica se han constituido como uno de los más fiables en la valoración de la composición corporal humana23,24.
El objetivo de este estudio es conocer la FIMPM de jóvenes adultos activos con SD y su relación con parámetros antropométricos tales como las circunferencias de brazo contraído y del antebrazo, la masa muscular general y de las extremidades superiores, así como la influencia de la variable género sobre ellas.
Método
El estudio se llevó a cabo con 22 sujetos activos con SD, 14 hombres y 8 mujeres, pertenecientes a diferentes asociaciones sevillanas de personas con discapacidad intelectual y con edades comprendidas entre los 18 y los 38 años (hombres 27,79 ± 6,34 años; mujeres 24,88 ± 5,22 años. Todos los sujetos participantes en este estudio realizaban una media de 5 horas semanales de entrenamiento dirigido. Entre las actividades se encontraban la natación, el fútbol y la danza.
Previamente a su realización, este proyecto de investigación fue evaluado por el Comité de Ética del Centro Andaluz de Medicina del Deporte (CAMD) de Sevilla, que dio su aprobación para su realización. Los padres, madres o tutores legales de los participantes en el estudio firmaron una hoja de consentimiento para poder participar en el mismo.
Se recomendó a los sujetos que no llevaran a cabo actividad física intensa las 24 horas previas a las pruebas y que realizaran un desayuno habitual de manera que los resultados de las pruebas no se vieran alterados. Fueron excluidos del estudio aquellos sujetos que presentaron alguna patología que pudiera interferir en la realización de las pruebas de fuerza máxima.
Todos los sujetos siguieron el mismo protocolo. En primer lugar fueron pesados y tallados, posteriormente se les midió el perímetro del brazo contraído y del antebrazo, en tercer lugar se les realizó un análisis de la composición corporal mediante impedanciometría, y por último, se les sometió a una prueba máxima de fuerza isométrica de prensión de ambas manos.
La medición de los perímetros se realizó siguiendo las normas de la International Society for the Advancement of Kinanthropometry25 (ISAK). Se llevaron a cabo tres mediciones del brazo y antebrazo derecho obteniendo la mediana de las mismas. Para la obtención de la talla y el peso se utilizó un tallímetro con escala milimetrada Computational Bio Systems (Barcelona, España) y una balanza Atlántida con precisión de 100 gra mos, respectivamente. Para la medición de los perímetros se usó una cinta antropométrica de medida flexible e inelástica milimetrada Rotary Measure R-280 Futaba (Japón). La balanza y el tallímetro fueron previamente calibrados de forma precisa y fiable mediante objetos de peso conocido (25, 50, 75 y 100 kg) y un listón milimetrado de 170 mm. Todos los valores antropométricos fueron obtenidos por la misma persona y en la misma franja horaria.
Para la realización de la impedancia se utilizó un bioimpedanciómetro octapolar Promis (El Puerto de Santamaría, Cádiz, España), que obtiene resultados de la composición del cuerpo entero y segmentario. Su realización se hizo con los sujetos tumbados sobre una camilla en decúbito supino. Los electrodos fueron colocados en posición medial sobre las superficies dorsales de las manos y los pies cercanas a las articulaciones metacarpo-falángicas y metatarso-falángicas, respectivamente. De todas las mediciones cine-antropométricas sólo se seleccionaron para el estudio los perímetros del brazo contraído y el antebrazo máximo, la masa magra del brazo, la masa magra total y la masa muscular total.
La magnitud de la fuerza isométrica fue registrada con un dinamómetro con célula de carga, modelo Ergometer de la marca Globus (Italia), conectado a un ordenador portátil y utilizando para el registro de datos el software Graph versión 1.2 (Italia), con una frecuencia de muestreo de 100 Hz.
Para el registro de datos se dispuso la célula de carga unida mediante cadenas por un extremo a una argolla fijada al suelo, y por el otro extremo a un mango de acero inoxidable. Todos los sujetos fueron evaluados en bipedestación con los miembros superiores en posición anatómica neutra (cara palmar orientada hacia el cuerpo). El sujeto se colocaba paralelo a las cadenas con el brazo extendido y paralelo al tronco26-28, cogiendo el mango con los dedos de la mano mientras que la palma quedaba apoyada sobre una superficie cilíndrica no desplazable. A continuación realizaba la prensión de la mano. Los sujetos realizaban 3 intentos máximos de 6 segundos con cada mano. Para el análisis estadístico se desestimaron las ejecuciones de menor magnitud, seleccionando la mejor ejecución de las tres para la determinación de la fuerza máxima.
Los datos fueron analizados utilizando el programa estadístico SPSS versión 15.0 para Windows. Como estadísticos descriptivos de variables continuas se utilizaron la media, la desviación estándar, el valor mínimo y el valor máximo. Para variables cualitativas se calculó la frecuencia y el porcentaje. Asimismo, se realizó el coeficiente de correlación de Pearson para conocer el grado de relación lineal entre variables cuantitativas, tanto para hombres como para mujeres, siendo considerados estadísticamente significativos los valores superiores a 0,60.
Para establecer el nivel de significación en las diferencias entre hombres y mujeres se utilizó una prueba "t" de Student de dos colas para muestras pareadas con varianzas diferentes (nivel de significación p < 0,05). Las varianzas de todas las series de datos fueron calculadas mediante la prueba de Levene.
Resultados
En la tabla 1 reflejamos los datos obtenidos del análisis de diversos parámetros antropométricos y los resultados de la prueba de comparación de medias de estas variables en función del género.
Los resultados de la medición de la FIMPM y la comparación de las medias de ambos géneros se señalan en la tabla 2.
La FIMPM de la mano derecha (tabla 3) se correlaciona tanto con la masa magra total (r = 0,61), como con la del brazo derecho (r = 0,64). Asimismo, también es significativa su relación con el perímetro máximo del antebrazo derecho (r = 0,77). En el brazo izquierdo sólo se encontró correlación con el perímetro máximo del antebrazo izquierdo (r = 0,66) (tabla 3).
Discusión
Podemos afirmar que los hombres con SD tienen una FIMPM mayor que las mujeres (tabla 1) y que estos valores pueden ser debidos, en parte, a diferencias de género en la composición corporal.
Existen varios estudios que indican que la fuerza máxima absoluta en las mujeres es menor a la de los hombres29-38 y que esta diferencia es más acusada en los miembros superiores32,38,39, pudiendo llegar a ser entre un 3032 y un 50% mayor34. En nuestro estudio las diferencias de género en FIMPM pueden estar debidas a la mayor masa muscular de los antebrazos y brazos de los hombres, aspecto que puede evidenciarse en los mayores perímetros de ambos, así como en los resultados acerca de la masa magra de la impedancia (tabla 2). Sin embargo, es conocido que pueden existir otras variables que incidan en estos resultados, tales como el mayor volumen, frecuencia e intensidad de los entrenamientos en los hombres39, la talla, el peso, el tamaño de las fibras musculares y los mayores niveles de testosterona40, además de un mejor control y coordinación neuromuscular41. No obstante, no hemos encontrado referencia bibliográfica alguna de estos aspectos en personas con SD.
Los resultados de nuestra investigación indican que la FIMPM de la mano derecha (tabla 3) se correlaciona con el perímetro máximo del antebrazo, la masa magra total y la masa magra del brazo derecho, mientras que la FIMPM de la mano izquierda sólo lo hace con el perímetro del antebrazo, por lo que podríamos pensar que el número de casos en este trabajo es insuficiente para obtener valores de correlación mayores.
A pesar de que las personas con SD presentan menores valores de fuerza que las personas con discapacidad intelectual sin SD y sobre todo que aquellas sin discapacidad, varios autores señalan que los sujetos con SD son susceptibles de mejorar este aspecto condicional a través de un entrenamiento específico1,42-44.
Tras el análisis de los resultados de nuestro estudio podemos señalar que, al igual que en la población general, existen diferencias de género entre los pacientes con SD en la FIMPM y que estas diferencias podrían estar en relación con parámetros antropométricos como el perímetro de antebrazo, la masa magra total y la masa magra del brazo.
Agradecimientos
A todos los que han hecho posible este estudio: deportistas, padres, madres, tutores, educadores, instituciones y, por supuesto, investigadores y colaboradores del Centro Andaluz de Medicina del Deporte de Sevilla.
Correspondencia:
R.A. Centeno Prada.
Centro Andaluz de Medicina del Deporte. Glorieta Beatriz Manchón s/n (CAR). 41029 Sevilla. España.
Correo electrónico:ramon.centeno@juntadeandalucia.es
Historia del artículo:
Recibido el 12 de junio de 2009
Aceptado el 24 de agosto de 2009