Figura 1 Plano coronal de RM eco de espín, ponderada en T2, muestra la cara y el cuerpo de un búho.
Figura 2 Un búho en su hábitat.
Hombre de 30 años de edad, sin antecedentes significativos, se realizó una resonancia magnética (RM) para el estudio del encéfalo. En la secuencia en ponderación T2, en plano coronal, se observa la cara, el cuerpo y las alas de un búho, representados (de cefálico a caudal) por: la cisterna ambiens, que simula las orejas; las arterias cerebrales posteriores, cerebelosas superiores y los nervios oculomotores conformando los globos oculares; y en situación medial, la arteria basilar, que imita al pico. A su vez, la protuberancia y la cisterna pontina, delimitada por el tentorio, forman el cuerpo y las alas del búho, respectivamente.
El búho, una de las aves más fascinantes, místicas y misteriosas, es considerada desde los tiempos de la Antigua Grecia un símbolo de sabiduría.