Una de las responsabilidades del editor es divulgar entre los pares sus conocimientos sobre edición. Por su rol, él debe tener autonomía para definir los objetivos de la revista y sus políticas editoriales, así como para elegir los miembros del Comité de Redacción y de Consultores1.
Además de tener sentido común, el editor debe estar capacitado. En nuestro país, la formación en esta área es ardua y difícil, y cada uno hace su propio camino como en otras zonas del conocimiento. Al no existir una carrera universitaria o terciaria sobre editorialismo científico, en general quien llega al puesto primero ha colaborado como revisor, ha escrito artículos y, por supuesto, es un ferviente lector de los temas relacionados con su especialización. Este debería ser, al menos, el orden natural para llegar a ocupar el máximo cargo en una revista biomédica.
Afortunadamente, en la actualidad existen algunas entidades que se interesan y dedican a la formación en esta apasionante tarea. El Comité Internacional de Editores de Revistas Biomédicas (ICMJE, por sus siglas en inglés), por ejemplo, mediante su sitio web (http://icmje.org), uno de los mejores sobre la temática, envía permanentemente información a sus socios con recomendaciones para el editor y el revisor acerca de sus roles y responsabilidades. Además, la entidad organiza reuniones en diferentes países para que los editores puedan intercambiar saberes y experiencias.
Por otra parte, Elsevier, empresa editora de más de 2500 revistas del mundo (entre ellas, la RAR), envía a todos sus editores notificaciones mensuales con entrevistas a expertos en el área e información sobre editorialismo, procesos de revisión, ética en publicaciones o nuevas programas para detectar plagio.
Estas herramientas, de todos modos, no evitan que cada editor continúe en la búsqueda de otras experiencias y conocimientos. En mi caso, en diciembre de 2015 apliqué y gané el 2016 Lee F. Rogers International Fellow in Radiology Journalism. Esta beca consiste en un entrenamiento con los editores de la American Journal of Radiology (AJR) durante un año. Así, en este tiempo, toda la información que obtenga será volcada al resto del Comité Editorial de nuestra revista.
Como responsabilidad del editor, también se encuentra la búsqueda de nuevos talentos y su formación para que se conviertan en futuros consultores. En este punto, la RAR cuenta desde hace cuatro años con un grupo de jóvenes, los revisores juniors, que durante dos años tienen acceso a nuestra plataforma de revisión de manuscritos (el Editorial Elsevier System [EES]). En este lapso, ellos evalúan los artículos que se reciben para una posible publicación, con la supervisión del Comité de Redacción y editores. Este mes ya finaliza la segunda promoción y damos inicio a la tercera camada. Mediante esta metodología, nuestro objetivo es que los jóvenes puedan adquirir la capacitación básica para ser, en un futuro y si lo desean, editores de una publicación.
Hasta el próximo número,