El cartílago es un importante tejido intraarticular que transmite y distribuye la carga, minimizando la tensión en el hueso subcondral adyacente. Puede estar comprometido en lesiones traumáticas o presentar cambios degenerativos que, en asociación con la degeneración articular, dan lugar a la osteoartritis de la rodilla1,2.
En los últimos años la resonancia magnética (RM) se ha convertido en el método diagnóstico no invasivo más utilizado en la evaluación de la rodilla dolorosa ya que, además de visualizar las diferentes estructuras anatómicas de la articulación, permite la caracterización de la morfología y patología del cartílago, incluyendo sus diferentes grados de degeneración (fig. 1).
Figura 1. Representación de las lesiones en el cartílago de la tróclea femoral. (a) Cartílago normal. (b) Lesión condral habitual donde se demuestran los grados de condromalacia: grado 1 (flecha negra), grado 2 (flecha hueca), grado 3 (flecha blanca), grado 4 (cabezas de flecha). (c) Lesión condral con el signo de la línea negra (flecha).
Las secuencias comunes utilizadas para la valoración del cartílago en RM son la PD o Proton Density (Densidad Protónica) y FSE o Fast Spin Echo (eco de espín rápido), ponderadas en T2 con o sin supresión grasa. Estas secuencias en la RM han demostrado ser muy precisas en la detección y caracterización de las lesiones focales del cartílago, aunque en la actualidad se conocen nuevas secuencias para la valoración del cartílago articular que han mejorado el rendimiento diagnóstico de la RM3,4.
Tradicionalmente, las lesiones del cartílago articular han sido descritas como imágenes hiperintensas en secuencias ponderadas en T2. Este aumento de intensidad de señal se debe al pasaje del líquido sinovial dentro del defecto condral5,6. No obstante, algunas fisuras condrales incompletas o estrechas no permiten el pasaje del líquido sinovial a través de ellas y generan una baja intensidad de señal en secuencias ponderadas en T2, dando el signo de la línea negra en la RM (fig. 2).
Figura 2. Resonancia magnética de rodilla izquierda de un paciente masculino de 34 años con gonalgia anterior. (a) Planos coronal STIR y (b) axial STIR. Se observa una fina línea hipointensa perpendicular al cartílago de la tróclea femoral, caracterizada por el signo de la línea negra (flechas).
Antiguamente, esta imagen era interpretada como un artefacto de la RM. Sin embargo, en estudios recientes, Wissman et al.4 y Stephens et al.7 y demostraron que, en pacientes con el signo de la línea negra visualizado en RM, correspondía a una fisura estrecha del cartílago troclear en su correlación con la artroscopia. De esta manera, confirmaron la existencia de una verdadera lesión4-7.
Yoshioka et al.8 estudiaron los posibles artefactos que se producen en el cartílago de la articulación patelofemoral en secuencias FSE con supresión grasa en la RM de pacientes voluntarios y con artritis. Una señal baja en el sector inferior del cartílago de la tróclea femoral fue identificada en individuos normales. Se cree que esto estaría relacionado con la anisotropía; sin embargo, la fisura troclear está localizada superiormente, cerca de la región donde se produce el ángulo mágico. Como es bien sabido, este artefacto produce un incremento de la intensidad de señal del cartílago en secuencias FSE y no cambios de baja señal de intensidad (como se describe en este signo).
La estructura interna del cartílago ayudaría a explicar la formación de una fisura incompleta: mientras la capa superficial de las fibras de colágeno está orientada de forma paralela al hueso subcondral, las zonas radial y profunda se organizan en forma perpendicular4,9, por lo que en una lesión que compromete a estas últimas se produciría una baja intensidad de señal perpendicular al cartílago troclear en las secuencias PD o FSE ponderadas en T2. Dado que la capa superficial se encuentra intacta, esta no permite el pasaje del líquido a través de la fisura.
Si bien todavía se discute la importancia clínica de este signo, en nuestra práctica se ha relacionado con pacientes que presentaron gonalgia anterior, inicialmente interpretada como un síndrome de hiperpresión patelofemoral. Además, en algunos pacientes se asoció con edema óseo en la tróclea femoral (fig. 3) y en otros con una lesión condral a nivel del cartílago rotuliano.
Figura 3. Resonancia magnética de rodilla derecha de un paciente masculino de 58 años con gonalgia anterior, posterior a traumatismo. (a) Plano axial STIR. (b) y (c) Cortes continuos en plano coronal STIR. Se observa el signo de la línea negra (flecha en a y b), asociado con un edema óseo en la tróclea femoral (flecha en c).
Debido a su reciente descripción, la evolución natural de este hallazgo aún se desconoce, por lo que para valorar la posible progresión de la lesión del cartílago articular es importante realizar controles imagenológicos en estos pacientes.
Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Recibido enero 2012;
aceptado octubre 2012
* Autor para correspondencia.
Correo electrónico:jolemontd@hotmail.com (Y. Montaño).