covid
Buscar en
Revista de Calidad Asistencial
Toda la web
Inicio Revista de Calidad Asistencial Cuadros de mando: breve historia de su “desempeño”
Información de la revista
Vol. 19. Núm. 1.
Páginas 38-44 (enero 2004)
Compartir
Compartir
Descargar PDF
Más opciones de artículo
Vol. 19. Núm. 1.
Páginas 38-44 (enero 2004)
Acceso a texto completo
Cuadros de mando: breve historia de su “desempeño”
Visitas
6841
Elvira Muslera-Canclini1
Autor para correspondencia
elvira.muslera@sespa.princast.es

Correspondencia: Elvira Muslera-Canclini. Servicio de Salud del Principado de Asturias. Plaza del Carbayón, 1 y 2. 33001 Oviedo. Asturias. España.
, Paloma Fernández-Muñoz, Carmen Natal
Servicio de Salud del Principado de Asturias. Oviedo. Asturias. España
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Resumen
Bibliografía
Descargar PDF
Estadísticas
Resumen

Tanto las organizaciones públicas como las privadas deben evaluar en qué medida se han cumplido los objetivos o compromisos adquiridos; valorar hasta qué punto se consolida la estrategia a largo plazo, y basar las decisiones en datos objetivos, que permitan establecer comparaciones para saber cómo está una organización respecto de otra, son las posibilidades que nos brindan los cuadros de mando. Por tanto, encontrar el método más adecuado de medida constituye gran parte de las preocupaciones de los responsables de las organizaciones.

Este artículo describe el devenir que, en los últimos años, han tenido algunos modelos de sistemas de información que se han aplicado en el sector público, con particular énfasis en el desarrollo que éstos han tenido en el ámbito sanitario.

Desde el mundo empresarial, el modelo de cuadro de mando integral (CMI) de Kaplan y Norton ha tenido un gran impacto en los últimos años y se ha sido importado al sector sanitario.

Se comentan algunas de las condiciones –la necesidad de establecer relaciones causales– y dificultades –las relaciones de causalidad pueden ser múltiples y recíprocas– para la aplicación del CMI en el sector sanitario.

El otro modelo que se presenta es el del desempeño. Se popularizó en los Estados Unidos durante la década de los noventa, y posteriormente se extendió a Europa, con el propósito de que la transparencia en la información que recibían los usuarios redundase en una mayor competencia y en mejoras en la calidad de la atención de los centros sanitarios.

En el ámbito sanitario se cuenta con otra experiencia, los sistemas de información integrados, que facilitan la elaboración de cuadros de mando de todas las áreas relevantes de los servicios sanitarios y, a su vez, permiten integrar datos de base poblacional.

Se discute al final en qué medida los modelos de cuadros de mando presentados permiten a las organizaciones hacer comparaciones en 3 direcciones. Una que señale el grado de cumplimiento de las metas y objetivos que la propia organización se ha marcado para un espacio temporal determinado. Otra que determine las distancias que la separan de las organizaciones de su entorno, ya que medir el desempeño significa estimar el esfuerzo requerido para la consecución del efecto y éste, como resultado final, puede estar a una distancia significativa de otras organizaciones similares. Y una tercera que contemple ciertos aspectos cualitativos, como podrían ser la percepción que las personas usuarias y la ciudadanía en general tienen del servicio de salud y cómo responde a sus demandas, no sólo de servicios.

Palabras clave:
Sistemas de información para la gestión
Toma de decisiones
Abstract

Both public and private organizations should evaluate the extent to which aims and commitments have been met, assess the strengthening of long-term strategies and base decisions on objective data, which would allow comparisons among organizations. Continuous research is taking place to find the most appropriate methodology for these purposes.

The present article describes the development of information system models that have been applied in the public sector over the last few years, with special emphasis on the development of these models in the healthcare system.

Within the business sector, Kaplan and Norton’s Balance Scorecard has had great impact in the last few years and has been imported to the health sector.

We describe some of the conditions (the necessity of establishing causal relationships, and the difficulties –these causal relationships could be multiple and reciprocal) required for the application of the Balance Scorecard in the health sector.

The other model presented in this article is performance measurement. This model became popular in the United States in the 1990s and was subsequently introduced to Europe. The purpose of performance measurement is to provide information to users, contributing to competence inside the system and to improving healthcare quality.

Within the healthcare sector there is another model, integrated information systems, which facilitates the planning of executive information systems in all the important fields of healthcare services and also allows integration of population data.

Finally, this article discusses the extent to which the various information systems allow organizations to make comparisons in three directions. One comparison determines the extent to which aims and objectives have been met in a particular time frame. Another determines the distance between the organization and its environment, because evaluating performance means estimating the effort required to reach a goal. However, this outcome could be far removed from other similar organizations. The third comparison takes account of certain qualitative aspects such as users’ and the general public’s perceptions of the health service and how it not only provides services but also responds to their demands.

Key words:
Management information systems
Organizational decision-making
El Texto completo está disponible en PDF
Bibliografía
[1.]
N. Olve, J. Roy, M. Wetter.
Implantando y gestionando el cuadro de mandos integral (performance drivers.
Gestión, (2000),
[2.]
R. Kaplan, D. Norton.
The balance scorecard. Measures that drive performance.
Harvard Bussiness Review, (1992),
[3.]
A. Ballvé.
Cuadro de Mando. Organizando información para crear valor.
Gestión, (2000),
[4.]
RW. Shephard.
Theory of cost and production functions.
Princeston University Press, (1970),
[5.]
V. Ortún.
La economía en sanidad y medicina: instrumentos y limitaciones.
EUGE La Llar del Llibre, (1992),
[6.]
P. Smith.
Editor’s Preface.
Measuring up. Improving health system performance in OECD countries, pp. 7-9
[7.]
D. Eddy.
Performance measurement: problems and solutions.
Health Affairs, 17 (1998), pp. 7-26
[8.]
D. Evans.
The evolution of WHO’s approach to health system performance assessment.
Measuring up. Improving health system performance in OECD countries, pp. 197-207
[9.]
C. Murray, JA. Frenk.
WHO Framework for health system performance assessment.
Bulletin of the World Health Organization, 78 (2000), pp. 717-731
[10.]
M. Marshall, P. Shekelle, S. Leatherman, R. Brook.
The public release of performance data. What do we expect to gain? A review of the evidence.
JAMA, 283 (2000), pp. 1866-1874
[11.]
A. McColl, P. Roderick, J. Gabbay, H. Smith, M. Moore.
Performance indicators for primary care groups: an evidence based approch.
BMJ, 317 (1998), pp. 1354-1360
[12.]
S. Jencks.
Clinical performance measurement – a hard sell.
JAMA, 283 (2000), pp. 2015-2016
[13.]
NCQA’s State of managed care.
National Committee for Quality Assurance, (2000),
[14.]
M. Johantgen, A. Elixauser, J.K. Bali, M. Goldfarb, DR. Harris.
Quality indicators using hospital discharge data: state and national applications.
Journal of the Joint Commission on Quality Improvement, 21 (1998), pp. 88-101
[15.]
Ghadi V, Naiditch M. L’information de l’usager/consommateur sur la performance du système de soins [document de travail]. Série études n.º 13. DREES Minister de l’Emploi et de la Solidarité, 2001
[16.]
C. Smee.
Improving value for money in the United Kingdom National Health Service: performance measurement and improvement in a centralised system.
Measuring up. Improvement health system performance in OECD countries, pp. 57-76
[17.]
A. Giufrida, H. Gravelle, M. Roland.
Measuring quality of care with routine data: avoiding confusion between indicators and health outcomes.
BMJ, 319 (1999), pp. 94-98
[18.]
V. Navarro.
Crítica a la sabiduría convencional. El informe OMS ”WHO Health Systems: improving performance” y su relevancia en España.
Gac Sanit, 15 (2001), pp. 461-466
[19.]
JM. Fernández-Díaz.
El informe de la Organización Mundial de la Salud 2000: un juego de ordenador políticamente incorrecto.
Gac Sanit, 15 (2001), pp. 453-460
[20.]
N. Klazinga, D. Delnoij, I. Kulu-Glasgow.
Can a tulip become a rose? The Dutch route of guided self-regulation towards a communitary-based integrated health care system.
Measuring up. Improving health system performance in OECD countries, pp. 117-132
[21.]
E. McGlynn, E. Damberg, R. Brook.
Health information systems.
RAND Health, (1998),
[22.]
R. Meneu.
Top be or not Top be.
Rev Cal Asistencial, 16 (2001), pp. 83-85
[23.]
S. Peiró, M. Casas.
Comparación de la actividad y resultados de los hospitales en España y perspectivas.
Informe SESPAS 2002: invertir para la salud prioridades en salud pública, pp. p. 510-p. 529
Copyright © 2004. Sociedad Española de Calidad Asistencial
Opciones de artículo
es en pt

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?

Are you a health professional able to prescribe or dispense drugs?

Você é um profissional de saúde habilitado a prescrever ou dispensar medicamentos