En la reciente asamblea de las Palmas de Gran Canaria, se presentó el informe anual sobre la evolución de nuestra Revista en el último año. Dicho informe es un elemento de debate cuyos contenidos deben hacernos reflexionar sobre cuál deberá ser el futuro posicionamiento estratégico de nuestra publicación en el complejo escenario al que se enfrentan las publicaciones biomédicas. La incertidumbre sobre el futuro de las revistas científicas tradicionales se debe sobre todo a los vertiginosos cambios generados por la eclosión de las nuevas tecnologías de la información1.
Para orientar las futuras decisiones respecto hacia dónde queremos que se dirija nuestra Revista, es imprescindible un análisis en dos aspectos: el de la evolución previsible de las publicaciones biomédicas en la era de internet y el de las iniciativas que se están realizando desde nuestra Revista para afrontar ventajosamente el futuro inmediato.
Con relación al primero, la evolución previsible de las publicaciones biomédicas, el momento actual permite una visión prospectiva libre de la incertidumbre de los primeros años de la aparición de las nuevas tecnologías de la información. Han transcurrido 6 años desde que, en 1998, Marko-vitz2 publicara su famoso artículo sobre el impacto de internet en la publicación de revistas biomédicas. En aquel trabajo, el autor criticaba el modelo tradicional de revistas biomédicas impresas debido a que sus elevados costes de producción y distribución las convertían en relativamente ineficientes como modelo de diseminación de la información biomédica. Esta crítica se hacía extensiva a la política de las publicaciones tradicionales respecto a los derechos de autor, que Markovitz, consideraba injusta. La solución que aportaba dicho autor para rectificar esos problemas era la "migración" total de las publicaciones biomédicas tradicionales a internet, sustituyendo el formato impreso por el electrónico y ofreciendo acceso a sus artículos de forma gratuita o a bajo coste. Según dicho autor, este enfoque permitiría simplificar o eliminar el costoso proceso de edición y distribución de las revistas. Según Markovitz, la implantación de las publicaciones electrónicas permitiría que los autores, en conjunción con instituciones académicas u otras organizaciones, publicasen sus trabajos sin ceder sus derechos de autor. La necesidad de preservar la calidad de los artículos mediante la revisión por pares, o peer-review, era reconocida por dicho autor; sin embargo, postulaba que podía sustituirse por una revisión online de los manuscritos.
Este enfoque fue compartido por otros autores que incluso llegaron a pronosticar la muerte de las publicaciones biomédicas tradicionales3. El debate alcanzó gran difusión en aquellos años en que se vaticinaba el fin de "la galaxia Gutenberg" y el nacimiento de la "galaxia Internet"4.
El paso del tiempo ha quitado razón a las previsiones más extremas. Hoy día no parece que las revistas biomédicas impresas vayan a desaparecer ni mucho menos. Sin embargo, los cambios acontecidos confirman algunas de aquellas previsiones, como la de la "migración", aunque parcial, a internet de la mayoría de las revistas, que han adoptado el formato electrónico como complementario al tradicional soporte en papel. La coexistencia de ambos formatos en la mayoría de las revistas internacionales es hoy una realidad fehaciente.
Probablemente, los autores que pronosticaban la desaparición de las revistas tradicionales no tuvieron en cuenta que la estructura social de la medicina en los países occidentales es fuertemente jerárquica y competitiva. La realidad actual nos muestra que los profesionales de la salud adquieren prestigio científico mediante la publicación en las revistas tradicionales, que son las que a su vez ostentan mayor prestigio. Este statu quo se sigue manteniendo porque las revistas más importantes de siempre siguen atrayendo los trabajos de los mejores investigadores.
Dado que no parece que tal statu quo vaya a cambiar en la próxima década, la coexistencia de las publicaciones tradicionales y las electrónicas será la realidad que viviremos, al menos a medio plazo.
A los expertos que se preguntaban si internet implicaría la evolución o la revolución de las revistas biomédicas5, podemos contestarles actualmente que lo que ha favorecido los cambios ha sido su evolución y que no se han cumplido los negros augurios profetizados en el primer momento.
Sin embargo, esta evolución sin revolución cambiará algunas cosas. Las revistas del futuro deberán ofertar tanto ediciones impresas como electrónicas y facilitar el acceso a los artículos de forma gratuita o a menor coste que el actual, manteniendo el peer-review como elemento metodológico clave del proceso editorial e implantando innovaciones como la sustitución de las cartas al editor por diálogos online. Las publicaciones biomédicas dejarán de ser los guardianes de los derechos de autor de sus contenidos para convertirse en proveedores dinámicos de información biomédica asequible a una mayor cantidad de lectores.
Para abordar el análisis del segundo aspecto, las iniciativas de nuestra Revista para afrontar ventajosamente el futuro inmediato, es necesario examinar los recientes cambios cuantitativos y cualitativos que han experimentado tanto el proceso como el producto editorial.
Estos cambios han comportado resultados cuantitativos, entre los que destaca el progresivo incremento de manuscritos, que en el último año fue del 7%. Éste es un aspecto que refleja que nuestra Revista tiene una situación muy saludable, ya que los trabajos recibidos son la materia prima de nuestro proceso editorial sin la cual no puede desarrollarse nuestra misión. Este incremento se complementa por una progresiva reducción en el tiempo de respuesta de los revisores (21,9 ± 15,8 días) y en la duración media del proceso de publicación (59,5 días ± 56,1), que garantizan la competitividad de nuestro proceso editorial respecto a las mejores revistas biomédicas internacionales.
En relación con los aspectos cualitativos, nuestra Revista cumple todos los estándares de calidad en estructura y contenido que exigen los registros internacionales6. La evaluación objetiva muestra su cumplimiento tanto en las características de presentación y gestión de nuestra Revista como en la política editorial y la calidad de los contenidos. A modo de ejemplo, podemos observar que, mientras la mayoría de los registros internacionales consideran que es suficiente que el 40% de los trabajos publicados correspondan a trabajos de investigación, comunicación científica o creación originales, en nuestro caso esta cifra supera el 70%.
Los esfuerzos para afrontar el futuro no se limitan al cumplimiento de los estándares internacionales y a la disponibilidad de los contenidos en formato electrónico, sino que incluyen un gran número de iniciativas mucho más innovadoras. Entre ellas destacaremos 3. La primera es el trabajo para hacer cada vez más transparente el proceso editorial con la convocatoria pública de las vacantes para editor de la revista y la selección con criterios objetivos. Esta iniciativa ha sido copiada ya por algunas de las revistas de nuestro entorno. La segunda consiste en una novedosa forma de toma de decisiones de los editores basada en el consenso, ya que estructuralmente se ha suprimido la figura de editor en jefe o director de la Revista. Esta forma de trabajo basado en decisiones colegiadas aporta valor añadido al proceso editorial y lo dota también de mayor transparencia. La tercera innovación ha sido la implantación de un espacio para autores y otro para evaluadores y editores, similar al de las mejores revistas internacionales, en la web de la editorial que en el futuro facilitarán aún más la relación de los principales actores de nuestra Revista, los autores y los lectores, con los evaluadores y los editores responsables de la publicación de los manuscritos. Este nuevo método agiliza la gestión de todo el proceso y el registro de los procedimientos.
Desde el consejo editorial podemos afirmar que, gracias al esfuerzo de todos, la Revista sigue creciendo y goza de buena salud para afrontar el futuro. Queremos seguir transformando Revista de Calidad Asistencial en una publicación que combine los tradicionales valores de rigor e independencia con las nuevas características de proveedor de información cada vez más dinámico y asequible al mayor número de lectores posible.
