Desarrollar un modelo de evaluación de contratos/pactos de gestión orientado a la calidad total, ponderado en función de la importancia de la consecución de cada objetivo, que permitiera obtener un porcentaje global de cumplimiento de éste y que incorporara las visiones tanto de los directivos como de los jefes de servicios clínicos.
MétodosSe encuestó a la totalidad de directivos y jefes de servicios clínicos (n = 115) de atención especializada del Servicio Navarro de Salud. El procedimiento consistió en repartir 1.000 puntos entre los 14 objetivos estipulados para cada uno de los siguientes ámbitos: un servicio clínico, un área clínica y un hospital.
ResultadosRespondieron el 48% de los profesionales a quienes se envió la encuesta. No hubo modificaciones al modelo de pacto de gestión clínica propuesto. Para todos los ámbitos, la dimensión que hace referencia a los resultados fue la de mayor peso (500 puntos), seguida de la estructura (330 puntos) y, por último, los procesos (170 puntos). Para el ámbito de un área clínica hubo consenso en establecer que “los resultados de calidad técnica”, “la coordinación y continuidad de cuidados” y “la mejora de procesos” eran los aspectos más importantes para ambos colectivos y en que “las normas y procedimientos escritos” y “la docencia e investigación” eran los menos importantes.
ConclusionesEl modelo de pacto de gestión clínico fue conceptualmente aceptado por ambos colectivos. El sistema de evaluación propuesto podría proporcionar un punto de encuentro entre clínicos y gestores a la hora de conducir a la organización hacia la calidad total.
To integrate the perspective of managers and doctors in the development of an assessment model of the clinical-management contract oriented toward total quality, weighted in terms of the importance of the fulfillment of each goal, and capable of showing the overall percentage of the aims achieved.
MethodsAll the directors and heads of services from the Navarre Health Service (n = 115) were asked to complete a questionnaire. The procedure involved sharing 1.000 points among 14 goals for each of the following fields: a clinical ward, a clinical area and a hospital.
ResultsThe questionnaire response rate was 48%. No conceptual objections were made to the clinical-management model. For all the fields the “results” dimension had the highest weight (500 points), followed by the “structure” dimension (330 points) and the “process” dimension (170 points). For the clinical area, there was agreement in establishing that “scientific-technical quality”, “coordination and continuity of care” and “process improvement” were the most important aspects for both groups and that “written procedures” and “research and training” were the least important.
ConclusionsThe management contract model was conceptually accepted by doctors and managers. The assessment system developed may provide a meeting point for managers and doctors to drive the organization toward total quality.