El 26 de Diciembre de 2012 falleció, en Pamplona, Fernando Palacio Lapuente, Médico de Familia, miembro del equipo editorial de Revista de Calidad Asistencial y coordinador del Grupo de Trabajo de Seguridad del Paciente de semFYC. Querido por sus pacientes, respetado por sus colegas y por todos nosotros, la sencillez y prudencia con la que expresaba sus ideas, su forma de hacer posible lo complejo y su buen hacer perdurarán en nuestra memoria.
Fernando ha tenido una carrera profesional tan plena (médico asistencial, directivo, investigador y profesor) que resulta difícil resumirla. Dos de sus pasiones la definen: la medicina familiar y comunitaria y la calidad asistencial. Miembro de ambas sociedades científicas, su papel no ha pasado inadvertido. Era miembro del Consejo Editorial de la Revista de Calidad Asistencial, en la que participaba activamente como revisor y autor (tenemos pendiente de publicar el último de sus trabajos, en prensa en la Revista el día de su fallecimiento). Y al mismo tiempo, ha sido, por ejemplo, fundador, coordinador e impulsor del grupo de seguridad del paciente de semFYC y del blog «Sano y salvo» (http://sano-y-salvo.blogspot.com.es). Fernando ha hecho posible una colaboración real y estrecha entre la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) y la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA), que culminó con el liderazgo de las Jornadas de Seguridad del Paciente en Atención Primaria, el primer evento científico en su tipo y ámbito, que con su impronta sigue celebrándose desde 2008.
En su desarrollo como clínico, supo aunar la medicina de familia a la calidad asistencial en la consulta de atención primaria de los centros de salud donde trabajó. Como coordinador de equipos de salud, como director médico de atención primaria -Región Sanitaria de Reus-Altebrat como responsable de seguridad del paciente en distintos ámbitos. Impulsó a lo largo de su carrera programas de mejora de la calidad de la atención primaria, impartió y organizó actividades de formación, investigó, publicó, revisó publicaciones y promovió la investigación allá donde estuvo (Cataluña, Navarra, País Vasco).
Estuvo siempre en primera línea a nivel clínico, docente y científico, abriendo o colaborando en la apertura de caminos que han sido luego muy transitados por muchos: la atención primaria humana, ética, que da protagonismo al paciente, desplegada en equipo, basada en la evidencia científica, proactiva, que investiga tanto cuantitativa como cualitativamente, de calidad y segura. También, en lo que para él era un continuo y ampliando su visión hasta incluir a otros niveles de atención, la calidad asistencial y uno de sus aspectos críticos, la seguridad del paciente.
Como profesor ha impartido numerosos talleres de calidad asistencial y de seguridad del paciente a profesionales sanitarios de toda España. También ha publicado numerosos trabajos de investigación ligados a la mejora de calidad asistencial y la seguridad. Uno de sus últimos proyectos de mejora a nivel nacional ha sido el lanzamiento, junto con otros profesionales y colectivos, de la campaña de isoapariencia «Si son iguales que parezcan iguales», destinada a evitar confusiones entre medicamentos por parte de los pacientes. También trabajó, hasta días antes de fallecer, en la atención a las segundas víctimas de la asistencia sanitaria en primaria.
Su labor como investigador y docente empezó en 1987, cuando obtuvo una de las primeras becas del Fondo de Investigación Sanitaria otorgadas a un profesional de atención primaria para un proyecto, la encuestad de salud de Reus, que partía de una concepción de la medicina de familia ligada a la comunidad, con bases sólidamente científicas, docente e investigadora, que entonces distaba mucho de estar generalizada. Una concepción compatible con un trato humano, una empatía y una capacidad de comunicación que le hicieron ser especial en su trato con sus pacientes y sus compañeros de trabajo, allá donde estuvo.
Viajero impenitente y ejemplo de mejora continua, haciendo de la necesidad virtud, desde 2009 divulgaba a través de un blog de viajes sus experiencias como celíaco (http://cuandonosvamosdevacaciones.blogspot.com.es/).
Fue una persona modesta y discreta, que hizo lo que había que hacer en el momento en el que había que hacerlo, con decisión y perseverancia infatigables, sin ostentación, ni afán de protagonismo, con disposición plena y generosa a compartir y colaborar con todos. Todos le reconocemos su capacidad de liderazgo y entre los que tuvimos la suerte de trabajar con él en lugares en los que dedicó generosamente su tiempo y su buen hacer, siempre admiramos su serenidad, su sentido común y su capacidad de hacer ver sencillas cosas a menudo complicadas.
Persona de principios y valores claros, era a la vez tolerante, sabía escuchar y aportar lo pertinente en el momento adecuado. Estas cualidades unidas a su vocación por la colaboración en aras de la mejora de la salud del paciente le llevaron a trabajar conjuntamente con profesionales de todo tipo, asociaciones de pacientes y ciudadanas, asociaciones de consumidores, organizaciones no gubernamentales, autoridades sanitarias y todo tipo de entidades e instituciones, en numerosas iniciativas destinadas a la obtención de mejoras en la atención sanitaria y en la capacitación y el protagonismo en la toma de decisiones que afectan a la salud de los pacientes, de los ciudadanos.
Fernando, nos has abierto muchas ventanas para mirar y mejorar, nos has mostrado cómo trabajar y cómo comprometerse en todas las facetas de nuestra actividad, en la mejora continua adaptándola a todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana. Parafraseando a Bertolt Brecht: Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay otros que luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay quienes luchan toda la vida, esos son imprescindibles. Pensamos que hemos perdido a uno de los imprescindibles de la calidad.
Queremos agradecer a tu familia: a tu mujer Carmen, a tus hermanos, hijos y nietas el tiempo de marido, hermano, padre y abuelo que hemos compartido; transmitiéndoles desde aquí, nuestro más sincero pésame. DEP
