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Vol. 31. Núm. 6.
Páginas 329-337 (noviembre - diciembre 2016)
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Vol. 31. Núm. 6.
Páginas 329-337 (noviembre - diciembre 2016)
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Implantación de una guía de buenas prácticas para la prevención de caídas: percepción de los pacientes hospitalizados y sus cuidadores
Implementation of a best practice guideline for the prevention of falls: Perception among hospitalized patients and its caregivers
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M.D. Saiz-Vinuesa
Autor para correspondencia
tebisama@hotmail.com

Autor para correspondencia.
, E. Muñoz-Mansilla, T. Muñoz-Serrano, M.P. Córcoles-Jiménez, M.V. Ruiz-García, P. Fernández-Pallarés, L. Herreros-Sáez, F. Calero-Yáñez
Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, Albacete, España
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Tabla 1. Características de los sujetos. Variables cuantitativas
Tabla 2. Características de los sujetos. Variables cualitativas
Tabla 3. Resultados de la encuesta de satisfacción
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Resumen
Objetivo

Analizar la influencia que la implantación de una guía de buenas prácticas (GBP) para prevenir caídas podría tener sobre la percepción de pacientes hospitalizados y cuidadores respecto a los cuidados proporcionados durante el ingreso y la adherencia (grado de seguimiento) a las recomendaciones recibidas tras el alta.

Material y método

Diseño. Estudio cuasiexperimental, que incluyó pacientes>65años ingresados durante48h en el área médica del Complejo Hospitalario de Albacete. Muestra. Ciento cuatro sujetos (muestreo consecutivo enero-marzo de 2013). Grupo experimental (GE): ingresados en unidades con implantación de GBP. Grupo control (GC): unidades con cuidados habituales. Variables. Caídas previas y durante ingreso; estado cognitivo (Pfeiffer); independencia en las actividades vida diaria; satisfacción con cuidados e información recibida, utilidad percibida, adherencia a las recomendaciones al alta. Fuentes de datos. Historia clínica y entrevista. Análisis estadístico. Descriptivo y bivariante. Riesgo relativo. IC 95%.

Resultados

Ciento cuatro pacientes, GE 46,2% (48) y GC 53,8% (56). Mujeres 51,9%, edad media 79,9 años (d.t.=7,8). Pfeiffer 4,3 (d.t.=3,7). Caídas previas 31,1%. En seguimiento una caída por grupo. Diferencias estadísticamente significativas entre GE/GC: edad, estado cognitivo e independencia para las actividades de la vida diaria. En el GE fue superior el porcentaje de percepción sobre la utilidad de las recomendaciones para prevenir caídas (p<0,001), mayor adherencia (p=0,0002) y estar muy o suficientemente satisfechos con la información (p<0,00004) y los cuidados recibidos (p=0,002).

Conclusión

Aplicar recomendaciones siguiendo una GBP para prevenir caídas en personas mayores ha mostrado en usuarios y cuidadores mayor satisfacción con la información, mejor percepción sobre su utilidad y mayor adherencia a las recomendaciones.

Palabras clave:
Caídas
Guías de buenas prácticas clínicas
Satisfacción del paciente
Calidad asistencial
Cuidados de enfermería
Abstract
Objective

To analyze the influence that the implementation of a fall prevention Best Practice Guideline (BPG) could have on the perception of patients and their caregivers about the utility of the activities implemented, about the care provided during admission and the adherence (the level of follow-up) to the recommendations received at discharge.

Material and method

Design. Quasi-experimental study. Patients >65 years admitted48h to the Medical Area of the General Hospital of Albacete. Sample. 104 subjects (consecutive sampling January-March 2013). Experimental group (EG). Patients admitted to BPG implementation units. Control group (CG). Usual care units. Variables. Sociodemographic characteristics; previous and during admission falls, cognitive status (Pfeiffer); independence in daily life activities (ADLs); satisfaction with care and information provided, utility perceived, adherence to recommendations at discharge. Data sources. Interview and clinical history. Statistical analysis (SPSS 15.0). Descriptive and bivariant. Relative Risk. CI95%.

Results

104 patients, EG 46.2% (48) and CG 53.8% (56). Women 51.9%, average age 79.9 years (s.d.=7.8). Pfeiffer 4,3 (s.d.=3.7). Previous falls 31.1%. In process, 1 fall in each group. There were statistically significant differences between EG/CG: age, cognitive status and independence in ADLs. In the EG was higher the percentage of perception about the usefulness of the recommendations to prevent falls (P<.001), greater adherence to them (P=0.0002), and to be very or quite satisfied with the information (P<.00004) and care received (P=.002).

Conclusion

To implement recommendations according to an Evidence-based BPG to prevent falls in older people has shown, in users and caregivers, greater satisfaction, better perception of its usefulness and greater adherence to the recommendations.

Keywords:
Accidental falls
Practice guidelines
Patient satisfaction
Quality of health care
Nursing care
Texto completo

Desde los años cincuenta del pasado siglo, pero de manera más intensa en los últimos años, se ha producido un cambio importante en la medición de la calidad de la asistencia sanitaria, incorporando la satisfacción del paciente con el resultado alcanzado como un indicador válido1–3. Conocer la opinión de los usuarios permite evaluar los cuidados prestados, detectar problemas y establecer propuestas para mejorar la calidad2–6 de la atención sanitaria, opinión del usuario que, según la Organización Mundial de la Salud, está relacionada con el principio de participación del consumidor7. Además, la Unión Europea en su Libro blanco de la salud (2008-2013) argumenta que la participación de los ciudadanos es un valor fundamental8. El planteamiento de «cuidados centrados en el paciente» se basa en reconocer el papel activo de los pacientes en la toma de decisiones sobre su salud y en la idea de que las decisiones clínicas deben incluir la perspectiva del paciente2.

En los países desarrollados la innovación tecnológica y los sistemas de información han hecho que los ciudadanos, potenciales enfermos, cada vez estén más informados sobre los servicios sanitarios, reclamen una atención más personalizada, conozcan mejor sus derechos y tengan mayores expectativas. Los usuarios exigen cada vez más prestaciones y de mayor calidad6. La atención sanitaria debe ser efectiva (ejercer un efecto positivo en su nivel de salud), eficiente (ese efecto debe lograrse a un coste asumible), aceptable (para el paciente que lo recibe), accesible (en términos de distancia, esperas, costes), útil (en términos de calidad de vida experimentada) y debe estar basada en la evidencia (decisiones tomadas en función del conocimiento empírico y no en intuiciones)5–11.

Por otro lado, el aumento de la esperanza de vida genera poblaciones cada vez más ancianas y con mayores necesidades y demandas. Uno de los problemas sociosanitarios más importantes en los ancianos son las caídas, tanto por la frecuencia con que suceden como por la relevancia de sus consecuencias en términos de morbimortalidad, dependencia y consumo de recursos sanitarios, con elevados costes12, sin olvidar la pérdida de calidad de vida que conllevan.

Según la OMS las caídas son la segunda causa mundial de muerte por lesiones accidentales o no intencionales13. Se calcula que cada año se caen un tercio de las personas mayores de 65 años, proporción que aumenta en pacientes institucionalizados13–17. Además, las caídas que se producen en el medio hospitalario se consideran un efecto adverso de la asistencia sanitaria18,19 al poner en riesgo la seguridad del paciente. En el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (CHUA) existe una sensibilización de los profesionales hacia la prevención de caídas como estrategia encaminada a garantizar la seguridad del paciente, con el objetivo de disminuir la incidencia de caídas y lesiones asociadas a ellas, así como proporcionar unos cuidados de mayor calidad basados en las mejores evidencias científicas.

En este marco se implantó la guía de buenas prácticas (GBP) Prevención de caídas y lesiones derivadas de las caídas en personas mayores20, dentro del Proyecto de implantación de GBP en España iniciado en junio de 2011, gracias al convenio de colaboración firmado por el Centro colaborador español del Instituto Joanna Briggs para los cuidados en salud basados en la evidencia, la Unidad de Investigación en Cuidados de Salud (Investén-isciii) y la Asociación Profesional de Enfermeras de Ontario21. Las GBP se pueden definir como un conjunto de directrices, instrucciones o recomendaciones desarrolladas de forma sistemática para ayudar a los profesionales y también a los usuarios en la toma de decisiones ante problemas o situaciones relacionadas con la salud22, por lo que son herramientas muy útiles para la práctica clínica.

En España hay pocas investigaciones sobre los resultados de la aplicación de GBP en términos de efectividad para los usuarios y para el sistema sanitario. Pero si enlazamos con el concepto de calidad centrada en el usuario que reseñábamos antes como indicador válido de la asistencia, tendríamos que preguntarnos sobre cómo perciben los usuarios dicha aplicación. La percepción es un proceso complejo que depende de las expectativas de quien percibe, de la satisfacción de sus necesidades y de los resultados obtenidos, reflejando en conjunto el grado de satisfacción con la atención y la calidad de los servicios recibidos23.

En este sentido, el objetivo de este estudio fue analizar la influencia que la implantación de una GBP de prevención de caídas en mayores de 65 años podría tener sobre la percepción de los pacientes y sus cuidadores en relación con la utilidad de las actividades aplicadas y los cuidados proporcionados durante el ingreso, así como respecto a la adherencia (grado de seguimiento) a las recomendaciones recibidas tras el alta hospitalaria.

Material y métodoDiseño

Estudio cuasiexperimental. Ámbito: Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (CHUA), compuesto por 2 hospitales, Hospital General y Hospital Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.

Población y muestra

Criterios de inclusión: pacientes mayores de 65 años, ingresados en el área médica del CHUA durante al menos 48h que firmaron el consentimiento informado. Se consideró criterio de exclusión el haber estado ingresado en unidades de cuidados críticos durante la hospitalización.

Los pacientes a estudio se distribuyeron en 2 grupos: grupo experimental (GE), pacientes ingresados en las unidades donde estaba implantada la GBP (Medicina Interna y Geriatría son del Hospital Nuestra Señora del Perpetuo Socorro) y grupo control (GC), pacientes ingresados en otras unidades del área médica donde se realizaban los cuidados habituales (Digestivo y Neumología del Hospital General). El cálculo del tamaño muestral se realizó utilizando el programa informático Epi Info 5.01 para un porcentaje de satisfacción en los sujetos del GC del 50% frente a un 80% de los sujetos del GE, para lo que con un nivel de confianza del 95% y una potencia del 80% eran necesarios 90 sujetos (45 en cada grupo). El tamaño muestral se incrementó en un 15% ante eventuales pérdidas en el seguimiento, resultando un total de 104 pacientes. La selección de los pacientes se realizó mediante muestreo consecutivo entre enero y marzo del 2013, incluyendo a todos los pacientes que cumplían los criterios del estudio a medida que iban ingresando en las unidades correspondientes.

Variables

Características sociodemográficas (edad al ingreso, sexo y nivel de estudios); motivo del ingreso (tal y como aparecía en la historia clínica), origen y duración del mismo; antecedentes de caídas en los 3 meses anteriores al ingreso; unidad de hospitalización; estado cognitivo e independencia para las actividades básicas de la vida diaria (ABVD) (una semana anterior al ingreso, en el momento del ingreso y tras el alta).

Como variable independiente (experimental) se consideró la implantación de recomendaciones tomadas de la GBP Prevención de caídas y lesiones derivadas de las caídas en personas mayores20. Las intervenciones que el personal de enfermería de las unidades del GE realizaban fueron: valoración del riesgo de caídas del paciente en las primeras 24h del ingreso utilizando la escala J.H. Downton24 y aplicación de un plan de cuidados para la prevención de caídas en función de los factores de riesgo detectados (extrínsecos e intrínsecos). El plan de cuidados incluía la educación sanitaria, tanto a los pacientes como a los cuidadores en materia de prevención de caídas (adecuada alimentación, estilo de vida, tratamiento para la prevención de la osteoporosis, ejercicios para mejorar el tono muscular y el equilibrio y modificación del entorno como estrategia de prevención). La información verbal se reforzaba con la entrega de folletos informativos con recomendaciones basadas en la evidencia (anexo 1) y a través de carteles colgados en todas las habitaciones de las Unidades del GE. En caso de producirse una caída o ante un cambio en el estado clínico del paciente, se realizaba la reevaluación del riesgo de caída con la misma escala y se revisaba el plan de cuidados.

Las variables de resultado estudiadas fueron: satisfacción de los usuarios con la información y cuidados proporcionados por enfermería para la prevención de caídas durante el ingreso; utilidad percibida (en el sentido de beneficio obtenido) de las actividades aplicadas (incluida la educación sanitaria recibida); grado de seguimiento de las recomendaciones (adherencia, si las estaban poniendo en práctica) tras el alta hospitalaria y percepción de los usuarios sobre la preocupación de enfermería por la seguridad (intervenciones encaminadas a la prevención de potenciales caídas) de los pacientes.

Instrumentos

Para la medición de la satisfacción y percepciones de los usuarios sobre las variables de resultado se utilizó una encuesta de elaboración propia basada en criterios de resultados NOC, con escala tipo Likert de 5 puntos, que posteriormente se agruparon para el análisis en: nada/poco; suficiente/bastante/mucho (anexo 2).

El estado cognitivo se valoró mediante el Short Portable Mental Status Questionnaire (SPMSQ) de Pfeiffer25, cuestionario heteroadministrado, con 10 preguntas sobre orientación temporoespacial, memoria reciente y de acontecimientos anteriores. Se adjudicó un punto por cada error, admitiendo un error más en personas con estudios elementales. Entre 0 y 2 errores se consideró estado mental intacto, entre 3 y 4 deterioro intelectual leve, entre 5 y 7 moderado y entre 8 y 10 errores grave.

Para valorar la independencia para las ABVD se utilizó el Índice de Barthel26, que consta de 10 ítems referidos a la autonomía para comer, lavarse-bañarse, vestirse, arreglarse, continencia intestinal y urinaria, uso del retrete, transferencias silla-cama, deambular y subir o bajar escaleras. Cada uno de estos ítems tiene una puntuación entre 0 y 15, con intervalos de 5 puntos. La puntuación máxima (100) indica independencia para las ABVD y la puntuación mínima (0) dependencia total.

Recogida de datos

En las primeras 24h del ingreso, y después de identificar los criterios de inclusión, los investigadores del estudio explicaban a los sujetos la finalidad del mismo y solicitaban el consentimiento informado, garantizándoles en todo momento el anonimato y la confidencialidad de los datos obtenidos. Después, realizaban el test de Pfeiffer a todos los pacientes incluidos y recogían el resto de variables a través de la historia clínica informatizada. Tras el alta hospitalaria, 7-10 días después, se realizaba una entrevista telefónica con el paciente o el cuidador principal (si el paciente no era capaz de proporcionar la información) para evaluar las variables de resultado. Para asegurar el seguimiento telefónico se trató de conseguir varios números de teléfono, fijos y móviles, y se realizaron las llamadas en distintas franjas horarias hasta conseguir contactar.

Para la recogida de datos se diseñó una ficha de elaboración propia en la que se incluyeron todas las variables del estudio. Se elaboró un protocolo para unificar criterios en la recogida de datos y se realizó entrenamiento para utilizar los instrumentos de medida, así como un pilotaje para poner a prueba la ficha y los procedimientos del estudio.

El análisis estadístico se realizó utilizando el programa estadístico SPSS versión 15.0. Análisis descriptivo: frecuencias absolutas y relativas para las variables cualitativas; medidas de tendencia central y dispersión en las cuantitativas. Análisis bivariante: comprobación de la homogeneidad de los grupos y contraste de hipótesis mediante Chi-cuadrado, «t» de Student y U-Mann-Whitney, según tipo de variables a comparar y previa comprobación de la normalidad de la distribución. Se calculó el intervalo de confianza (IC) al 95% y el riesgo relativo (RR) como medida de tamaño del efecto.

Aspectos éticos

Se solicitó el consentimiento informado a todos los pacientes (familiares y/o tutores legales en el caso de incapacidad). El estudio fue aprobado por la Comisión de Investigación del CHUA y el Comité de ética de investigación del área sanitaria de Albacete. Se garantizó el anonimato, privacidad y confidencialidad de los datos obtenidos.

Resultados

Se incluyeron en el estudio 104 sujetos, donde el 46,2% (n=48) de los pacientes formaron parte del grupo experimental (GE) y el 53,8% (n=56) del grupo control (GC). Las características de los pacientes al ingreso, tanto globales como por grupos, pueden verse en las tablas 1 y 2.

Tabla 1.

Características de los sujetos. Variables cuantitativas

  Total muestra (n=104)  Grupo experimental (n=48)  Grupo control (n=56)  IC 95%  U de Mann-Whitney 
  Media (d.t.)  Media (d.t.)  Media (d.t.)  Diferencia     
Edad  79,9 (7,8)  83 (7,2)  77,3 (7,5)  2,7; 8,5  3,8a  <0,0001* 
Estancia hospitalaria  10,1 (7,6)  8,9 (8,2)  11,1 (6,9)  –5,1; –0,7  1004,5  0,026* 
Barthel basal  66,2 (34,5)  46,6 (34,5)  83 (24,3)  –48,2; –24,5  529,5  <0,0001* 
Barthel al ingreso  47,3 (36)  25,1 (26,3)  68,3 (32,2)  –52,8; –29,6  462  <0,0001* 
Barthel 7-10 tras alta hospitalaria  58,4 (37)  34,5 (32,9)  78,5 (27,2)  –56,4; –31,5  331,5  <0,0001* 
Pfeiffer  4,3 (3,7)  6 (3,8)  2,8 (3)  1,8; 4,4  716,5  <0,0001* 
a

Prueba de la «t» de Student.

*

Indica las diferencias estadísticamente significativas.

Tabla 2.

Características de los sujetos. Variables cualitativas

  Total muestra  Grupo experimental  Grupo control  Chi-cuadrado 
  % (n)  % (n)  % (n)     
Sexo
Hombre  48,1 (50)  41,7 (20)  53,6 (30)  1,40,2
Mujer  51,9 (54)  58,3 (28)  46,4 (26) 
Ingreso secundario a caída
Sí  2,9 (3)  4,2 (2)  1,8 (1)  0,50,4
No  97,1 (101)  95,8 (46)  98,2 (55) 
Origen del ingreso
Urgencias  90,3 (93)  93,8 (45)  87,3 (48)  6,60,3*
Programado  5,8 (6)  10,9 (6) 
Consultas externas  3,9 (4)  6,3 (3)  1,8 (1) 
Nivel de estudios
Sin estudios  98 (97)  100 (43)  96,4 (54)  1,50,2
Estudios superiores  2 (2)  3,6 (2) 
Antecedentes caídas (3 últimos meses)
Sin antecedentes  68,9 (71)  74,5 (35)  64,3 (36)  2,60,4
Una caída  14,6 (15)  8,5 (4)  19,6 (11) 
Dos caídas  9,7 (10)  10,6 (5)  8,9 (5) 
Tres o más caídas  6,8 (7)  6,4 (3)  7,1 (4) 
Persona que responde
Paciente  39,8 (35)  21,1 (8)  54 (27)  13,90,001*
Cuidador/familiar  56,8 (50)  78,9 (30)  40 (20) 
Personal institución  3,4 (3)    6 (3) 
*

Indica las diferencias estadísticamente significativas.

El motivo más frecuente de ingreso fue la enfermedad respiratoria en 38 pacientes (36,5%), seguido por hemorragias digestivas, sepsis y colecistitis con 8 casos cada uno (7,7%). Un 41,4% (43) de los pacientes presentaba estado mental intacto, un 14,4% (15) tenía leve deterioro, en un 16,3% (17) el deterioro era moderado y en un 27,9% (29) grave.

La entrevista telefónica para evaluar la percepción de los pacientes y sus cuidadores en cuanto a la utilidad (beneficio) de las actividades aplicadas para la prevención de caídas, su satisfacción con la información y los cuidados proporcionados durante el ingreso y el grado de adherencia de las recomendaciones tras el alta hospitalaria solo se pudo realizar en 88 sujetos (6 fallecimientos durante el ingreso, 3 en cada grupo, y 10 que no pudieron ser localizados, 7 en el GE y 3 en GC), respondiendo en el GE un 79,1% (38) y en el GC 89,3% (50), no encontrando diferencias estadísticamente significativas entre los grupos, ni tampoco en las cuestiones sobre satisfacción en función de si eran respondidas por el mismo paciente o por sus cuidadores, o en función de ser hombre o mujer.

Sin embargo, sí se encontraron diferencias estadísticamente significativas en todas las variables de resultado estudiadas, tal como puede verse con detalle en la tabla 3. En relación con los objetivos planteados destacó que en la percepción sobre la utilidad de las actividades, para el GE resultaron de suficiente o mucha utilidad durante el ingreso en un 61,1% (22) y en el domicilio (54,3% [19]), mientras que para el GC fueron nada o poco útiles tanto para el ingreso (78,3% [36]) como para el domicilio 82,6% (38) (p=0,0002 y p=0,0004 respectivamente).

Tabla 3.

Resultados de la encuesta de satisfacción

  Grupo experimental  Grupo control  RR  IC 95%  Chi-cuadrado 
  % (n)  % (n)         
Explicación recibida sobre los cuidados
Nada/poco  47,4 (18)  84 (42)  3,21,6-6,613,30,0002*
Suficiente/mucho  52,6 (20)  16 (8) 
Comprensión de las recomendaciones
Nada/poco  38,9 (14)  84,4 (38)  2,81,7-4,6180,00002*
Suficiente/mucho  61,1 (22)  15,6 (7) 
Satisfacción con la información
Nada/poco  27,8 (10)  72 (36)  2,91,6-5,416,40,00004*
Suficiente/mucho  72,2 (26)  28 (14) 
Utilidad de la información durante el ingreso
Nada/poco  38,9 (14)  78,3 (36)  2,81,5-5,113,10,0002*
Suficiente/mucho  61,1 (22)  21,7 (10) 
Utilidad de la información en el domicilio
Nada/poco  45,7 (16)  82,6 (38)  3,11,5-6,212,10,0004*
Suficiente/mucho  54,3 (19)  17,4 (8) 
Está poniendo en práctica las recomendaciones
Nada/poco  48,6 (17)  86,7 (39)  3,81,7-8,6130,0002*
Suficiente/mucho  51,4 (18)  13,3 (6) 
Preocupación por su seguridad en personal de enfermería
Nada/poco  19,4 (7)  44 (22)  1,41,07-1,95,60,017*
Suficiente/mucho  80,6 (29)  56 (28) 
Satisfacción con los cuidados
Nada/poco  13,9 (5)  46 (23)  1,51,2-2,19,80,002*
Suficiente/Mucho  86,1 (31)  54 (27) 
*

Indica las diferencias estadísticamente significativas.

Sobre los cuidados proporcionados durante el ingreso los pacientes del GE se mostraron satisfechos con los cuidados proporcionados por enfermería en relación con la prevención de potenciales caídas en un 86,1% (31) frente a un 46% (23) de pacientes del GC que manifiestan estar nada o poco satisfechos (p=0,002).

Sobre la adherencia a las recomendaciones recibidas, tras el alta hospitalaria los pacientes del GE aplicaron las recomendaciones mucho o suficientemente en un 51,4% (18), mientras que los pacientes del GC las seguían en un 13,3% (6) (p=0,0002).

En cuanto a las caídas que se produjeron, en el GC se relató una caída 2 días tras el alta hospitalaria, mientras que en el GE se registró una caída durante el ingreso.

Discusión

Los resultados de este estudio han puesto de manifiesto que aquellos pacientes y cuidadores que recibieron asistencia siguiendo las recomendaciones incluidas en la guía de buenas prácticas (GE) percibieron en mayor proporción utilidad de los cuidados recibidos para prevenir las caídas, así como aplicabilidad de la información facilitada, mostrando mayor satisfacción con los cuidados proporcionados durante el ingreso.

Además, la adherencia a las recomendaciones tras el alta hospitalaria era más frecuente en el grupo experimental de forma estadísticamente significativa, por lo que podemos decir que el sistematizar los cuidados y la educación sanitaria hace que los pacientes y cuidadores manifiesten mayor satisfacción, y además favorece la continuidad de los cuidados, tanto en el medio hospitalario como en el domicilio.

Estos resultados estarían en línea con los de otros estudios, en los que se ha encontrado relación entre incorporar las necesidades y expectativas de los pacientes como objetivos de calidad de la asistencia sanitaria y una mejora de la efectividad y de la eficiencia5,27–29.

En el GE los pacientes eran mayores, más dependientes y con peor estado cognitivo que los del GC, lo que podría dificultar la comprensión y puesta en práctica de las recomendaciones. Sin embargo, los resultados muestran que ellos mismos o sus cuidadores presentan mejor comprensión y mayor satisfacción con la información recibida considerándola de mucha utilidad. Esto podría deberse a que estos pacientes y cuidadores del GE recibieron información explícita (tanto verbal como escrita), siguiendo un plan de cuidados en función de los factores de riesgo detectados y un programa de educación sanitaria individualizado, pudiendo preguntar dudas a los profesionales. Lo que también podría justificar que los pacientes y cuidadores del GE tuvieran una mayor percepción de preocupación por parte del personal de enfermería en materia de seguridad y prevención de caídas al aplicar las recomendaciones incluidas en la GBP, frente a los cuidados habituales aplicados a los pacientes del GC.

Varios estudios realizados en diferentes áreas asistenciales muestran una asociación significativa entre la edad y el nivel de satisfacción30–33. Por lo general, la gente joven es más participativa y menos conformista que los mayores. Breemharar32 lo atribuye a la tendencia de las personas mayores a realizar juicios más benevolentes, a un mayor deseo de no molestar y a un mayor sentimiento de impotencia. En el presente estudio el GE mostró mayor satisfacción y era de más edad que el GC, lo que coincidiría con lo señalado; pero esto debe matizarse teniendo en cuenta que en la respuesta a la entrevista telefónica en el GE han participado un mayor porcentaje de cuidadores, generalmente más jóvenes, dadas las características de mayor edad y dependencia de estos pacientes. Esto podría haber repercutido en una menor satisfacción, pero interpretamos que no ha sido así por la efectividad de la intervención.

Al igual que en otros estudios, no hemos encontrado diferencias significativas en el grado de satisfacción con el sexo33,34. Tampoco relacionadas con el nivel de estudios, antecedentes de caídas o si el ingreso ha sido secundario a una caída (no son más sensibles a la información los pacientes que han ingresado por una caída). En algunos33 estudios la percepción de buena salud al ingreso aparece como predictor de la satisfacción con los cuidados; en este caso, los pacientes del GE presentaban mayor dependencia, mayor edad y peor estado cognitivo, lo que seguramente (aunque no es una variable que se haya considerado como tal) les hacía tener peor percepción sobre su estado de salud, y a pesar de ello, la satisfacción con los cuidados recibidos ha sido mayor.

Algunas de las limitaciones que se podrían haber planteado durante la realización del estudio fueron minimizadas. Se utilizó una encuesta de elaboración propia que fue previamente pilotada para comprobar que permitía recoger la información necesaria para dar respuesta a los objetivos del estudio. Ante el posible rechazo de los sujetos a participar o la falta de respuesta telefónica, se aumentó el tamaño muestral necesario para compensar las posibles pérdidas y se utilizaron estrategias para maximizar la respuesta.

Desde el punto de vista de la utilidad práctica, los resultados de este estudio muestran que la realización de cuidados de enfermería basados en la evidencia y sistematizados no solo puede contribuir a reducir la variabilidad indeseada de la práctica clínica y el riesgo de errores35, sino que también se consigue que los usuarios perciban de manera más explícita las actuaciones de los profesionales y manifiesten mayor satisfacción, lo que podría redundar en una mayor implicación de los usuarios en sus cuidados. Esta adherencia, al igual que se ha mostrado para el cumplimiento terapéutico farmacológico27, podría estar ligada a la toma de decisiones compartidas tras un buen proceso de información.

Como conclusión, podemos decir que la aplicación de recomendaciones siguiendo una guía de buenas prácticas basada en la evidencia para la prevención de caídas en personas mayores se ha mostrado efectiva para mejorar la satisfacción de los pacientes y sus cuidadores con la información y cuidados recibidos, así como la percepción de los mismos sobre su utilidad y su adherencia a las recomendaciones frente a los cuidados habituales.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Agradecimientos

A todos los pacientes, familiares y cuidadores que participaron en el estudio, por su colaboración, y al Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, por facilitar y proporcionar los medios necesarios para poder realizar el estudio.

Anexo 2
Encuesta de elaboración propia para la evaluación de la satisfacción de pacientes y cuidadores

Satisfacción de los pacientes y cuidadores con la aplicación de las recomendaciones de la GBP
Preguntas  Nada  Poco  Suficiente  Bastante  Mucho 
¿Le han explicado durante su ingreso los cuidados y precauciones que debe tener para prevenir posibles caídas?           
¿Ha entendido las recomendaciones que le ha dado la enfermera para prevenir caídas?           
¿Está satisfecho con la información recibida?           
¿La información recibida sobre la prevención de caídas le ha sido útil durante el ingreso hospitalario?           
¿Y en el domicilio?           
¿Las está haciendo?           
¿Cree que el personal de enfermería se ha preocupado por su seguridad en cuanto a evitar caídas?           
¿Está satisfecho con los cuidados proporcionados por el personal de enfermería para la prevención de posibles caídas?           

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