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Editorial
Objeción de conciencia: las lecciones de un debate
Conscientious objection: Debatable choices
D. Gracia
Facultad de Medicina, Universidad Complutense de Madrid, España
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antes patrimonio exclusivo de algunas sectas protestantes&#44; ha comenzado a extenderse entre los cat&#243;licos de algunos pa&#237;ses&#187;<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#bib0005"><span class="elsevierStyleSup">1</span></a>&#46;</p><p id="par0010" class="elsevierStylePara elsevierViewall">En efecto&#44; si se acude a los manuales de teolog&#237;a moral cat&#243;lica de esos a&#241;os&#44; se ver&#225; que de la objeci&#243;n de conciencia no se dice nada&#44; o al menos nada positivo&#46; En un libro tan significado a la altura de los a&#241;os sesenta como <span class="elsevierStyleItalic">La ley de Cristo</span><a class="elsevierStyleCrossRef" href="#bib0010"><span class="elsevierStyleSup">2</span></a><span class="elsevierStyleItalic">&#44;</span> de Bernhard H&#228;ring&#44; la expresi&#243;n no aparece&#46; Lo mismo sucede en otro texto de teolog&#237;a moral publicado en esa misma fecha&#44; el <span class="elsevierStyleItalic">Compendio de teolog&#237;a moral</span> de Arregui-Zalba<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#bib0015"><span class="elsevierStyleSup">3</span></a>&#46; El a&#241;o 1965 es particularmente significativo&#44; porque entonces se puso fin al Concilio Vaticano II&#46; La constituci&#243;n <span class="elsevierStyleItalic">Gaudium et spes</span> s&#237; dedica un breve p&#225;rrafo a la objeci&#243;n de conciencia&#44; que dice as&#237;&#58; &#171;Parece razonable que las leyes provean&#44; con sentido humanitario&#44; para el caso de quienes&#44; por motivos de conciencia&#44; se niegan a tomar las armas si aceptan otra forma de servir a la comunidad&#187;<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#bib0020"><span class="elsevierStyleSup">4</span></a>&#46; Es el primer reconocimiento expl&#237;cito del Vaticano a la objeci&#243;n de conciencia al servicio militar y su compensaci&#243;n a trav&#233;s del servicio social sustitutorio&#46; Un reconocimiento que no fue del agrado de muchos moralistas cat&#243;licos&#46; He aqu&#237; el comentario de uno de ellos&#44; Antonio Peinador&#44; a la altura de 1969&#58; &#171;Ser&#237;a injusto que la gran mayor&#237;a de los ciudadanos&#44; cat&#243;licos ellos&#44; soporten los riesgos de un conflicto armado&#44; mientras una minor&#237;a insignificante de equivocados&#44; aunque de buena fe&#44; viven al resguardo de todo peligro amparados en su objeci&#243;n&#187;<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#bib0025"><span class="elsevierStyleSup">5</span></a>&#46;</p><p id="par0015" class="elsevierStylePara elsevierViewall">A pesar de que la Iglesia Cat&#243;lica fue especialmente recalcitrante en este tema&#44; no anduvo sola ni tuvo la exclusiva en tal tipo de actitud&#44; que hab&#237;a sido general hasta los a&#241;os de la segunda guerra mundial&#46; Y es que esto de la objeci&#243;n de conciencia es muy moderno&#46; De hecho&#44; no ha sido posible m&#225;s que en el interior de las sociedades liberales y democr&#225;ticas&#46; En todas las otras sociedades de las que tenemos noticia&#44; a quien se ha negado a cumplir la ley se le ha castigado con la c&#225;rcel&#44; los trabajos forzados&#44; el destierro o la propia muerte&#46; No tiene sentido hablar&#44; como a veces se hace&#44; de objeci&#243;n de conciencia a prop&#243;sito&#44; por ejemplo&#44; de los primeros cristianos&#46; Es cierto que se negaron a la adoraci&#243;n del emperador romano&#44; pero fueron severamente castigados por ello&#46; No fueron tratados como objetores&#44; sino como insumisos&#46; Con anterioridad a las revoluciones liberales no hubo nada parecido a la objeci&#243;n de conciencia&#44; si por tal entendemos&#44; como parece l&#243;gico&#44; el respeto a la persona que&#44; por motivos de conciencia&#44; se resiste a ejecutar algo exigido o permitido por una ley&#46; Ese respeto no ha existido nunca en las sociedades no democr&#225;ticas&#46; En las democracias&#44; las leyes se aprueban por mayor&#237;a en las c&#225;maras representativas&#46; Se supone&#44; por ello&#44; que tales leyes expresan los valores morales&#44; no de todos&#44; pero s&#237; de la mayor parte de los ciudadanos&#44; raz&#243;n por la cual estos han de considerar moralmente correcto lo que estipula la ley&#46; Pero tambi&#233;n es obvio que una minor&#237;a no lo ver&#225; as&#237;&#46; Pues bien&#44; las sociedades democr&#225;ticas han establecido un procedimiento de respeto a tales personas&#46; Ese procedimiento es la objeci&#243;n de conciencia&#44; que permite a un ciudadano no intervenir en algo que tiene por moralmente incorrecto&#44; por m&#225;s que se halle aprobado o incluso exigido por la ley&#46; La objeci&#243;n es una excepci&#243;n legal al cumplimiento de la ley&#46; Caso de que el legislador o los tribunales de justicia consideraren inapropiada la objeci&#243;n en un caso concreto&#44; el objetor dejar&#225; de ser tal para convertirse en insumiso&#46; Que es lo que fueron todos los que se opusieron a cualquier ley en las sociedades predemocr&#225;ticas o no democr&#225;ticas&#46; Los primeros cristianos que se negaron a adorar al emperador no fueron objetores&#44; fueron insumisos&#44; que es cosa distinta&#46;</p><p id="par0020" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Dentro de las sociedades democr&#225;ticas&#44; la objeci&#243;n de conciencia es tambi&#233;n un fen&#243;meno reciente&#46; Aparece como tal figura con posterioridad a la segunda guerra mundial&#46; Fue con ocasi&#243;n de esta contienda cuando surgi&#243; el conflicto en Estados Unidos&#44; al negarse ciertos grupos del llamado protestantismo radical a empu&#241;ar las armas e ir a la guerra&#46; Ah&#237; comenz&#243; el proceso de reflexi&#243;n que acabar&#237;a por dotar de contenido a la objeci&#243;n de conciencia&#46; Ni que decir tiene que el &#225;mbito al que se aplic&#243; fue el militar&#46; Es tambi&#233;n lo que sucedi&#243; en Espa&#241;a durante los a&#241;os setenta&#44; y lo que dio lugar al art&#237;culo de la Constituci&#243;n de 1978<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#bib0030"><span class="elsevierStyleSup">6</span></a> en el que se reconoce la objeci&#243;n de conciencia al servicio militar&#46; Esto es importante tenerlo en cuenta&#44; porque la objeci&#243;n m&#233;dica&#44; aquella que hoy ocupa y preocupa&#44; habida cuenta de que la otra ha desaparecido al cambiar la ley&#44; no entra en escena m&#225;s que a partir del a&#241;o 1985&#44; como consecuencia de la entrada en vigor de la Ley org&#225;nica 9&#47;1985<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#bib0035"><span class="elsevierStyleSup">7</span></a> de interrupci&#243;n del embarazo en tres supuestos&#46;</p><p id="par0025" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Dado que se trata de la excepci&#243;n al cumplimiento de una norma leg&#237;timamente promulgada&#44; es claro que la objeci&#243;n de conciencia tiene siempre car&#225;cter excepcional&#59; es una excepci&#243;n a la regla&#44; que no puede ser otra que el cumplimiento de la ley&#46; La excepci&#243;n se hace con el objeto de respetar los valores de las minor&#237;as&#46; De ah&#237; que resulten extra&#241;as y at&#237;picas dos figuras cada vez m&#225;s frecuentes&#46; Una es querer convertir la objeci&#243;n de conciencia no en excepci&#243;n&#44; sino en regla&#44; y adem&#225;s absoluta y sin excepciones&#46; Y otra&#44; que se acojan a ella colectivos enteros de poblaci&#243;n&#44; con lo que algo aplicable a minor&#237;as adquiere un uso mayoritario&#46; Cuando esto &#250;ltimo sucede&#44; algo falla&#44; pues si la mayor&#237;a est&#225; en contra de una norma&#44; lo l&#243;gico es que esta se sustituya por otra que diga lo propugnado por los objetores&#46; Cuando eso no sucede&#44; hay que sospechar que la objeci&#243;n no es aut&#233;ntica&#44; es decir&#44; que se objeta por motivos que no son morales o de conciencia&#46; En lo que sigue analizar&#233; brevemente estas dos anomal&#237;as&#44; tan frecuentes que oscurecen y enturbian el panorama de la verdadera objeci&#243;n&#46;</p><p id="par0030" class="elsevierStylePara elsevierViewall">En primer lugar&#44; el intento de transformar la excepci&#243;n en ley&#44; a&#250;n m&#225;s&#44; de convertir la objeci&#243;n de conciencia en un derecho absoluto&#44; superior a cualquier otro derecho y que&#44; por lo tanto&#44; debe considerarse prioritario en caso de conflicto con &#233;l&#46; Esta tesis es la que defienden todos los partidarios del iusnaturalismo estricto&#44; negando validez al principio&#44; por dem&#225;s obvio en cualquier sistema jur&#237;dico democr&#225;tico&#44; de que los derechos nunca son absolutos y pueden verse recortados cuando entran en conflicto con otros derechos&#46; Hay situaciones en que todo derecho humano&#44; por muy primario que sea&#44; debe ceder ante la exigencia de otro u otros&#46; Esto le sucede al derecho a la vida&#44; y con &#233;l a cualquier otro&#46; De ah&#237; que cuando se afirma la objeci&#243;n de conciencia como derecho absoluto se est&#233; haciendo una enmienda a la totalidad del derecho liberal y democr&#225;tico&#46; Lo que se est&#225; afirmando es que los parlamentos democr&#225;ticos no tienen legitimidad para aprobar normas que vayan contra ese pretendido derecho natural&#46; De lo que se deduce algo de la m&#225;xima importancia&#44; y es que quienes defienden la objeci&#243;n de conciencia como un derecho absoluto est&#225;n haciendo una enmienda total a la teor&#237;a liberal y democr&#225;tica&#46; Con lo cual se concluye en la paradoja de que&#44; al afirmar la objeci&#243;n de conciencia como un derecho absoluto&#44; se est&#225; negando legitimidad a la &#250;nica estructura sociopol&#237;tica que ha hecho posible la objeci&#243;n de conciencia&#46; Los fan&#225;ticos de la objeci&#243;n son sus m&#225;s peligrosos enemigos&#46;</p><p id="par0035" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Pero hay una segunda paradoja&#46; Y es que si las leyes emanadas de parlamentos democr&#225;ticos son el reflejo de las opciones morales de la mayor&#237;a de la poblaci&#243;n&#44; no se entiende c&#243;mo la objeci&#243;n puede convertirse en mayoritaria&#46; Esto &#250;ltimo es lo que ha sucedido en medicina&#44; en el caso concreto del aborto&#46; Se dir&#225; que los m&#233;dicos no son toda la poblaci&#243;n y que&#44; por lo tanto&#44; puede suceder que la mayor&#237;a de la sociedad opte por algo que a la mayor&#237;a de los profesionales de la medicina les parece inadmisible&#46; Es posible que as&#237; sea&#44; pero no deja de resultar raro&#46; Los m&#233;dicos son parte de la sociedad y&#44; por lo tanto&#44; parece que deben compartir los valores de mayor vigencia en ella&#46; Cabr&#237;a pensar que en ese cuerpo profesional&#44; debido a sus caracter&#237;sticas socioculturales&#44; la proporci&#243;n de los partidarios de interrumpir el embarazo fuera menor que en la poblaci&#243;n normal&#59; cabe incluso asumir que fuera mucho menor&#44; pero se hace dif&#237;cil entender que sea casi un&#225;nimemente negativa&#44; hasta el punto de que los no objetores son la excepci&#243;n&#44; no la norma&#46;</p><p id="par0040" class="elsevierStylePara elsevierViewall">La Fundaci&#243;n de Ciencias de la Salud public&#243; en 2008 una gu&#237;a de objeci&#243;n de conciencia<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#bib0040"><span class="elsevierStyleSup">8</span></a>&#46; Y entre las cosas sorprendentes del texto&#44; est&#225;n dos figuras que sus autores se vieron obligados a identificar y que denominaron &#171;seudoobjeci&#243;n&#187; y &#171;criptoobjeci&#243;n&#187;&#46; La seudoobjeci&#243;n se da al objetar como resultado de un acto cl&#237;nico incorrecto&#46; La objeci&#243;n nunca puede amparar decisiones cl&#237;nicas mal tomadas&#46; Dicho en otros t&#233;rminos&#44; al objetar se est&#225; lesionando siempre un valor&#44; que es el derecho de una persona a una prestaci&#243;n sanitaria&#59; por lo tanto&#44; la objeci&#243;n constituye un curso extremo de acci&#243;n&#46; Siempre que haya cursos intermedios que permitan salvar los valores en conflicto o lesionarlos lo menos posible&#44; la objeci&#243;n no puede considerarse correcta&#46; Los ejemplos son muchos&#46; Hay m&#233;dicos que objetan a operar sin sangre a testigos de Jehov&#225;&#44; a pesar de que la operaci&#243;n no entra&#241;e especial riesgo&#44; o porque no quieren llevar a cabo una cirug&#237;a hemost&#225;tica&#44; o con recuperador de sangre&#44; etc&#46; La objeci&#243;n nunca puede ser amparo de la mala pr&#225;ctica&#46;</p><p id="par0045" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Pero hay una segunda figura&#44; por desgracia a&#250;n m&#225;s frecuente que la anterior&#46; Se trata de la criptoobjeci&#243;n&#46; Consiste en la objeci&#243;n por motivos distintos de los propiamente morales&#46; Se objeta por comodidad&#44; por ignorancia&#44; por respeto humano&#44; por el qu&#233; dir&#225;n&#44; por tantas cosas m&#225;s&#46; En ciertos servicios&#44; es mucho m&#225;s f&#225;cil objetar que no objetar&#46; Hay una aut&#233;ntica coacci&#243;n hacia el no objetor&#46; Y la consecuencia es que se objeta&#44; aunque no por razones de conciencia&#46; Ni que decir tiene que esta objeci&#243;n de conciencia es tambi&#233;n incorrecta&#46; La objeci&#243;n de conciencia no puede ser m&#225;s que de conciencia&#44; por motivos morales&#46; Los dem&#225;s motivos no son leg&#237;timos&#46;</p><p id="par0050" class="elsevierStylePara elsevierViewall">La seudoobjeci&#243;n y la criptoobjeci&#243;n son el gran lastre para el respeto de la aut&#233;ntica objeci&#243;n de conciencia&#46; En nuestro medio no hay pr&#225;cticamente nadie que considere que no se debe respetar la verdadera objeci&#243;n de conciencia&#46; Los enemigos de la objeci&#243;n de conciencia no son quienes se oponen a ella&#44; sino quienes abusan de algo tan &#237;ntimo&#44; y por ello tan dif&#237;cil de controlar&#44; como la conciencia&#46; Los verdaderos enemigos de la objeci&#243;n de conciencia son aquellos que quieren convertirla en un basti&#243;n inexpugnable&#44; ante el que reboten todos los dem&#225;s derechos&#44; y quienes se aprovechan de ella haciendo seudoobjeciones o criptoobjeciones&#46;</p><p id="par0055" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Es frecuente buscar la soluci&#243;n de todo esto en el derecho&#44; pidiendo una ley o norma que regule el ejercicio de la objeci&#243;n de conciencia&#46; Personalmente soy muy esc&#233;ptico ante ese tipo de regulaciones&#46; Y ello porque la conciencia es el reducto &#250;ltimo de la &#233;tica&#44; y el derecho tiene muy dif&#237;cil regular asunto tan &#237;ntimo&#46; Esto s&#243;lo lo arreglar&#225; la correcta formaci&#243;n moral de los ciudadanos&#46; La &#250;nica labor que puede y debe hacer la ley es definir qui&#233;nes pueden objetar y qui&#233;nes no &#40;qui&#233;nes son actores o colabores directos&#41; y a qu&#233; normas puede objetarse y a cu&#225;les no&#46; Cualquier otro procedimiento&#44; como la inscripci&#243;n previa en registros&#44; bien colegiales&#44; bien administrativos&#44; puede acabar produciendo mayores perjuicios que beneficios&#46; Y es que en este tema&#44; como en tantos otros&#44; la soluci&#243;n no est&#225; en la b&#250;squeda de normas estrictas de aplicaci&#243;n mec&#225;nica&#44; sino en la promoci&#243;n de la prudencia y la responsabilidad moral en las personas implicadas&#46; Algo que por lo general se nos escapa&#46;</p><span id="sec0005" class="elsevierStyleSection elsevierViewall"><span class="elsevierStyleSectionTitle">Financiaci&#243;n</span><p id="par0060" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Ninguna&#46;</p></span><span id="sec0010" class="elsevierStyleSection elsevierViewall"><span class="elsevierStyleSectionTitle">Conflicto de intereses</span><p id="par0065" class="elsevierStylePara elsevierViewall">El autor declara no tener conflicto de intereses que puedan afectan al presente texto&#46;</p></span></span>"
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Información del artículo
ISSN: 1134282X
Idioma original: Español
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